Un mes en emergencia

A finales del mes de mayo, el concejal Fabián Leguizamón, en ejercicio del Poder Ejecutivo Municipal, junto a los secretarios del Gabinete, rubricaron el Decreto 1450 por el cual se declara “Ad Referéndum” del Concejo Deliberante, la Emergencia Sanitaria en el ámbito de la ciudad de Río Gallegos, por el término de 180 días a partir del día 29 de mayo. Fue en un contexto de conflicto municipal entre la Comuna y el Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM, con una puja salarial que se terminaría de resolver recién este 6 de julio).

Es que el Municipio adelantó que en esa fecha se sentarán en una nueva mesa paritaria, ofreciendo una suma en blanco al gremio. Este último ya levantó las medidas de fuerza.

Pero, ¿qué pasó en el medio? Río Gallegos atravesó uno de sus peores momentos en cuanto a limpieza urbana. La basura en toda la ciudad se desbordó. Fueron miles los reclamos que hicieron los vecinos por la falta de recolección. Muchos incluso optaron por servicios privados domésticos, que tiraron los residuos en el vaciadero.

La respuesta del Ejecutivo –a través de la emergencia– fue la colocación de más contenedores. En algunos casos, la medida fue contraproducente.

Cloacas

Algo que volvió locos a los vecinos durante las últimas semanas fue la cloaca.  A la redacción de TiempoSur llegaron cientos de imágenes de viviendas inundadas de aguas cloacales, de veredas convertidas en lagunas de materia fecal y calles convertidas en vertederos. Todo esto se agravó con la escarcha, que convirtió todo esto en un gran glaciar residual. Al peligro sanitario se le sumó la difícil tarea de transitar por las calles.

¿Qué dice la emergencia?

En el decreto, se plantea que el Ejecutivo podrá tomar medidas de carácter urgente “para brindar solución inmediata a la problemática social”, en un escenario donde la falta de recolección y el paro del Sindicato de Obreros y Empleados Municipales (SOEM) jugó un papel importante. “Además de efectuar quema  neumáticos y material sólido diverso, impiden la salida de vehículos recolectores de residuos desde el corralón, lo que da origen a formular la correspondiente denuncia en el Juzgado de Instrucción N°2 de esta ciudad”.

Asimismo, señalan que “el atraso en la implementación del Plan de Gestión Integral de residuos sólidos urbanos, generó una grave problemática que es de dominio público, arrastrada hace cinco años y que fuera auditado por entes fiscalizadores a nivel nacional, para lograr la regulación y normalización, algo que potencia la falta de equipo apropiado para la recolección de residuos”.

Uno de los puntos clave es que autoriza a las Secretarías de Coordinación Ejecutiva, Desarrollo Humano, Niñez, Adolescencia y Familia, Obras Públicas, y Gobierno a la adquisición de bienes y servicios y/o la realización de obras necesarias para afrontar la situación sanitaria imperante.  Además, habilita a la Secretaría de Hacienda a realizar todas las adecuaciones presupuestarias que pudiera necesitar para la ejecución de los objetivos del presente decreto.

En este sentido, TiempoSur se comunicó con el concejal Eloy Echazú (FPV), quien fue crítico a la emergencia. Lo hizo en consonancia con su par Martín Medvedovsky, quien desde el primer momento tuvo dudas con la medida tomada por el Ejecutivo.

Echazú señaló en diálogo con este medio sobre la emergencia que fue algo “solamente para los medios, no se ve nada concreto en la ciudad. Fue un manotazo de ahogado”.

Echazú pidió conocer el plan de acción puntual y qué empresas iban a realizar la compensación de deuda, tal como lo señala la emergencia. Solicitó saber las partidas presupuestarias que se manejan.

De todas maneras, añadió que se trata de algo “que no se vio ni sirvió para paliar la situación de la ciudad”.

“Solo sabemos que alquilaron contenedores y camiones chupa, pero nada más. No hay información ni planes. Es lamentable que hayan hecho esa acción y no se ve protegida por este gobierno de Cambiemos, que cada vez está peor la ciudad”.

Por otra parte, el concejal Medvedovsky señaló a este medio que fue una herramienta mal aprovechada y mal aclarada. Remarcó que no hubo plan de trabajo. “Fue algo efímero y vago por parte de Giubetich” sentenció.