En Santa Cruz

Cómo funciona el Hogar de Cristo, que acompaña a jóvenes adictos a sustancias psicoactivas

Funciona desde hace tres años en Río Gallegos y esperan crear otro en un barrio periférico y en Caleta Olivia. Reciben a jóvenes de todas las edades, pero también adultos en situación de vulnerabilidad. El predominio del alcohol. La cooperativa,  la "Casa Amigable" y casa-taller para inserción laboral. El consejo que le dio el Papa al coordinador del centro, Héctor  Silva.

  • 07/05/2019 • 10:39
"No es un lugar en el que se derive a los pibes sino que se los acompaña".

En Mendoza 343 funciona desde hace tres años (cumplidos en marzo) el Hogar de Cristo o Centro Barrial de atención de adicciones (CACS) en Río Gallegos, que integra los 160 en 19 provincias y que es monitoreado por Cáritas y Pastoral de Adicciones y financiados por la SEDRONAR.

El Obispo Jorge García Cuerva -como adelanto este medio- pedirá al Papa Francisco I multiplicar estos espacios en Santa Cruz, particularmente en Caleta Olivia.

En la capital santacruceña, la Coordinación esta cargo de Héctor Silva. Nacido en Río Gallegos, migró a Buenos Aires para capacitarse durante 10 años e incluso participó en el primer Hogar de Cristo "Alberto Hurtado" en la Villa 21-24 Zabaleta (Ciudad de Buenos Aires), con el reconocido Padre Pepe Di Paola, quien es el presidente de la Familia Grande de Hogares de Cristo.

-TS: No es centro que controle a los jóvenes que acuden en busca de ayuda.

Es un centro barrial que funciona desde las 10:00 hasta las 18:00, donde se puede  almorzar y pegar un baño. La idea es que cada uno asume un rol. Anotan en la pizarra -por ejemplo- quién va a lavar los platos, limpiar los baños, el salón. Es como una casa de familia que uno entra y se siente parte de esto.

También hay actividades recreativas. Hoy juegan al fútbol en la cancha de Ferro, que nos facilitan, hay talleres de murga, arte, teatro.

Otro dispositivo más residencial es llamado "Casa Amigable" en donde viven algunos chicos que hacen un proceso. Cada uno tiene un objetivo particular, como un tratamiento ambulatorio en SETRIPCO  (Servicio de Tratamiento Integral para Patologías del Consumo) y la casa ayuda a sostener ese tratamiento. Para otros será  empezar a vincularse en el mundo laboral -porque estando en la calle es imposible  que puedan empezar a trabajar- o a otros empezar a estudiar. 

 

-En la Patagonia, Santa Cruz tiene un alto grado de consumo de sustancias psicoactivas, pero también de alcohol. Esto se ha incrementado en los últimos años.

Nosotros creemos que sí, pero lo que fundamentalmente predomina en la Patagonia Austral es el consumo de alcohol. Sobre todo en las personas de vulnerabilidad psicosocial.

No es una situación particular, abarca todas las edades y predomina el alcohol.

 

-Además de alcohol, ¿qué otras problemáticas encontraron?

Pastillas, medicación farmacológica. Además de cocaína y marihuana, son las sustancias que se ven. Como predominante, es el alcohol, que es lo que más al alcance tienen los chicos.

 

-Es decir, que no solo acuden chicos.

No. Mujeres y adultos. Pero también personas que por ahí no tienen un consumo problemático, pero están solos, que no tienen trabajo o atraviesan una situación más de soledad o vulnerabilidad. Por eso decimos que el centro barrial es la familia grande el Hogar de Cristo. Es la familia en la que nadie te va a juzgar, o hacer algún cuestionamiento. Un lugar donde se te perdona, donde estás en un ambiente amigable. Cuando un pibe ingresa acá es otro clima, no es un lugar donde

hay admisión, donde te vamos a evaluar a ver si podés entrar o no. Cuando estábamos en Buenos Aires, Bergoglio nos dijo dos cosas: "Reciban la vida como viene y pónganle cuerpo al cuerpo", que supone  acompañar a un pibe para que lo atiendan en el hospital y acompañarlo tres o cuatro horas, a hacer un trámite del DNI. No es un lugar en el que se deriven a los pibes sino que se los acompaña.

