Pospandemia: el retorno a clases, la encuesta y la no calificación de alumnos

Desde el 26 de mayo, se realizará en todo el país la Evaluación Nacional del Proceso de Continuidad Pedagógica cuyos resultados serán dados a conocer en julio.

Esto fue resuelto en el Consejo Federal de Educación, como así también la decisión de no calificar a los alumnos de Primaria y Secundaria.

Estos datos permitirán al CPE y Ministerio de Educación de todas las provincias saber cuál es el estado de situación y los procesos de aprendizaje de los alumnos durante la pandemia.

Este dato -remarcó Enrique- será fundamental para saber de qué manera se retornará a las aulas.

-TS: No se calificará a los alumnos durante la pandemia.

IE: La evolución siempre es un apartado importante y fue siempre objeto de conflicto. Adquiere relevancia porque los procesos de enseñanza y aprendizajes se llevan en un ámbito de excepcionalidad absoluta, que no es en el contexto ni de la escuela ni del aula. Por eso se hizo necesario pensar una forma distinta de evaluar. Pero no distinta porque estemos inventando algo, sino poner en práctica una concepción que está prevista en las normativas, con resolución del Consejo Federal y del CPE, y acuerdos. Como provincia teníamos el antecedente de la Resolución 612 que los chicos puedan a través de un seguimiento y actividades continuar el trayecto formativo en la escuela secundaria. La resolución del Consejo Federal está relacionada con la concepción de evaluación que planteamos, ya que es un momento de ver de qué manera progresan en sus aprendizajes, y que permita establecer de una manera clara entre lo que se enseña y las prácticas que están asociados a los aprendizajes. Pero también las condiciones, que son diferentes: La casa no es la escuela y los papás no son los docentes. Por lo tanto si seguimos aferrados a la calificación numérica o conceptual, se pondrá énfasis en el resultado, y nosotros queremos poner énfasis en los procesos. Si pensamos solo en resultado, profundizaremos fuertemente las desigualdades que ya existen en el sistema educativo. El chico que tiene recursos tecnológicos, buena conexión a Internet y resueltos problemas de alimentación, abrigo, vivienda, a ese chico, ¿qué le vamos a poner? ¿Un 9 o 10 porque resolvió todo? Y al chico que no tiene conectividad, ni acceso a tecnología ni grupo familiar que lo pueda acompañar por ciertas condiciones, y que no tenga las condiciones básicas resueltas, a ese chico, ¿le vamos a poner un 2?

-Esto será mientras dure la pandemia. Pero cuando sea el retorno a clases, a la escuela concretamente, ¿se analiza si se calificará a fin de año? Ya que es muy probable que muchos chicos pasen de año y no haya repitentes.

Lo que haremos será evaluar cómo se desarrolla este periodo. Acá habrá un fuerte acompañamiento de los docentes, una fuerte intervención de las direcciones de niveles, supervisores y equipos directivos. Iremos viendo la implementación y veremos qué pasará cuando volvamos a una normalidad que no va ser la misma. Será una normalidad a construirse a partir, primero, de los tiempos y segundo, las condiciones. Hay que ver después, en cada nivel, cada aula, cada grado, cómo vuelven los chicos y los maestros y profesores cómo retoman los procesos de enseñanza a partir de lo que se haya hecho ahora. Porque ahora miramos lo que será la pospandemia y futura presencialidad.

-Cuando los chicos retornen, debido a la pandemia, habrá cambios, como por ejemplo, menor cantidad de chicos por cada curso. Esto implicaría que haya más cursos, más aulas.

Una cosa es el cuándo y después las formas, es decir, de qué va depender cómo será el desarrollo de la pandemia en el país y la provincia. Entonces, ¿volverán todos los chicos, será por grupo, estos grupos compartirán toda la jornada? Hay un sinfín de preguntas que nos hacemos y muchos escenarios posibles. El escenario que tomemos, será el que menos perjudique a los chicos y más garantice que sigan aprendiendo. El objetivo es que esta excepcionalidad los perjudique lo menos posible.

-ADOSAC señaló que existen muchos padres que no responden a las actividades virtuales que les envían a sus hijos.

Esto es real. Los hogares no son la escuela. Hay un sinfín de dificultades asociadas a cuestiones temporales, culturales o que el padre quiere que el hijo espere hasta que empiecen las clases de nuevo. Son realidades que las estamos viendo. Habrá una instancia de registro a nivel nacional. Una encuesta que nos dará más datos y elementos para tomar decisiones a la vuelta. Después están los padres o familias que no pueden ayudar a los chicos. Este abanico es lo que está conformando la excepcionalidad. Por eso será importante tener el registro, para a la vuelta tomar las decisiones más acertadas en función de cómo transitamos este momento. Además recordemos que los docentes tuvieron poco acercamiento con los chicos.