Pañuelazo para separar Iglesia del Estado en la asunción del Obispo

Jorge Ignacio García Cuerva fue designado por el Papa Francisco como nuevo Obispo de la diócesis de Río Gallegos, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Su misa de asunción será este sábado 23 de marzo a las 11:00. La diócesis hizo una invitación a la comunidad para asistir al inicio del Ministerio Episcopal. En contraparte, el MST y Juntas y a la Izquierda organizaron para esa misma hora frente la Catedral un pañuelazo “naranja”, para reclamar por la separación de la Iglesia del Estado. Se trata de una consigna que han llevado adelante en el último tiempo diferentes organizaciones sociales a nivel nacional, adoptado un paño similar al verde (a favor de la despenalización del aborto) y que ha ido ganando terreno de a poco. Incluso se han realizado apostasías colectivas para desafiliarse de la fe católica. Sin duda otro reclamo que traerá repercusión y que divide aguas tanto en quienes son creyentes y aquellos que esperan que el Estado no financie la religión.

En este sentido, TiempoSur se comunicó con Tanya García, una de las referentes de las agrupaciones que se encuentran organizando la iniciativa. Reiteró que desde hace tiempo el reclamo viene de la mano con la despenalización del aborto, siendo una lucha colectiva que encaran y esperan tenga una repercusión en el Congreso.

“En el marco de esta pelea estuvimos con las apostasías colectivas y el petitorio de la consulta popular vinculante por el aborto. En este año en particular, queremos empezar el año con el primer pañuelazo naranja de la ciudad”, indicó en diálogo con este medio.

Sostuvo que durante la asunción estarán las autoridades eclesiásticas, por lo que “nos parece que es una buena oportunidad para llevar el reclamo hacia ese lugar”.

El reclamo contra la Iglesia católica es histórico y el enfrentamiento que han tenido con esta arista eclesiástica lleva tiempo. Acusan a la misma de estar en contra de los derechos de la mujer, oponiéndose a cuestiones como la interrupción del embarazo. “La Iglesia católica ha estado en contra de los derechos de las mujeres y disidencias sexuales en toda la historia de la humanidad. También ha acompañado procesos históricos horribles en distintos países. En nuestro país estaban algunos participando activamente de actividades en los campos de secuestro”, reiteró la entrevistada.

La apostasía fue ganando territorio al mismo tiempo que se planteaba el debate sobre el aborto. De manera paralela -y con color propio- se organizaban renuncias en masa a la Iglesia. Se trata de un trámite en el que debe dejarse constancia de la voluntad de abandonar la Institución, que luego es enviado a la Iglesia. Si bien en números chicos no mueve la aguja, se trata de la legitimización de un reclamo.

“Que la gente salga y se desafilie hace que pierdan legitimidad social. Le queremos reclamar al Estado que deje de subsidiarlos” sostuvo la entrevistada.

Además, acusó a la institución de encubrir casos de abuso y pedofilia.