Columna del domingo

AsPeDi, voluntarios que ayudan y orientan a los diabéticos

Por Claudio García, Presidente de AsPeDi (Asociación de Personas con Diabetes).    

  • 11/05/2025 • 16:30

AsPeDi (Asociación de Personas con Diabetes) lleva ya 27 años en Río Gallegos y es una de las instituciones más antiguas de la ciudad, con un importante número de asociados, que abarcan un rango de edades que va desde los tres años hasta los noventa. Mayoritariamente tenemos pacientes adultos, abuelos. 

Disponemos de atención médica a través de generalistas, podólogos, especialistas en diabetes, enfermeras y otros profesionales. Estamos ubicados en el boulevard de calle José Ingenieros número 42, frente a Lalcec y Appadi, en una sede donde llevamos más de dos décadas. Antes funcionábamos en el edificio del Hospital Regional.

A quienes tenemos esta patología nos preocupan sobremanera los ojos y los pies. El tema del pie diabético es central y merece mucha atención y cuidados. Allí cumple un rol destacado la podología. Siempre necesitamos poner la lupa en varios datos de alarma, como hormigueos o cambios de color o temperatura, descamaciones, úlceras, callosidades, falta de sensibilidad o problemas en las uñas.

Con la vista nos pasa lo mismo. Los desequilibrios del organismo pueden provocar alteraciones que descontrolen la presión ocular y provoquen glaucoma en los pacientes.

La glucosa, el azúcar en sangre, es un índice que no debemos permitir que se nos dispare. Hay que controlar todo para prevenir. Nosotros hablamos del paciente “experto”, el que se conoce a sí mismo mejor que nadie para auto cuidarse y auto abastecerse eficientemente.

Existen tres tipos de diabetes: la tipo 1, que requiere insulina; la tipo 2, que además de insulina precisa remedios como la metformina y la tipo 3, conocida como gestacional, que en un embarazo suele desaparecer con el nacimiento del bebé.

En AsPeDi promovemos tareas recreativas como viajes más que nada para que los pacientes interactúen entre ellos, aprendan de sus vivencias y se saquen muchas dudas. Todo esto lo hacemos con la guía de reconocidos profesionales que sirven como orientadores en temas fundamentales como la alimentación.

Nos interesa que el diabético pueda cocinar con lo que tenga, sin esas restricciones totales que siempre son contraproducentes. Todo se puede hacer de manera que no perjudique, para poder disfrutar de la comida y regalarse ese momento. Hay que perderle el miedo a ciertos mitos. Combinar o mezclar sin eliminar, porque las prohibiciones habitualmente duran poco y terminan mal.

La insulina, remedio esencial para nosotros, está realmente muy cara. Sin obra social la dosis más barata cuesta 170 mil pesos y algunas llegan a superar el medio millón. Hay distintas variedades, con grandes diferencias entre ellas. Siempre hay asperezas con las obras sociales por quitas o por remedios a los que no les reconocen descuentos. Es una pelea permanente.

La totalidad de los miembros de la Comisión Directiva de AsPeDi somos voluntarios. Estamos siempre en contacto con gente de nuestro interior provincial y no hacemos recorridas sólo por falta de fondos, pero es algo que nos gustaría mucho.

Hay un vínculo permanente sobre todo por video llamada, hecho que se profundizó desde la pandemia. Hacemos reuniones cada quince días y formamos una cadena de ayuda para todos los que en cualquier localidad precisen insulina, que siempre es lo más requerido.