Relatos de vida

Víctor Cárdenas: The Beatles, Pasión y Caloventores

Nacido en nuestra ciudad de Río Gallegos, de una familia bien patagónica, donde los valores del trabajo siempre estuvieron primero, avanzamos por su vida para conocer un poco más de este reconocido músico de la ciudad; Familia, Estudios y pasiones que siguen presentes día tras día.

  • 29/10/2021 • 09:30
Javier Cárdenas
Javier Cárdenas

En la recorrida que realiza el móvil del Multimedio Tiempo, se encuentra en esta ocasión con la historia de Víctor Cárdenas, vecino de nuestra ciudad y reconocido músico que genera añoranzas y alegrías al escucharlo cantar grandes éxitos de “The Beatles”, con la banda que rompe barreras del viento local con “Caloventores”.

 

 

Familia:

Acá comienza el relato de vida de este vecino talentoso, Víctor Cárdenas y un poco de historia familiar.

“Mi abuela Irma y mi abuelo Jorge Osorio Paterson, de descendencia Chileno Inglesa, ya que mi bisabuela nación en Las Malvinas y de allí se conoció con mi bisabuelo, por parte de mi madre y por parte de mi padre Agripina Mansilla mi abuela y Aureliano Cárdenas de descendía chilena”.

“Mis padres, mi madre Irma Estrella Osorio, y mi padre Víctor Aníbal Cárdenas, ambos tenemos el mismo nombre, ya que nacimos el mismo día, un 5 de septiembre, de allí decidieron ponerme ese nombre. Mi madre, trabajó en el comercio muchos años, trabajó en una tienda conocida de deportes, con una familia muy amable dueña de este local, familia Mestelán, y siempre existió una buena relación con su familia, nos trataba excelente, por otro lado, mi padre trabajo muchos años en gas del estado y ahora trabaja para Distrigas, ambos nacidos acá en Río Gallegos”.

“Vivimos muchos años en el barrio 499 y luego nos pasamos a una casa cercanas a la calle Santiago del Estero, con el tiempo mis padres se separaron y siguieron sus caminos. Rescato de ellos un montón de cosas, por mi padre te diría la responsabilidad, puntualidad la solidaridad, los buenos hábitos que deberíamos tener todos, agradecer mucho la ayuda, muy presente en mi padre y en mi madre igualmente una dulzura muy especial con la gente, la dedicación, el trabajo y el ser exigente en el buen sentido de la palabra. La conexión con lo espiritual, es una influencia hoy en día muy grande para conmigo; hay una canción de Luis Alberto Spinetta que dice “Todas las hojas son del viento” esa canción refleja la educación que ellos tuvieron para con nosotros cuando fuimos chicos, no reprimir, cuidarlos y no cosas raras; Esa canción sin lugar a duda dibuja mi infancia y la convivencia con mis padres”.

Infancia

Continuando con este relato, conocemos la infancia divertida de Víctor y los amigos de fierro: “Mi abuelo Jorge era recolector de basura, trabajó muchos años para la Municipalidad y en el patio de la casa de mi abuela, con lo que la gente tiraba, mi abuelo construyó todo un mini parque de diversión para nosotros; entre ellas un tobogán, hamacas, sube y baja y una calesita de mano; entonces era como un bunker de encuentro entre amigos del barrio y hermanos. Una infancia totalmente divertida, sana y siempre con la educación de cuidar la naturaleza por parte de mi abuela, un ambiente muy familiar”.

“La viví prácticamente en las casas de mis parientes, mis abuelas viven en la misma cuadra, eso hacía que los fines de semana la pasemos con mis hermanos en la casa de ellos, hacíamos cambios durante esos días, pasábamos muchas horas allí, era muy lindo. La figura de mis abuelos fue importante ya que ellos tienen una conexión importante con la naturaleza, los valores fueron transmitiditos sin lugar a duda. Jugábamos a muchas cosas, éramos campeones de los ring y raje, siempre jugando en grupos a las escondidas y recuerdo en la época del 499, frente al barrio había una pampa un vacío total, en ello para invierno se formaba una laguna, jugábamos allí, juntábamos botellas de gaseosas, hacíamos barcos, balsas gigantes y nos subíamos en esas armatostes, una vez congelada, hacíamos trineos; con uno de mis amigos de la infancia que más recuerdo y me emociono cada vez que lo traigo a mi mente, ya que se me fue hace un par de años, Sebastián Ganem, eran vecinos de fierro, casi hermanos con él, era llegar del cole, hacer la tarea y salir a buscarlo para jugar con las pocas cosas que teníamos”.

