Dr. Rafael Colombo

El turismo cinegético y los “coto de caza” en la mirada de un ambientalista

El caso del presidente de la Federación Mexicana de Caza (FEMECA), que murió el viernes pasado tras haber sido embestido por un búfalo mientras cazaba en un campo del sur entrerriano, puso en la mira al turismo cinegético (caza deportiva) y a los “coto de caza”. Al respecto, dio su opinión en el programa “Planeta Tiempo” que se emite por Tiempo FM 97.5 el Dr. Rafael Colombo, quien es asesor, docente, investigador e integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, entre otras responsabilidades.

  • 12/10/2022 • 21:37
Dr. Rafael Colombo, asesor, docente, investigador e integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.
Dr. Rafael Colombo, asesor, docente, investigador e integrante de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas.
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“Los cotos de caza son establecimientos en donde se realizan actividades propias del turismo cinegético, que es esta práctica de dar muerte a los animales por ocio, placer o recreación, comúnmente reconocido como caza deportiva”, dijo.

“En estos establecimientos se brindan servicios turísticos: hotelería, almuerzos, desayunos, cena, provisión de armas y municiones, y lo más importante, tienen los animales necesarios para que los cazadores den muerte de una manera aberrante y cruel en cautiverio”, explicó.

El profesional señaló que “por lo general los animales son especies exóticas, que no pertenecen a la jurisdicción de la familia, también son criadas en cautiverio y suelen ser un problema ecosistémico. En Argentina, muchas provincias autorizan la modalidad de caza deportiva y encima, la catalogan como un arte. Es bastante fuerte escuchar eso hoy en día”.

Fue duro al señalar que “esta actividad es una de las principales en economía a nivel mundial, junto con el narcotráfico y el tráfico de armas”.

El incidente que desató el debate ocurrió en un campo llamado Punta Caballo, donde un experimentado cazador, de 64 años, estaba de cacería junto a tres amigos cuando divisó un búfalo y le disparó, a 30 metros de distancia, con un rifle calibre 458. La bala hirió al búfalo, que arremetió contra el cazador. A los pocos segundos, el guía que se encontraba junto al grupo de cazadores le disparó cinco balazos al animal, que murió en el momento.

“Sabemos que este caso es objeto de una investigación penal, orientada a ver cuáles son las responsabilidades en donde se realizan estas prácticas. Todavía tenemos información muy limitada. Pero, lo que quedó evidenciado es que hay un negocio millonario en torno a los cotos de caza y a la caza deportiva en Argentina y que se realiza sin ningún tipo de control”, dijo.

Es que si bien la provincia entrega autorizaciones, en este caso particular, no tenían permisos para este tipo de caza de este animal.

“Es una práctica aberrante, muy cuestionable desde el punto de vista ético y legal. Nosotros consideramos que la caza deportiva es manifiestamente inconstitucional por esta infragante contradicción con el Articulo 41 de la Constitución, los Tratados Internacionales Ambientales y la Ley General del Ambiente.  No tenemos que olvidarnos que el turismo cinegético va de la mano con el uso de armas de fuego, por lo tanto, intervienen autoridades federales. Estamos hablando de permisos de uso de arma de fuego y municiones. En líneas generales es que nuevamente se ha escapado un coto de caza en la Argentina”, concluyó.