Valentín, el hijo de Belén Burgoa, empezó el tratamiento en Río Gallegos

Valentín Godoy es el hijo de Belén Burgoa y Jorge Godoy. La historia de su lucha contra la misma enfermedad que atravesó su madre. Luego de varios meses en Buenos Aires llevando su tratamiento tras recibir la médula ósea de un donante alemán, se encuentra en Río Gallegos y ayer comenzó a recibir la gamaglobulina en el Hospital de la capital santacruceña. Se trata de un cambio radical luego de haber atravesado tanto tiempo lejos de casa, aunque esto se da en el marco de una situación sanitaria que atraviesa el mundo por la pandemia del Coronavirus.

"Nosotros estamos en Gallegos desde el 28 de marzo y vinimos acá y como él ya empezó la baja del inmunosupresor, entonces no es necesario medirlo allá. Fue la primera vez en la ciudad, cada 28 días se tiene que colocar la gamaglobulina", indicó su papá ayer en diálogo con TiempoSur.

Sostuvo que llegaron temprano al Hospital, ansiosos de empezar el tratamiento de cero en la ciudad natal. "Es complejo, son seis horas más o menos", indicó.

"Es como estar en casa, pero nunca lo habíamos hecho. Estamos fantásticos, la atención de los médicos y el personal ha sido excelente", evaluó el entrevistado.

Entraron al nosocomio ayer cerca de las 09:00 y pasadas las 17:00 ya estaban yendo a su casa. "Fue la primera vez que lo hicimos tan rápido", sostuvo.

Tranquilidad

Como todo el mundo, no han quedado ajenos a lo que tiene que ver con la cuarentena. De todas maneras, Valentín desde hace tiempo toma los recaudos como el uso de barbijos y los cuidados de enfermedades respiratorias.

"Fue el mejor momento para bajar el inmunosupresor. Tenemos que volver en julio, pero analizan que si la cosa sigue así, siendo el foco de la pandemia Buenos Aires y él estando bien, probablemente no sería necesario ir", contó.

"Los resultados le está dando bien, la médula nueva funciona excelente, aunque debe seguir generando anticuerpos", explicó.

Sobre cómo lleva la cuarentena, indicó que era algo que Valentín ya venía experimentando, porque en algún punto tuvo que estar aislado. "Es un retroceso, porque había empezado a hacer vida normal. Esto de la cuarentena vuelve todo a foja cero", lamentó, aunque agregó que es "un placer estar en casa y que nos hayan atendido tan bien".