Ordenanza a modificar

A pesar de las prohibiciones, las familias hacen uso de las lagunas congeladas

La creación de la Reservas Naturales Urbanas (RNU) en la ciudad ha generado algunos temas de discusión, principalmente respecto al uso de los espejos de agua en época invernal, ya que se convierten en espacios de recreación para las familias. ¿Se puede modificar la ordenanza o general un plan de manejo para la época de invierno? Hoy la recomendación es “no patinar”. 

  • 24/06/2024 • 11:25

El uso de los espejos de agua en en Río Gallegos es parte del acervo cultural de la ciudad, incluso, sin ir más lejos, el trineo es patrimonio inmaterial de la provincia de Santa Cruz a raíz de la gran injerencia que ha tenido en la vida de las personas que crecieron en esta parte del mundo. Si bien en las últimas décadas, los inviernos no han sido tan fríos, generando algunas dudas respecto a la seguridad en el uso de las lagunas, lo cierto es que las familias no atienden sobre la peligrosidad que podría generar la presencia de personas sobre el hielo.  

Por otro lado, vale la pena mencionar que la Ordenanza N°6762 promulgada el 18 de septiembre del 2009 crea el Sistema de Reservas Naturales Urbanas designando como autoridad de aplicación a la Agencia Ambiental Municipal. Entre sus atribuciones tendría a cargo “el establecimiento de regímenes sobre accesos, permanencias, tránsito y actividades recreativas en el sistema y el contralor de su cumplimiento”. Además, en el articulado referido al plan de manejo plantea “los usos tradicionales y no tradicionales del suelo, los espejos de agua, su fauna y su flora”, por lo que debemos entender que la responsabilidad hoy recae en su totalidad en el municipio.

Atendiendo esta cuestión, en 2016 el HCDRG aprobó una resolución presentada por el entonces concejal, Martín Medvedovsky, la cual consideraba la necesidad de “establecer mecanismos de seguridad hacia los constituyentes que utilizan en época invernal las distintas lagunas”, al mismo tiempo que explicaba que “la Municipalidad deberá comprometerse, a través del área que considere correspondiente, a regular la habilitación de estos espacios recreativos”. Dicha resolución especificaba que el departamento ejecutivo debería “proceder con un sistema de señalización con banderas, carteles o estructuras lumínicas y su posterior colocación en las lagunas”, además de solicitar “la confección de cartelera informativa estableciendo bandera o luz roja (prohibido patinar) o bandera o luz verde (permitido patinar)”. 

En esta ocasión, ante la llegada de un nuevo invierno, nuevamente se pone en debate la responsabilidad de los usuarios, quienes desatienden las ordenanzas vigentes y la cartelería instalada en los espejos de agua, volcándose al uso recreativo de los mismos. 

Daniel Baker, titular del área de Gestión Ambiental Municipal, habló con TiempoSur sobre el uso de las lagunas de las RNU, donde explicó que “sabemos que son actividades que, como el clima acompaña, sobre todo como está siendo por esas horas,  la gente realiza y las cuales no generan impacto en lo ambiental en las RNU”, y continuó: “Lo que pasa es que cuando se hizo la ordenanza, especialmente el plan de manejo, se planteó desde el lado del conservacionismo, algo que a nosotros nos parece muy bien, pero no se tuvieron en cuenta las otras aristas, como en este caso el uso recreativo”. 

Comentó que la Agencia Ambiental “no tiene cuerpo de inspectores, ni poder de policía, atendiendo la preservación del área en su naturaleza y respecto al uso hacemos un trabajo de prevención. Ya hemos sacado alguna campaña en redes sociales”. De todas maneras, Beker adelantó que “se plantea la posibilidad de que si el clima sigue así, pueda organizarse una actividad en conjunto con el municipio, para hacerlo de forma cuidada, aunque estamos analizando la situación porque uno no puede recomendar a la comunidad algo que está prohibido por ordenanza”. 

Por último, el funcionario aseguró que “se continuará recorriendo las lagunas, analizando el uso por parte de los vecinos y vecinas, y veremos si se puede dar la posibilidad, durante las vacaciones de invierno, de hacer alguna actividad y apuntar a la conservación y la educación ambiental”.