 

Estudios

En esta etapa avanzamos hacia los estudios y los giros de pasiones: “Mi jardín lo hice en el jardín Merceditas de San Martín, Salita Corderito y Salita Honguitos. Recuerdo que me costó mucho quedarme en el jardín, siempre apegado a mi mamá. Los primeros años pasaba mucho tiempo con ella, ya que mi padre trabajaba muchas horas, un día de ellos de tanto llorar en el jardín, mi tío fue quien me ayudó a quedarme solo en el jardín, con el tiempo aprendí y fui desarrollándome, un lugar precioso”.

“Luego seguí mis estudios, en la casa salesiana, una primaria hermosa, una experiencia increíble, profesores, maestras con una dedicación y devoción hacia los alumnos, muy divertido, una relación con la naturaleza muy similar a la de mi familia, me llevaba a eso, sobre todos los primeros campamentitos o los famosos acantonamientos, es un lugar con espacios muy grandes. El salesiano contaba con un teatro, donde allí comencé mis primeras clases de coro, entre tercer y cuarto grado, entre al coro de la institución, la maestra hacía una prueba previa y se seleccionaba, hasta séptimo grado estuve allí, muy exigente, pero buena al mismo tiempo. Siempre me gustó ir al colegio, me parecía algo bueno, me gustaba estudiar, ser prolijo, aparte del amor hacia la música, fui muy visual, eso me llevó a ser prolijo”.

“La secundaria fue tremenda de igual forma, muchos campamentos, aire libre y con el desarrollo de amor por la naturaleza más responsable aun, campamentos en el lago Roca, el bosque y esos sentimientos que quedaron en mi cabeza. Mis años allí, mucha exigencia, había un cura, que era muy exigente con los alumnos y profesores, estaba el clima presente de la disciplina, al irse en tercer año, vinieron curas jóvenes con idea innovadoras y el colegio dio una vuelta muy grande, fueron años felices. Siempre me gustó asistir al cole, no tenía eso de querer faltar o “ratearme” sin embargo, si había un día y me levantaba sin ánimo de asistir tenía la libertad de poder elegir si asistir o no, el tema es que nunca faltaba, siempre tenía mi responsabilidad hacia mis compañeros incluso por los grupos de estudios”.

“Al terminar el secundario, yo tenía tres pasiones, dibujar, la música y clases de inglés. Así decidí seguir mis estudios, ingresé en el profesorado de inglés, ya que tenía la idea de seguir dos carrearas al mismo tiempo, pero cuando ingresé al profesorado de inglés las horas cátedras eran terribles, todo el día internado para estudiar nada más, a veces leía libros de lectura muy pesadas y en unos días ya estaba comido, para eso estaba todo el día”.

 

Dónde apareció la música

“Primer grado y el momento exacto fue, en la casa de mi abuela Iripina, un combinado, un mueble alargado donde la función era doble, mueble y sistema de sonido, en este caso un tocadiscos con parlantes incluidos, en casa de mi abuela estaba este combinado presente, y siempre lo vi como una simple mesa, con colores llamativos y telas brillantes”.

“Uno de tantos días, mi tío lo arregló y lo pone a funcionar, se nota que tenía cantidad de discos guardados, entre ellos, vinilos de Vox Dei, Almendra, Sui Generis, Deep Purple, Pink Floyd, Jimi Hendrix y el primero que agarré, Rubber Soul, de The Beatles. Mi tío me enseñó a colocar el vinilo y ese en específico comienza con un solo de guitarra y bajo, fue un momento clave para mí, escuche eso y quede hipnotizado, sentí dos sensaciones antagónicas, una familiaridad y al mismo tiempo algo totalmente nuevo, después del primer tema musical, vino el siguiente que tiene un instrumento de la india, una novedad auditiva y que, desde allí, no dejé de escucharlos, mis héroes desde pequeños. Era llegar a mi abuela y ponerme a escuchar ese vinilo hasta el hartazgo”.

“En ese entonces era solo escuchar y admirar, nunca se me pasó por la cabeza aprender a tocar un instrumento, me gustaba más que otra cosa, dibujar, muchas horas dibujando y entre los primeros grados de la primaria, historietas, historias y clásicos. Al cambiarme de barrio, del 499, pasaba mucho tiempo solo y venía con esa creatividad del barrio anterior, era mi refugio”.

 

Primera banda

“Una vez un profesor andaba buscando gente para reclutar y formar una banda escolar en este caso de la casa salesiana, preguntando aula por aula, dio conmigo por un compañero; yo tocaba el teclado y aprendía todo de oído, mi amigo me mandó al frente, pero para bien; fuimos a la catedral para ensayar donde había un órgano doble gigante que yo lo vi y quedé loco de la emoción; probamos unos temas para las misas y así quede, comenzamos con los encuentros, con las misas, y nos fuimos amigando con aquel grupo de músicos, guitarra, bajo, percusión y canto.

