Historia

Dos incidentes aéreos históricos en Santa Cruz que pudieron ser una tragedia

La historia aeronáutica de la provincia quedó marcada por dos accidentes aéreos. Errores de cálculos que pudieron haber costado vidas pero que, por suerte, quedaron en daños materiales. Hay un trabajo histórico que se encarga de archivar este tipo de hechos.

  • 09/10/2021 • 07:45
El avión quedó destruido.
El avión quedó destruido.

Sin dudas, durante estos últimos meses y a través de este suplemento hemos ido recorriendo, tanto quien escribe como el lector, diferentes puntos de la historia de Santa Cruz. No solamente rompimos esa barrera que divide al emisor del receptor, muchas veces conocida (a través del teatro y el cine) como la famosa “cuarta pared”, atravesando en algunos casos muchos de los límites que uno cree que se encuentran en la gráfica sino que, además y a través de estas páginas, hemos ido encontrando diferentes historias de la provincia. En algunos casos del saber popular y otras un poco menos conocidas, casi del “underground” se trata de hechos verídicos que han quedado grabados en los libros de la provincia patagónica. Esta historia quizás sea una de ella. Durante la búsqueda, casi siempre nocturna a través de foros, páginas de archivo y diarios viejos, llamó la atención una fotografía en blanco y negro de un avión completamente destruido. Ese aeroplano se convirtió en la punta que fue tirándose hasta ir encontrando que en Santa Cruz ocurrieron dos incidentes aéreos importantes y que afortunadamente, no tuvieron víctimas fatales. Todos ellos se encuentran debidamente documentados a través de páginas dedicadas a la aeronáutica, donde se detallan con lujo de detalles desde el tipo de nave, hasta la tripulación que viajaba y las causas del accidente. Casi como una ficha obsesiva, los aficionados anglosajones explican con lujo de detalles lo sucedido. Sin duda, un mundo fascinante que es muchas veces ajeno al vecino de a pie pero que este medio intentará acercar.

 

El primer incidente aéreo ocurrió en la localidad de Puerto Deseado, un 3 de junio del año 1951. El avión que se vio involucrado fue un Douglas c-41, bajo el registro LV-AGE. El incidente ocurrió durante el aterrizaje a menos de diez kilómetros del aeropuerto de aquel entonces. Según quedó asentado en los registros, el avión se acercó de manera veloz y tocó suelo sobre su motor derecho 200 metros del umbral del corredor. Luego de viajar 120m sobre la rueda derecha, el avión volvió a levantarse y tocó suelo de nuevo, también sobre el motor derecho. Intentó remontar vuelo, pero por un error de cálculo del piloto –que no supo ver la distancia para el aterrizase- sumado a las condiciones climatológicas desfavorables, hicieron que el avión se salga del perímetro y terminara estrellándose. Es este vuelo quizás el menos documentado de los dos.

La aeronave intentaba un despegue nocturno en el último tramo de un circuito iniciado dos días antes en Ezeiza, con escalas en todos los aeródromos de la costa atlántica. Después de una carrera de unos 600 metros, se elevó en una suave curva hacia la izquierda pero golpeó el suelo nuevamente fuera de la pista, derrapando hacia la derecha. El impacto rompió el puntal del tren de aterrizaje izquierdo y la aeronave se detuvo después de viajar unos 96 metros. Se produjo un incendio en la góndola del motor izquierdo y no se pudo apagar debido a la falta de equipo de extinción de incendios adecuado en el aeródromo. Los cuatro miembros de la tripulación y un pasajero a bordo no sufrieron lesiones en el momento del accidente. Este hecho quedó mucho más registrado que el anterior, siendo liberado el 17 de noviembre de ese año bajo el número de reporte 494. Según se detalló en ese momento, el avión estaba operando con un peso de 10.268 kgs, por debajo de lo autorizado por la compañía para los despegues en este aeródromo. La carga- señala el documento que únicamente se consigue en inglés y este medio tradujo- señala que la carga fue distribuida de manera apropiada según lo especificó la compañía. Esa noche durante la rutina antes del despegue, se realizó el chequeo de acuerdo a las regulaciones de la compañía. Todo señalaba que estaba funcionando de manera normal, excepto por un pequeño indicador que alertaba de un “overspeed” (algo así como un pase de la velocidad) en el motor izquierdo. El despegue siguió su rutina, no pudiendo ser visibilizado por la torre de control. El piloto empezó a maniobrar, empezando a ver una tendencia del avión de girar hacia la izquierda justo después de acelerar los motores para encenderlos, llegando a un punto en que ese giro no podía ser detenido. Viendo esto, el piloto intentó aterrizar dentro de los límites del aeródromo reduciendo la energía del motor derecho, golpeando el avión el suelo de manera violenta en unos de sus laterales. Tras esto, el motor izquierdo –que venía fallando- se salió de su montura prendido fuego, quedando fuera de servicio. La nave viajó 96 metros desde el punto de impacto, rebotando y golpeando una vez más.

No hubo heridos.

 

La investigación reveló lo siguiente:

* El clima no interfirió: La velocidad del viento no tuvo nada que ver con el incidente. No puedo haber tenido nada que ver con la tendencia del avión de comenzar a girar hacia uno de los lados.

* El bloqueo de seguridad del aterrizaje estaba alineado de manera normal.

* Partes del motor que se prendieron fuego no permitieron chequear si estaban funcionando correctamente los sistemas de carburaciones e igniciones, pero inspecciones posteriores no revelaron nada fuera de lo normal. Tampoco se pudo estudiar los sistemas eléctricos.

La única causa probable -estima el informe- es que cuando el piloto decidió frenar el despegue ya era demasiado tarde, ocasionando el incidente.

Accidentes aéreos

La JST como autoridad de aplicación del Anexo 13 (Investigación de accidentes e incidentes de aviación) al Convenio de Aviación Civil (Chicago 1944), realiza las investigaciones técnicas de los sucesos acaecidos en todo el territorio nacional de aeronaves civiles. Asimismo, la JST participa como representante del estado argentino en investigaciones de aeronaves argentinas en el exterior.

El proceso de investigación consta de cinco etapas las cuales están enmarcadas en el modelo sistémico de investigación, lo que permite abarcar diferentes puntos de vista y elaborar recomendaciones sobre seguridad efectivas y oportunas; ya que la finalidad última de la investigación de accidentes de aviación es evitar la repetición de sucesos contribuyendo a la seguridad de la aviación civil. Etapas de la investigación:

Notificación de sucesos

  • Traslado al lugar del suceso

  • Coordinación organismos de seguridad, SAR.

  • Protocolos de resguardo de restos

  • Activación de PRAM

 

Trabajo de campo

  • Recopilación de datos y evidencias

  • Asistencia a familiares de víctimas.

  • Notificación organismos internacionales (OACI, ARCM).

 

Análisis y ensayos

  • Solicitud de información, entrevistas.

  • Ensayos de laboratorio.

  • Proyectos de informe.

  • Reunión de partes.

 

Informe de seguridad operacional

  • Calidad de la información.

  • Notificación y publicación.

 

Seguimiento de recomendaciones de seguridad

  • Seguimiento efectivo.

  • Análisis de respuesta y cumplimiento.

  • Publicación de estadísticas.