El fin de semana, nos pasó que un pibe se intoxicó en la Ría. Estaba tirado y tuvimos que llevarlo a que se desintoxique. Por eso tenemos también la figura de "acompañantes pares", que son los mismos que estaban más avanzados que  los acompañan y ayer lo acompañó al chico toda la noche en el hospital. Es un poco eso: Sentir que uno puede hacer algo por el otro, que no es una mirada asistencialista.

Tenemos una casa-taller que la inauguramos cuando cumplimos tres años en marzo,

llamada Ana María “Puchi” Vivas, que fue una colaboradora del ex Hogar y ex directora de la casa Juan Domingo Savio.

Es una casa-taller, que tiene un convenio con el EPJA N°1 para los pibes que no han terminado la escolaridad. Es un espacio educativo pre-laboral.

 

-El Obispo pedirá al Papa que se multipliquen estas casas. ¿Qué saben de la situación en el interior provincial?

En relación a que se puedan ir generando otros espacios, estuvimos hablando en Caleta Olivia. Sería allí el próximo centro barrial. El espacio lo estamos charlando, pero también en Río Gallegos  viendo la posibilidad de otro centro en una zona, como por el Bicentenario o San Benito. Estamos pensándolo de a poquito. Un poco en esta mística de pensar los centros como bienes territoriales.      

 

-No significa que la casa, por depender de la iglesia, los chicos deben formar parte de la religión católica.

Es opcional, no es coercitivo. Participamos de algunas actividades, alguno quiso tomar la comunión, alguno  trajo a su bebé y lo bautizó. Cuando hablamos de recibir la vida como viene, como nos dijo Bergoglio, recibimos  personas que no creen en nadie y en nada,  y otros participan en iglesias evangélicas. No es algo que excluya.

 

LA AYUDA EN TODOS LOS FRENTES

-El Hogar recibió a la fecha más de 200 chicos y en la actualidad acompañan a cerca de 50.

-En la "Casa Amigable", que sostiene el tratamiento, hay siete chicos.

- La casa-taller llamada Ana María “Puchi” Vivas, inaugurada en marzo, los ayuda a terminar los estudios.

-Crearon la Cooperativa "Ceferino Namuncurá", que es una respuesta "laboral" y es una "innovación" ya que no existen cooperativas. El objetivo -explicó Silva- es promover la figura de acompañantes pares. "A muchos pibes les cuesta sostener un trabajo más formal", indicó. "El año pasado pegó un trabajo y le duró dos días, porque le cuesta sostener eso. Entonces la Cooperativa y el acompañamiento hará que puedan sostenerse e incluirlos también el mundo del trabajo", relató.

 

"Nuestro lugar es la sugerencia, el consejo, nunca el control"

..."No se puede pensar en una recuperación plena e integral si quien consume está solo, vive en la calle o no tiene DNI que le permita tramitar los beneficios sociales o acceder a cualquier institución sea pública, de salud o social. Sin esas condiciones básicas resulta imposible que alguien pueda pensar en re-armar su vida. Es por esa razón que en los Centros Barriales acompañamos todos los aspectos de la vida de la persona", explica el  sitio  hogardecristo.org.ar. "Y como trabajamos de una manera integral, respetamos los tiempos y la libertad de cada uno, de cada una. Nuestro lugar es la sugerencia, el consejo, nunca el control. A diferencia de tanto modelo de éxito estandarizado que parece ineludible, priorizamos el acompañamiento con la convicción de que son la paciencia, la cercanía, el afecto y la dedicación los que educan, sostienen y orientan.

Así, comprendemos al Centro Barrial como un hogar alojador, donde la presencia cercana y el testimonio de quienes han transitado ya el camino propuesto se vuelcan al servicio de los y las que recién empiezan. Esto posibilita la construcción de un entramado de relaciones. Es con las otras personas que se favorece la construcción de un lazo social que permite hermanarse, sentirse parte. La familia ampliada, la comunidad, la parroquia, el barrio resultan fundantes del desarrollo individual"....

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