Ya habiendo pasado un tiempo, cumplíamos el rol de hacer la música del encuentro y éramos protagonistas de nuestra secundaria, aprendimos y fuimos cambiando el estilo de las canciones, horas pensando en cómo cambiar el ritmo y el estilo de las canciones, aprendimos digamos que sin querer”.

“Profes como Claudia Figueroa, Raquel Fortesa, Aldana Boidi y Verónica Ocampo, esas profes me acompañaron durante toda mi cursada de inglés y aprendí muchísimo de ellas como educación y de la vida, fueron pasos muy importantes para mí para cultivar las cosas de otra forma”.

Caloventores

La banda de la cual los fanáticos y los que no lo son de “The Beatles” disfrutan de la música y acá conocemos el origen de ellos y cómo siguen hasta hoy en día.

“Todo nace en un viaje, pero primero vamos por partes, primero se remasterizaron todos los discos de The Beatles y yo como fanático de ellos, los escuche uno por uno, todo era distinto, con más calidad y color, la magia no cambió era la misma. Yo para aquel entonces ya estaba trabajando y ahorrando logré comprar una bella primer guitarra eléctrica, la que siempre quise tener la “Epiphone Casino” guitarra que usaban The Beatles durante gran parte de su carrera, yo siempre tuve el poster en la habitación, la soñaba, la dibujaba etc”.

“Siempre me rencontraba con gente que me recordaba a The Beatles, con otra banda hacíamos canciones de los ochenta, ya separada la banda, hablé con el baterista en un viaje a Calafate y le dije a Darío, que quería hacer música de The Beatles; me gusto siempre y creía que era la edad y el momento justo, para agradecerle a la vida haberme puesto a este grupo de música frente a mí y el amor a la música”. “Comencé a juntarme con Darío, practicar algunos temas, se sumó el bajista y el guitarrista, ensayos dos veces por semana, y era mucho el trabajo que llevábamos a cabo para salir bien en vivo, selección intensa de canciones entre filtros y demás. La primera vez que tocamos fue en octubre hace siete años más o menos en Russia, la respuesta de la gente fue automática, me llenó de alegría ese día, un proyecto que pensé que iba a durar muy poco, sinceramente subestime al gusto musical de Río Gallegos. Luego de esa presentación nos empezaron a llamar de otros lugares para que nos presentemos, siempre un montón de gente copada se acercaba a vernos, nos invitaron a entrevistas, sesión de fotos, canal de televisión, interior, como Calafate, Chaltén. Se generó algo muy lindo haciendo lo que nos gustaba, estamos súper contentos hoy en día, en esta ciudad e interior, hay banda y músicos increíbles que dan todo, soy fan de muchos de ellos que sinceramente me llenan de orgullo, un nivel como cualquier otra banda nacional o internacional”.

Música

“Las dos cosas se dieron en paralelo, inglés y música, aquellas bandas del secundario se fueron desapareciendo, dejé de lado el dibujo para encarar la música de otro punto, solitario, en casa, oído y guitarra se fueron llevando mejor. Horas viendo acordes, aprendiendo las formas, era eso o nada, profundicé y agudicé el oído para exclusivamente la guitarra”.

“Pasaba los acordes del teclado hacia la guitarra hasta encontrar la melodía ideal, luego de muchas horas y al mismo tiempo estudiando, era un recreo que me daba como un lujo”.

“Al tiempo volví a una parroquia para investigar un poco, me encontré con jóvenes talentosísimos, nuevamente para formar una banda de misas, eran grosos, pero yo quería algo más, les propuse de armar una banda, y la puedo considerar como la primera banda de rock “El Sexto Día” banda netamente local. El rock era la movida del momento y empezamos a trabajar en ello, escuchábamos Oasis y toda esa música de tipo Brit Pop, bandas de rock similares a The Beatles pero con aires nuevos, pasamos un año entero solo ensayando, los chicos que eran más jóvenes que yo, tenían el nivel de perfeccionismo igual que yo, tal así, que no querían tocar un tema hasta no saberlo correctamente todo”.

“Con ellos me di el lujo de tocar en varios lugares y sentirme parte de una banda propia y para la gente que nos escuchaba, luego los caminos nos separaron, hoy en día todos profesionales y repartidos por todo el mundo, tocando música tan increíble que cada vez que los veo y me reencuentro con ellos me da vergüenza tocar con ellos por la profesionalidad”.