Tierra productiva

¿Puede Santa Cruz abastecerse de alimentos?

Más de una vez hemos escuchado que “en Santa Cruz crece de todo”, sin embargo, esto no se ve traducido en una producción que tenga como fin abastecer la mesa de las familias de la provincia. Especialistas hablaron con TiempoSur sobre las experiencias desarrolladas y cuáles son las posibilidades de mejorar la producción.

  • 10/06/2021 • 08:00
La producción de alimentos en Santa Cruz es diversa.
La producción de alimentos en Santa Cruz es diversa.

La producción de alimentos en Santa Cruz es diversa. De carnes a hortalizas y frutas a cultivos forrajeros. Lechuga, acelga, repollo, papa, habas, arvejas, ajo y una gran variedad de aromáticas como romero, menta, tomillo, melisa y orégano, se dan en estas tierras, mientras que, en los frutales, predominantemente arbustivos, son el cassis, corinto, grosella, frambuesa roja, las experiencias que han arrojado algunos buenos resultados sobre todo en la agricultura familiar, esto sin dejar de mencionar la cereza antiguense, uno de los destacados de la región. En otro nivel se encuentra la producción de carne ovina, consumida por el mundo, pero casi siempre impagable para muchas familias santacruceñas. 

Ante este favorable panorama, el interrogante se plantea en porque la provincia no pude despegar hacia un proceso de autoabastecimiento alimenticio, a lo cual respondieron algunos profesionales.

 

Frutas finas

La producción de frutas finas, en su diversidad, está dada principalmente con productores familiares de toda la provincia, aunque por sus dimensiones y calidad la producción de cerezas en la zona de Los Antiguos ha logrado captar la atención del mundo. Pero, ¿qué pasa en el abastecimiento interno?

Fernando Manavella, integrante de INTA en Los Antiguos, se refirió a la producción de frutas y especificó que “en Los Antiguos tenemos una localidad donde la producción de cerezas es importante, con aproximadamente 240 hectáreas de cerezas plantadas, donde hoy se está exportando un 50% a través de tres empresas”, mientras que el 50% restantes se reparte entre lo destinado al mercado central de Buenos Aires, y en menor medida al consumo santacruceño. En este punto señaló que “la venta de fruta a nivel de Santa Cruz se da con gente que viene a buscar a Los Antiguos y la distribuye en sus zonas, pero de estas tres empresas no hay comercialización directa en la provincia”.

Manavella comentó que la cereza “está muy bien adaptada a esta zona”, pero se dificulta su producción en otros puntos del territorio, aunque se refirió a una oportunidad que se podría aprovechar. En Lago Posadas existe un valle que hay que poner en marcha, donde sería posible poner 1000 hectáreas más de plantaciones, hay que trabajar en la infraestructura de servicios, principalmente riego y electricidad, pero tiene posibilidades. En Los Antiguos también hay muchas posibilidades de mejorar lo que hay”.

En relación a la producción de otras variedades de frutas finas dijo: “Frutilla es una fruta que se da muy bien en varios lugares. Como INTA hemos hecho ensayos aplicando la tecnología correspondiente y se ha dado muy bien en Perito Moreno, Gobernador Gregores, Río Gallegos”, y continuó: “También hemos hechos ensayos fruta fina como frambuesa, mora, corinto cassis, grosella, hay algunos lotes que se han hecho para la producción que termina en dulce. Es una alternativa muy interesante porque la venta del fresco de la fruta fina es complicada por la conservación, pero si lo hacemos dulce tiene valor agregado. Es un cultivo que se puede hacer en muchas localidades de la provincia y también da para hacer en el patio de la casa o en la agricultura familiar”.

Agricultura familiar y periurbana

Como hemos expuesto con anterioridad las producciones de los núcleos de agricultura familiar son diversas y abarcan desde hortalizas y frutas a cultivos forrajeros, aunque las plantas de hoja son la de mayor producción.

Paula Luna, titular de la agencia Caleta Olivia del INTA (abarca zona norte), también habló con TiempoSur sobre la producción y el abastecimiento interno.

“En general hay mucha producción de hortalizas en la zona urbana y periurbana. La realidad es que hay muchas huertas dedicadas más bien para el autoconsumo y todavía no se llega a una producción para abastecer a las localidades, pero estamos camino a eso, como idea y objetivo de poder ofrecer a los mercados internos de cada localidad”.

En este sentido explicó que “lo que se está fomentando, mediante proyectos, es por ejemplo la plataforma de invocación territorial que está apuntando a la soberanía alimentaria para potenciar las producciones de hortalizas con valor agregado para un fin comercial”, y amplió: “Uno de los proyectos que se ejecutó hace poco fue el de una agrupación que se llama Barrios de Pie, mediante el cual se construyó un invernadero para potenciar la producción destinada a comedores locales y a la venta de feria. Otro es mediante la Secretaría de Agricultura Familiar donde presentamos un proyecto para beneficiar a 15 familias para la realización de invernaderos, pero todo lo que se produce hoy es para abastecimiento interno, particularmente autoconsumo”.

Vale la pena señalar que son varios los proyectos se están destinados a productores de zonas de chacras. “La idea es aumentar el excedente para poder comercializar, hay granjas con pollos y huevos, conservas a las cuales se les da valor agregado, pero falta para poder abastecernos”, cerró.

Convencer a los productores

El reciente proyecto presentado en Río Gallegos en torno a un “Módulo de producción semiautomático de uso dual para la obtención de frutas y verduras”, impulsado por la Universidad Nacional de la Patagonia Austral y la Estación Experimental Agropecuaria Santa Cruz, ha sido definido por sus realizadores como “un importante aporte desde el punto de vista tecnológico para producir en la región alimentos de calidad para los sectores más vulnerables”, también pensando en el abastecimiento y la lucha contra el hambre.

Consultado sobre si Santa Cruz está en condiciones de aumentar su producción y así el abastecimiento de sus comunidades, Jorge Birgi, especialista del INTA EEA Santa Cruz e integrante del proyecto, manifestó ante nuestro medio que “lo que está faltando es la aplicación de tecnologías para lograr lo que vendría a ser el ciclo de cultivo año redondo”, y detalló: “Tenemos dificultades propias de la región, como la baja temperatura, pero además en época invernal hay dificultad con la calidad y cantidad de luz que llega a las plantas, entonces justamente una parte de lo que vamos aplicar en el contenedor también puede ser demostrativo porque es un cultivo indoor que trata de subsanar las inclemencias climática para lograr el ciclo año redondo”.

“Si es que se pudiese aplicar esta tecnología a escala comercial se lograría proveer de alimentos en una época donde no tenemos disponibilidad. Una gran cantidad de especies, las que más consumimos (papa, ajo, hortalizas de hoja), se dan cultivos, en frutas finas tenemos experiencias y se dan, pero todos tiene un límite en el clico productivo. La idea en parte, es aplicar tecnologías que logren producir todo el año y sean demostrativas a los productores y puedan aplicarlo. Convencer a los productores”.