Animales sueltos

La perrera no es la solución

Con más de 1500 personas encuestadas, Aonikenk Contact Center realizó un informe detallado sobre la situación de los canes en la capital santacruceña. El tema se puso en agenda nuevamente luego del ataque de un perro a un niño durante el acto del 25 de Mayo. Los vecinos opinaron sobre un tema que sigue generando polémica: la perrera.  

  • 03/06/2018 • 12:31
Los perros siguen generando opiniones divididas.
Los perros siguen generando opiniones divididas.

Aonikenk Contact Center realizó en Río Gallegos una encuesta que abarcó la comunicación telefónica, web –WhatsApp y Facebook- y el tradicional puerta a puerta. El objetivo fue conocer con datos certeros la problemática de los perros sueltos en la capital santacruceña, tema que sigue enojando a los vecinos de la comunidad, y conocer fehacientemente la situación de los animales, a fin de delinear estrategias en función a los resultados obtenidos.

El dato más relevante es que, según la encuesta, los vecinos no creen que la solución sea la perrera. De los encuestados, 843 personas que representan el 55,5% del total de la muestra, creen que implementar multas es la solución más viable a la superpoblación canina; 487 encuestados, que abarcan al 32,1% creen que un refugio puede ser la solución posible; 118 personas, que representan al 7,8% de los encuestados creen que las perreras pueden contener a ésta problemática, mientras que 71 personas que abarcan el 4,7% creen que la solución radica en castraciones masivas.

Mascotas y adopción

Dos datos importantes que se obtienen son que, de la cantidad de personas encuestadas, el 97,9% que representan a 1487 personas, dijeron que tienen mascotas, mientras que el 2,1% que equivalen a 32 encuestados, dijeron que no tienen mascotas.

En cuanto a respuesta que tienen los vecinos en referencia a la adopción, 992 personas que representan el 65,3% dijeron que adoptarían a un perro de la calle, mientras que 527 encuestados que representan al 34,7% dijeron que no adoptarían.

El problema de la perrera

A lo largo de los años en la ciudad, la perrera fue el centro de la controversia. Mientras las protectoras de animales y vecinos que abogan por el derecho a la vida de los perros callejeros se oponen a la eutanasia como método de control, todavía hay personas que creen que el retorno de la perrera supondría el corte definitivo a la superpoblación animal.

Como se mencionó líneas atrás, en la cuesta se refleja que sólo el 7,8% cree que estos albergues que terminan en eutanasia son la solución.

Muchas personas que manifestaron no conocer el funcionamiento de las perreras, en realidad admitieron que si bien la conocían por su nombre en los medios de comunicación, o tenían una idea preconcebida de ésta, ignoraban su labor, la función o el rol que esta cumple en la sociedad, por lo que se limitaban a responder por la opción “No lo conozco”.

Para recordar, en el año 2010 se modificó en el Concejo Deliberante la ordenanza que le ponía fin a la perrera como se conocía anteriormente. El proyecto era de autoría del por aquel entonces concejal Pablo Fadul (UCR) y modificaba una ordenanza existente, declarando que Río Gallegos pasaba a ser una ciudad no eutanásica.

Afectados

A lo largo del informe, quedó plasmado que encuestados dijeron sentirse perjudicados por los canes de alguna manera, ya sea porque rompen las bolsas de basura afuera de las casas, por la presencia de excremento en la vía pública, por las  feroces jaurías que logran vedar el paso en algunos sectores o por los ataques que realizan a los peatones.

A su vez, a lo largo del desarrollo de la encuesta se detectó que el concepto de perro callejero no solo tomaba en cuenta a aquellos animales perdidos, abandonados o nacidos en la calle, sino también se incluyó a los que viven en una casa o propiedad, pero que pasan parte del día fuera de ella, por lo que el perro acostumbra andar fuera de la casa, solo y sin ninguna compañía. Lo que la población encuestada manifestó a claras voces es la necesidad de multas a los dueños irresponsables, pero otro lado, asumen la necesidad de instalar refugios para contener a los que hoy circulan por nuestra ciudad.

Conclusión

Finalizado el reporte y en las conclusiones, desde AONIKENK CONTACT CENTER señalaron que es “sumamente importante que a la hora de comprar o adoptar un animal se medite de forma objetiva y consciente, si se puede, quiere o está en condiciones de atender adecuadamente y convivir con una mascota durante los próximos años. Si es así, se debe elegir el tipo de animal y raza que puede encajar mejor en el tipo de vida que se quiere tener, en la vivienda que tiene y en la disponibilidad de tiempo. Por otro lado antes de regalar una mascota, es importante asegurarse de que el futuro dueño la quiera y pueda hacerse cargo de ella de forma responsable. Creemos importante también, no imponer un animal a alguien que no lo quiere, ni regalar para satisfacer un capricho momentáneo de quien cree quererlo”.

Asimismo, agregaron: “Sabemos que la espina dorsal para poder tratar esta problemática de sobrepoblación canina es la educación, crear conciencia entre los dueños sobre la importancia de velar para que los animales no se reproduzcan indiscriminadamente, crear conciencia por sobre todas las cosas, y por supuesto aplicar multas a los responsables y contener la población de canes circundantes en refugios, con personal calificado que puedan asistir al cuidado integral de estos animales”.

La última gran polémica

Vale recordar que el año pasado se llevó a cabo en el Concejo Deliberante una audiencia pública por el tema de los perros sueltos. El objetivo de la misma era tener un análisis de varias opiniones de vecinos y organizaciones de la ciudad, con el objetivo de avanzar en el legislativo para tratar de encontrar una solución. En 2017 había quedado el compromiso de realizar una ordenanza de Emergencia por la Superpoblación Canina.

La audiencia pública llegó a nivel nacional, en medio del escándalo por la propuesta de un vecino. Un hombre pidió la palabra en el Concejo Deliberante y allí, frente a un recinto lleno de proteccionistas, dijo que una posible solución sería un matadero de perros para exportar la carne a China. Con esto pretendía subsanar dos cosas: por un lado la superpoblación canina y por otro el déficit municipal. Fue un verdadero escándalo.