Costumbres y tradiciones

Bailarines de Santa Cruz participarán del Festival Nacional de la Chacarera 2018

Se trata del cuerpo de baile del Estudio Marcela Rivero, el cual llevará a cabo la presentación de un cuadro alusivo a la música autóctona de lugar. La presentación de la delegación local se llevará a cabo el próximo 6 de enero en el Club Old Lions de la capital de Santiago del Estero. 

  • 24/12/2017 • 10:41
Ultiman detalles para la presentación.
Ultiman detalles para la presentación.

Tras un año de arduo estudio y labor, el cuerpo de baile del Estudio Marcela Rivero, se prepara para participar en la primera semana del mes de enero de 2018 del 47° Festival de Nacional de la Chacarera, a realizarse en  el Club Old Lions, en el Parque Aguirre de la capital  de Santiago del Estero. Se trata de un encuentro con la música, donde además se presenta una mística muy especial con la cultura y tradición. Es importante destacar que este festival es uno de los más emblemáticos de nuestro país, cuyo escenario recibe en cada una de sus ediciones a los más destacados artistas de nuestro folklore. En la próxima edición, la provincia se hará presente a través de un cuadro artístico del que formarán parte siete parejas del mencionado instituto.

Participación
 
Al respecto, la profesora Marcela Rivero comentó a TiempoSur que recibieron la invitación de José Luis Carabajal, uno de los organizadores, “quien nos manifestó la intención de sumarnos a la propuesta”. Asimismo, indicó que desde la organización les asignaron un determinado lapso de tiempo para que realicen la presentación. “Es un festival al que asisten una gran cantidad de artistas, motivo por el cual nos establecen los minutos para la puesta de nuestra presentación”, agregó. 
El festival se desarrollará desde el 4 al 6 de enero en la capital santiagueña. “Nosotros subiremos al escenario el 6 de enero. En la oportunidad vamos a bailar dos chacareras porque es el eje conductor del festival. Elegimos “Semillas de chacarera” y “Madres del Monte”, cuyos autores son Mario Díaz y José Luis Carabajal. Son dos canciones que identifican las raíces y la esencia de Santiago del Estero. Por otra parte, me parece oportuno comentar que hemos elegido Madres del Monte porque la misma tiene que ver con el desmonte y descuido”, detalló. 
En cuanto a la cantidad de bailarines que intervendrán en la presentación, Marcela Rivero expuso que subirán al escenario siete parejas. “Vamos a ir con el ballet de los más grandes. Estamos muy contentos por este nuevo desafío y fundamentalmente estamos agradecidos por la confianza de los organizadores”, señaló. 

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En otra parte de la conversación, Rivero sostuvo que existe la posibilidad que en 2018, la ciudad de Río Gallegos sea sede del Pre-Festival Nacional de la Chacarera en la Patagonia Austral. “Es una importante oportunidad para nosotros porque se podrá seleccionar a bailarines y cantantes que se den cita en esa instancia”, remarcó. 
Finalmente, la responsable del estudio de danzas hizo un balance de lo acontecido a lo largo de este año y puntualizó que junto a sus alumnos participaron en distintos acontecimientos que se concretaron tanto en Río Gallegos como en otros puntos de la provincia. “Tanto los músicos como así también los bailarines hemos notado cierta quietud en lo que respecta a actividades culturales. Estimo que las cosas se irán acomodando de a poco. Por lo pronto vamos a cargar energías y nos abocaremos a la presentación del mes que viene. Además ya estamos pensando de qué manera celebrar los 25 años de nuestra escuela, que sin dudas será un gran acontecimiento para todos nosotros”, concluyó.    
  

Una fiesta

Para los santiagueños la chacarera representa más que un género musical, una expresión artística cabal que recorre en sonidos cada instancia de vida de su tierra y de su gente, por lo que sus hijos la descubren en el aire, la intuyen, la palpan, la cantan, la bailan y la comparten. 
Santiago del Estero, cuna del festival, es conocida como la Madre de Ciudades por ser la diócesis más antigua de la Argentina. Luego de la época colonial permaneció bajo la jurisdicción de la Gobernación del Tucumán hasta que el 27 de abril de 1820, tras varios alzamientos e intentos frustrados, se declaró su autonomía provincial. Si bien apoyó la Revolución de Mayo, no tuvo la preponderancia que los santiagueños esperaban en la independencia argentina.
Antes de la invasión española iniciada en 1536 el territorio estaba habitado principalmente por la etnia de los Tonocotés –rebautizados Juríes por las fuerzas invasoras–, quienes además de practicar la agricultura y el tejido desarrollaron una avanzada alfarería y un tallado de piedra muy elaborado. Su principal área de cultivo era una depresión paralela al río Dulce que regaban por inundación.
Al norte y al oeste de los Tonocotés se asentaban los Lules, que presentaban una cultura material bastante semejante aunque con mayores influjos andinos. Al suroeste se ubicaban los Quechuas; al este, los Vilelas y Mocovíes; y al sur se encontraban los Sanavirones. La zona del noreste la transitaban los Wichís y los Tobas de la parcialidad conocida como macomita.