Fruta

La cereza de Los Antiguos logra su denominación de origen

La Secretaría de Agricultura de Nación otorgó el sello “Cereza del Valle de Los Antiguos-Patagonia”, que representa una distinción a la calidad única de la fruta que se produce en esa región de Santa Cruz. Hace tiempo que productores y organismos venían trabajando para lograr este objetivo.

  • 18/11/2023 • 10:15

En la 11ª Reunión de la Comisión Asesora de Indicaciones Geográficas y Denominaciones de Origen, convocada por la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, se aprobó la solicitud de registro de la Denominación de Origen “Cereza del Valle de Los Antiguos-Patagonia”.

Este logro es producto del trabajo articulado de los últimos años que llevaron a cabo la Asociación Civil de Productores de Los Antiguos, el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria INTA y el Consejo Federal de Inversiones. La presentación contó con el apoyo y aval del Ministerio de Producción y el Consejo Agrario Provincial de Santa Cruz. 

La propuesta se comenzó a trabajar en 2011, entre el INTA y la Secretaría de la Producción de la Municipalidad de Los Antiguos. Los productores y las instituciones iniciaron un camino conjunto que les permitió en 2017 trabajar a nivel país en “Cerezas sello argentino”, y posteriormente empezaron a considerar más fuertemente en reconocer las particularidades que tiene la cereza de Los Antiguos.

Las características que diferencian a la Cereza de Los Antiguos

Es más dulce que las de otras regiones por la amplitud térmica, que permite una mayor acumulación de azúcares en la fruta.

La alta luminosidad y baja humedad relativa favorecen una mayor acumulación de materia seca, que es muy relevante para prolongar la vida poscosecha de la fruta

El mayor período de formación del fruto (en algunos casos, superan los 100 días, mientras que en otros lugares no llegan a los 70-80 días), se relaciona con una mayor calidad nutricional y sensorial (mayor crocancia). Esta particularidad también provoca mayor placer al degustar el fruto y mayores beneficios para la salud del consumidor.

A esto se suma el manejo que hacen los productores: comenzando en los montes frutales con la aplicación de prácticas agrícolas específicas en cuanto a riego, nutrición, poda y otras tareas, continuando con la definición del momento de cosecha y finalizando con un tratamiento adecuado de la fruta en la post-cosecha.