Vecinos advierten: “Acá los vamos a estar esperando a los políticos para las PASO”

Un grupo de vecinos protestó ayer luego de haber reclamado por las vías administrativas ante el Municipio, para que se hiciera presente y solucionara el estado de intransitabilidad de una intersección para nada periférica. Santiago de Liniers y Arturo Frondizi, un punto donde todo es barro, agua de deshielo y, según cuenta, efluentes cloacales.

La situación se comparte con otros puntos de la capital santacruceña, donde semanas atrás los ciudadanos hicieron sentir su malestar ante lo que consideraron una pálida acción de la administración local, frente a la nevada.

Manuel le dijo ayer al móvil de Tiempo FM que “los remisses se quedan en la esquina, los camiones de recolección tampoco quieren pasar por miedo a quedarse, no viene la ambulancia, el patrullero no pasa”.

Él y otros vecinos que ayer se juntaron en esa intersección denunciaron la situación a través de las redes sociales y enviaron notas formales a la Secretaría de Obras Públicas. La respuesta del Municipio fue, días atrás, llevar un camión con tierra para tapar la laguna que se formó.

Otro vecino dijo que no quieren ir contra los municipales, sino que la administración es la que no los atiende. "Si tenés una buena cantera municipal, agarrá chupadores, tenés miles de trabajadores en la Municipalidad. Uno pelea por lo suyo pero somos todos de Gallegos, tenemos derechos. Decimos que estamos en medio del barro, los chicos no pueden salir a jugar”.

También un joven expuso que sólo en épocas de campaña electoral hay mayor interés por las problemáticas de los vecinos. “Tenemos cuatro unidades básicas acá, pero se mueven solamente en elecciones. Después desaparecen todos, están los votos y chau. Acá los vamos a estar esperando a los políticos por las PASO”.

En este sentido, vale mencionar que la semana pasada, el intendente Roberto Giubetich (Cambiemos) anunció que enviará al Concejo Deliberante una ordenanza “solicitando autorización para conseguir un crédito” con el que quiere comprar, por leasing, unos tres camiones recolectores, dos volcadores y seis camionetas. Ello, para reemplazar a los móviles de recolección domiciliaria, pero también para operar en los barrios.