Parma estuvo entre el 2007 y 2012

"La Cumbre Anti-abusos está con un ojo puesto en Puerto Santa Cruz"

La cumbre fue convocada por el Papa Francisco para curar las graves heridas y por eso Puerto Santa Cruz no es ajena a esta situación, ya que la fe de los fieles se vio golpeada en el año 2016 tras la denuncia de abuso sexual, contra el cura Nicolás Parma, alias “Felipe”.  

  • 24/02/2019 • 08:29
El cura Nicolás Parma, alias “Felipe”.
El cura Nicolás Parma, alias “Felipe”.

El Papa Francisco convocó a la Iglesia a "curar las graves heridas" que la pedofilia dejó "en pequeños y en creyentes" al abrir la cumbre anti-abusos que convocó en el Vaticano, y que se extenderá hasta el domingo. En este marco un vecino de la localidad de Puerto Santa Cruz dio su punto de vista sobre este tema, teniendo en cuenta que su comunidad está inmersa en un caso que la estremeció, y que tuvo que ver con el caso de abuso del cura Parma.

"Desde hace largo tiempo millones de fieles, no creyentes y personas víctimas de abusos sexuales por parte de sacerdotes y obispos vienen reclamando a la Iglesia Católica que tome medidas severas ante las miles de denuncias acaecidas a lo largo de los años y que no se encubra más a los abusadores que se disfrazan de corderos tras el manto del mismo diablo", le indicó a este medio, añadiendo "finalmente, y luego de un reprochable papel histórico por parte de la Curia, el Papa Francisco se hace eco de dichos reclamos y encabeza la histórica Cumbre anti-abusos llevada a cabo en el Vaticano".

“El santo pueblo de Dios nos mira y espera, no simples y descontadas condenas, sino medidas concretas y eficaces para poner en práctica”, expresaba Francisco en la apertura de la cumbre ante la atenta mirada de los 190 religiosos participantes, entre ellos 114 presidentes de las Conferencias Episcopales y los superiores de todas las órdenes masculinas y femeninas, además de los ministros del pontífice en el gobierno de la Curia Romana.

Puerto Santa Cruz no es ajena a esta situación, ya que la fe de los fieles se vio golpeada en el año 2016 tras la denuncia de abuso sexual que realizó, primeramente, el joven Yair Gyurkovits contra el cura Nicolás Parma, alias “Felipe”, quien hoy se encuentra detenido en la comisaría local, con prisión preventiva, que le fuera dictada por la jueza Noelia Ursino y ratificada por el Juzgado de Recursos.

Si bien “Felipe” recusó a la magistrada Ursino, el Juzgado de Recursos denegó la recusación y la ratificó al frente de la causa. Por lo que se espera que “Felipe” esté detenido hasta el juicio oral.

Vale mencionar que la jueza Ursino es reconocida en el comunidad por su accionar en los casos de abusos sexuales, ya que en los últimos años han sido varias las denuncias de éste tipo ante el Juzgado de Instrucción local; las cuales como es de público y notorio conocimiento, han sido investigadas con celeridad y eficacia ya q luego se han condenado, en el tribunal oral, a los investigados.  

Según fuentes extraoficiales, la investigación ha tomado tamaña trascendencia y ha llegado a las altas cumbres eclesiásticas, por lo que la magistrado Ursino es requerida con frecuencia por los medios nacionales que siguen de cerca la causa pretendiendo conocer los avances procesales y la actuación judicial local.         

Parma, estuvo al frente de la Iglesia Exaltación de la Santa Cruz entre agosto de 2007 y septiembre de 2012; fue procesado bajo la carátula de abusos sexuales agravados y corrupción de menores.

Con el tiempo se conoció otra denuncia contra Parma; ésta vez de Jonathan, otro de los pupilos perteneciente, en ese entonces, a la congregación “Discípulos de Jesús de San Juan Bautista”.

Las mismas circunstancias por las que atravesó Yair, los mismos hechos, el mismo abuso: “Nos humilló, nos insultó, abusó sexualmente de nosotros y es muy doloroso porque realmente pensamos que era nuestra familia. Igual creo que la verdad sale siempre a la luz. Ninguno de nosotros tiene abogados, él sí, porque lo necesita”, expresaba Jonathan en referencia a “Felipe”.

Pese a estar detenido, Parma sigue siendo sacerdote aunque “se le prohibió el ejercicio público del ministerio sacerdotal, el uso del hábito religioso”, y se le abrió un proceso canónico paralelo al judicial. No se descarta que aparezcan nuevos testimonios que impliquen aún más la situación procesal del cura.   

"Lejos de sus privilegios que gozaba como presbítero, “Felipe” vive sus días más oscuros compartiendo una vida carcelaria con violadores condenados, procesados por abusos sexuales, asesinos confesos, acusados de asesinato, propio de las ovejas negras que se alejan del camino del Señor”, manifestó.