La inanición es el principal motivo

La muerte de los guanacos es parte normal del proceso de control de población

Así lo dijo en Cambalache que se emite por Tiempo FM 97.5 el médico veterinario Francisco Milicevic, quien es productor y referente del INTA. Sostuvo que la muerte de guanacos durante el invierno es parte del control poblacional normal de la especie.  “Mueren por inanición, por falta de fortaleza, por las migraciones normales que realizan donde se queda el más débil. Es un poco lo que ocurre con toda especie”, afirmó.

  • 29/08/2023 • 23:13

En los últimos días, han circulado imágenes de guanacos muertos. Son varias las situaciones que se han documentado, algunas incluso de años anteriores. Debido a lo que está ocurriendo con los lobos marinos en distintos puntos del país, se teme por la gripe aviar. Sin embargo, según el médico veterinario, Francisco Milicevic, esto nada tiene que ver con el virus que transmiten las aves silvestres, sino con el proceso normal de control de la población que produce la especie durante las migraciones, agravado por las últimas sequías, la degradación del suelo y el crudo invierno que se sintió con más fuerza este año.

En el programa Cambalache, que se emite por Tiempo FM 97.5, el profesional explicó que “lo que vimos en estos últimos días tiene que ver con lo que ocurre normalmente con las poblaciones de guanacos. Es importante conocer cómo funcionan, cómo se mueven y de qué manera las poblaciones van avanzando en busca de agua y comida”.

Milicevic sostuvo que no es para nada alarmante lo que está sucediendo. “En la provincia tenemos más de dos millones y medio de guanacos, por lo que encontrar 40 o 50 muertos es un número ínfimo en comparación a una población de tales características”.

Indicó que “hace 30 años no podían observarse este tipo de situaciones porque la población de individuos era menor, los traslados que realizaban eran más cortos e incluso el tiempo era distinto”.

Indicó que este fue un año muy diferente por varias cuestiones. “Primero, porque venimos de tres años de sequía donde, además, el guanaco depredó gran parte de la cordillera y debió bajar mucho más temprano en busca de alimento. Este año, observamos que empezaron a descender a partir de marzo y continuaron en abril, mayo y junio. Hicieron una migración que viene desde la Laguna de los Escarchados hasta la Esperanza. Siempre lo hacen y llegan hasta el río que es su barrera natural, pero en esta oportunidad llegaron mucho más allá, recorriendo más de 70 u 80 kilómetros en busca de comida y resguardo”, dijo.

Señaló que “en la cordillera primero se quedaron sin pasto y después a partir de agosto nevó y no les quedó otra alternativa que tener una migración”. 

Con esta realidad, explicó que “las migraciones y los inviernos malos son los que regulaban la población de guanacos. Para este viaje, los chulengos no tienen suficiente portento para llegar donde va la madre, entonces quedan en los distintos dormideros del recorrido, donde mueren los animales con menos fuerza o fortaleza”.

El médico veterinario indicó que “esto es lo normal, incluso observando los bosteaderos que se arman en esos dormideros, podemos saber que han parado miles de guanacos, por lo que encontrar 50 muertos no es mucho”.

 
 

Consideró por su experiencia que no es posible que un ave contaminada hubiera enfermado a los guanacos, ya que se puede saber el motivo de la muerte por la forma en la que se encuentran.  “Primero se echan detrás de una mata, y por la inanición mueren. Quedan con el cogote hacia atrás, sucede cuando se quedan sin nafta, por decirlo de alguna manera”, afirmó.

Es que la mayoría de los guanacos están mal nutridos y a esta altura, incluso, muchas manadas ya están empezando a subir aún con la debilidad que tienen. “Sobre todo los barbuchos, que son los animales que tienen más de un año, van muriendo al subir porque no tienen mucho vigor”.

Señaló que esto tiene que ver también con las pariciones y el comportamiento que están teniendo las poblaciones a la hora de reproducirse.

“En la población de guanacos, históricamente, los chulengos nacían desde el 20 de noviembre al 15-20 de diciembre. Con todos estos cambios, hemos visto guanacas con leche en agosto, incluso algunas pariendo en febrero. Ese chulengo que nació en febrero, si le tocó un invierno malo, no va a poder superarlo”, agregó. 

Sobre la sobrepoblación de esta especie, el especialista explicó que “la etapa reproductiva de la guanaca comenzaba a partir de los dos años y estando en familia. Es decir, se armaba una familia con 8 a 12 guanacas con un solo guanaco y esos eran los que mantenían una reproducción sistemática. Pero ahora,

por otro lado, se juntan las tropillas de solteros, que suelen ser de 100 a 200 individuos, todos parecidos. A partir de la faena, hemos observado pariciones en estos grupos, donde las guanacas se preñan a partir del año. Esto incrementó la población sustancialmente. El volumen de los guanacos está realmente generando problemas en su propio ambiente con el suelo ampliamente degradado”. 

Para finalizar insistió: “Se puede encontrar en un dormidero 50-60 animales muertos. La mayoría chulengos y barbuchos. ¿Por qué mueren? Por inanición, por falta de fortaleza. Sucede en las migraciones, un poco lo que ocurre en toda especie, un control interno de la población”.