Economía

El 82% de los usuarios de medicinas prepagas, buscan alternativas de cobertura más económicas

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  • 11/10/2020 • 09:00

En los primeros meses de cuarentena, impuesta desde marzo de 2020 en Argentina, comenzaron los roces entre el sector público y privado. El sistema de salud del país; compuesto tanto por instituciones públicas como privadas, quedó en el centro de la escena política. Y la pregunta que recorrió la mente de una gran parte de los argentinos fue, si la política se ocupó de tener un esquema de atención capaz de cubrir las necesidades de miles de casos que, ante las noticias que llegaban del viejo continente, se preveía que aparecerían y sería necesario atender. 
El gobierno, atento a esta situación intentó medir el tipo de control que lograría tener sobre el sistema de salud privado y la colaboración que se podría esperar ante el creciente número de casos de Covid 19. Antecedentes existían. Países como Irlanda, Francia o España, estos últimos en menor medida; pusieron sus recursos a disposición del sistema estatal. Finalmente, no hubo conflicto y se estableció una mesa de coordinación. La preocupación del gobierno no era menor: Asegurar el abastecimiento de insumos estaba ante escrutinio público y no se podía fallar. 
Pero más allá de las vicisitudes políticas, y pujas entre lo público y lo privado, la crisis económica que trae aparejado el confinamiento, se refleja en datos que toma el diario Perfil de una encuesta que nos señala que el 82,2% de afiliados a prepagas buscan bajar el costo de su cobertura, o que lo haría si se mantiene dicha crisis. Estos datos preocupan al sector empresario y los costos de las distintas prepagas es discusión natural en cualquier charla de café. La emergencia sanitaria no sólo implica que muchos revisen sus cuentas personales, sino que además tiene impacto real en las capacidades de pago, o incluso en la real dimensión de la cantidad de posibles usuarios del sistema. Para graficar la situación, la caída del empleo formal es del 3,4% interanualmente. Esto implica un retroceso de aproximadamente 400.000 empleos formales. El impacto en el negocio de las prepagas, y las estimaciones sobre sus abonados puede resultar crítico. Ya que más del 70% de los mismos se calcula proviene del sector privado. 
El panorama que se cierne sobre el empresariado de las prepagas, completa las malas noticias con una estimación de la publicación en el medio local, El Economista donde señala, según este medio, que el salario real está en su menor nivel en 18 años. Este combo, hace presagiar un futuro especialmente incierto, donde claramente los usuarios de medicina prepaga buscarán revisar sus costos indefectiblemente. 
Durante el primer semestre del año, las discusiones salariales estuvieron en segundo plano. Pero desde el inicio de la segunda etapa del 2020, los asalariados van en búsqueda de recuperar poder adquisitivo. El escenario está listo y el telón se abre, resta por observar a los actores.