Profesionales que no frenan y que siempre se innovan

Este 25 de agosto se celebra el Día del Peluquero, una de las profesiones más antiguas que no solo le ocupan del cuidado de la estética, sino además de la salud capilar.

Fue a principios del siglo XVII que comienza a mencionarse en los documentos a los peluqueros, aunque se puede considerar al tensor romano, barberos y fabricantes de pelucas en la Edad Media en Occidente, como verdaderos peluqueros en el sentido de peinadores porque eran ellos los que cuidaban el cabello, cortándolo con armonía con la conformación de la cabeza y de acuerdo al rostro de las personas, ciñéndose a la moda de la época. También afeitaban, teñían el cabello y trabajaban en el cuidado de las uñas. Los tensores encargados de este oficio eran por entonces esclavos de magnates romanos. Luego, la historia del peluquero en Occidente y su evolución se trazó comparativamente a la artesanía con muy pocas variantes, la misma de todos los países.

A comienzos del reinado de Luis XIV, como en anteriores reinados, los grandes señores confiaban el cuidado de sus cabezas a sus ayudas de cámaras, y los peluqueros debían conformarse con cortar el cabello a la gente del pueblo. Es por entonces que aparecían los peluqueros de señoras, profesión que, según ellos, pertenecía a las artes liberales, mientras que la de simple tensor pertenecía a las artes mecánicas. En cuanto a la parte de damas, las proscripciones del Concilio de 1605 que prohibía a los hombres arreglar el cabello a las mujeres, y condenaba a las mujeres que contravinieran esta prohibición. No obstante, antes del reinado de Luis XIV, hubo algunos peluqueros con fama de artistas a los que acudían damas para hacerse peinar. 

En la Argentina, la agremiación tiene fechas para mencionar que llenan páginas en la historia del peluquero. No se puede pasar por este 25 de agosto, fecha en que se ha universalizado la profesión.

Este día se recuerda la Santificación de la Iglesia Católica de Luis IX, Rey de Francia, quien gobernó de 1261 a 1270, y que en su reinado jerarquizó a su peluquero declarándolo hombre libre, equiparándolo a los caballeros, jueces, médicos y magistrados, autorizándole el uso en su atuendo de un espadín que era símbolo de tal distinción.

Por primera vez la celebración de este día se remonta al año 1877 con un baile realizado en el Teatro Coliseo al cual asistieron 400 personas, el día que se creó la Sociedad de Barberos y Peluqueros. Este festejo fue organizado por Domingo Guillén, peluquero y a la vez Director Propietario del órgano “El Peluquero”, publicación quincenal en su primer año de vida y que en su edición número 2 del mes de agosto de 1877, da cuenta del mencionado acto.

Trascurren los años y por la inquietud de hombres que fueron acrecentando la organización, llegaron al Congreso Nacional de Peluqueros realizado en el año 1940 en la ciudad de Pergamino, convocado por la ex Federación Argentina, y en su magna Asamblea oficializó definitivamente el día.

La peluquería hoy

La profesión ha sufrido cambios en los últimos años. Antiguamente las peluquerías eran lugares destinados al corte de pelo o el afeitado, y eran de hombres o de mujeres. En la actualidad su gran mayoría son unisex, y se han convertido en centro de belleza, en donde a los tratamientos capilares se les sumó otros servicios como depilación (cera caliente, cera fría, laser), masajes, prótesis capilar, tratamientos anticaída, maquillajes, estética, bronceados personalizados, venta de productos de belleza, entre otros, lo que significa que los profesionales del pelo deben extremar sus saberes.

Al respecto, Gabriela Turrá, referente del salón C y G Estilo Personalizado de Río Gallegos, puntualizó que esta fecha es muy importante para ellos por el reconocimiento que se ganó su profesión. Afirmó que es una realidad que hoy en día deben estar más preparados y con más estudios porque años anteriores quizá muchos temas eran pasados por alto: "La concientización de nuestra profesión y el auge que está teniendo nos resulta muy positivo".

Consultada sobre cómo se comenzó a fusionar en el salón, distintos servicios que no son exclusivos del corte de pelo, Gabriela remarcó que los distintos departamentos que tiene la peluquería son muy amplios, y todas las áreas demandan de mucho estudio. Cuando se trabaja en bardaría, ejemplificó, se debe ser consientes de trabajar con productos descartables, utilizar y trabajar con los elementos que corresponden dado que el peinado o alisado el día de mañana no terminen en una problemática de salud: "La conciencia capilar es lo que nosotros tenemos como bandera, el saber qué es lo que le estamos colocando a la persona", dijo.   

Gabriela junto a su equipo de trabajo de C y G Estilo Personalizado remarcó que de esta profesión hoy en día dependen muchas familias, ya que se convirtió en una salida laboral.