Causa Fabián Gutiérrez

Secuestran una camioneta y una silla

En la jornada de ayer, el personal de la División de Investigaciones de El Calafate realizó un allanamiento en la agencia de compra venta de autos perteneciente a la familia Gómez, donde se debía verificar si había una caja fuerte. Además, se secuestró una camioneta RAM y una silla que tendría manchas rojizas.  

  • 14/08/2020 • 08:21
Camioneta secuestrada por el personal de la DDI de El Calafate.
Camioneta secuestrada por el personal de la DDI de El Calafate.

Continuando las investigaciones por el homicidio de Fabián Gutiérrez, ocurrido el pasado 3 de julio de este año, hoy el juez que entiende la causa Carlos Narvarte, solicitó al personal de la División de Investigaciones de El Calafate, dependiente del Departamento de Investigaciones del Delito Organizado con asiento en la ciudad capital, en forma conjunta con personal del Gabinete Criminalístico local, realicen tres diligencias.

Según se pudo conocer, dos de ellas consistieron en el secuestro de elementos de interés, resultando éstos, una silla de madera con manchas rojizas, que sería de la casa de Fabián Gutiérrez, y una camioneta marca DODGE modelo RAM la cual quedó bajo resguardo de la Unidad De Bomberos. Esta camionera pertenecería al padre de Facundo Gómez, y habría sido vista en cercanías de la casa de Gutiérrez, en la noche del homicidio.

En tanto que la restante diligencia se llevó a cabo en un conocido local comercial de compra y venta de vehículos, perteneciente a la familia de Gómez, con el fin de constatar la existencia de cajas fuertes y/o bóvedas de seguridad. Este medio conoció que se encontraron dos cajas fuertes, pero no se secuestraron elementos de las mismas.

Cabe recordar que el defensor de Facundo Zaeta, Carlos Telleldín, sostiene que el que sí planificó todo fue Facundo Gómez, a quien vincula estrechamente con la víctima. En ese sentido el abogado reveló que pidieron una medida al Juez Narvarte. “Aportamos informes de 11 vehículos RAM de alta gama. Aportamos la chapa patente, los informes de dominio, y solicitamos que declaren todos los compradores”.

La hipótesis de los defensores de Facundo Zaeta es que la maniobra comercial tenía como fin el lavado de dinero no declarado. “Presumimos que era dinero de Gutiérrez que lavaba a través de la agencia de Gómez”, afirmó y dijo que el valor aproximado de venta de estos vehículos supera los 700 mil dólares.

Telleldín dijo que “el juez ya le descubrió una RAM nueva que está con denuncia de venta a nombre de él (Gómez)”.

Para el abogado de Zaeta, “por la relación económica que Gómez tenía con Gutiérrez, fue él el autor del crimen y los engañó a los otros dos chicos (Monzón y Zaeta) para ir a robar. Esa es la hipótesis que tiene esta defensa”.

El crimen

Cabe recordar que, en las testimoniales, tanto Zaeta como Gómez se culparon por el homicidio de Gutiérrez, pero ninguno admitió haberlo matado. A continuación, las testimoniales de ambos.

ZAETA dice: “… Que ni bien entró a la casa le pegué dos golpes en la mandíbula” a Gutiérrez “y lo desmayé”. Se golpeó la cabeza cuando cayó al piso y comenzó a sangrar. Una vez atado le puso una venda para que no vea nada “porque Facundo GÓMEZ me había pedido que a él no lo tenía que ver. Cuando lo tenía reducido lo llamé para que ingresaran a la casa”. Una vez adentro Gómez preguntaba distorsionando la voz (colocando su mano en la boca) dónde estaba el dinero y amenazaba con matarlo a Gutiérrez, quien respondía que no sabía nada del dinero. Sigue contando que GÓMEZ le ordena a Monzón que cuide a Gutiérrez (atado) y van junto a ZAETA al primer piso a buscar el dinero. Se escucha el grito de Monzón avisando que Gutiérrez se escapaba. GÓMEZ tira la puerta abajo del baño y junto a Monzón lo golpearon varias veces y lo redujeron.

GOMEZ dice: “… Que una vez que ZAETA les avisa que pueden entrar a la casa por una ventana lateral, él lo hace junto a MONZÓN. Apenas adentro ven que hay rastros de sangre por todos lados. Dice que se sorprende al ver a una persona (Gutiérrez) muy golpeado, sentado en el baño con las manos atadas y balbuceando, mientras ZAETA le decía “eso te pasa por no ir por las buenas” y le exigía que le diga dónde está la plata.