Relato de Vida

"Hice mis estudios para dejar un ejemplo a los chicos que se puede hacer"

Así lo afirmó a TiempoSur , Blasinda Sáez, una vecina de nuestra ciudad, que llegó a Río Gallegos hace 32 años, pero de quien hoy quisimos conocer su historia porque ella decidió con 64 años terminar sus estudios primarios y secundarios, para darle un ejemplo a sus hijos y nietos que "aunque uno sea grande, con esfuerzo, se puede hacer".

  • 09/06/2018 • 16:27

Blasinda Clide Sáez tiene 82 años y hace más de 30 que vive en nuestra ciudad. Tiene 6 hijos, cuatro mujeres y dos varones, muchos nietos y 3 bisnietos.

Blasinda nació en Cholila, Provincia del Chubut, y llegó a Río Gallegos en el año 1985, con casi 50 años de edad.

En este sentido se ríe y nos aclara "no soy de acá, soy adoptada".

En esta oportunidad, nos acercamos a la casa de Blasinda, quien nos recibió acompañada de su nieto Nicolás y con mate de por medio. Todo un ejemplo de vida, de esfuerzo y trabajo para generaciones futuras, porque sin importar la edad se puede, como en este caso, culminar los estudios.

"Vine por trabajo, porque allá era muy duro, trabajando por todos lados para poder sobrevivir. No era vivir, era sobrevivir pero estábamos bien, nada más que acá cuando llegué conseguí un buen trabajo. Me costó un tiempo”.

Tenía 50 años Blasinda cuando llegó a Río Gallegos y nos dice "todavía no los cumplía pero estaba en los 50 años".

Entonces, le pedimos a Blasinda que nos cuente cómo fue esa decisión de venirse a una ciudad más al sur de la Patagonia y nos contó que "la decisión la tomó mi hija mayor, que ella ya vivía acá, y junto con su marido tomaron la decisión de traerme para Río Gallegos".

"Cuando llegué, primero trabajé en el Colegio María Auxiliadora y si bien mi sueldo no era mucho, me alcanzaba para vivir acá, para pagar el alquiler y demás" aclaró al señalar que "después me llamaron para trabajar en judiciales. Entonces, tenía que decidirme por uno de los dos, y ahí fue que elegí quedarme en el Poder Judicial".

"Me jubilé con 16 años de servicios, me jubilaron por edad avanzada", agregó al precisarnos que "primero fue en el Tribunal, y después pasé al Juzgado en el Penal N°1, hasta que me jubilé".

 

Terminar los estudios

"Siempre tuve la idea de terminar mis estudios. Cuando estaba en Cholila, veía que mucha gente iba a la nocturna, que me quedaba de paso cuando iba a un trabajo pero no podía porque tenía que trabajar. Entonces, me decía 'algún día lo voy a hacer’ nos contó y agregó "acá cuando me decidí, ya los chicos eran grandes, no había problema de tener que estar cuidándolos; entonces, eso fue lo que me decidió a empezar a estudiar".

"Empecé porque quería acompañar a mi hijo menor para que pueda terminar el primario. Hasta 6to grado lo hice en Rivadavia, Cholila; y acá terminé 7mo grado en la Escuela 58. Una vez que finalicé, una profesora de la Escuela me dice '¿no querés seguir estudiando?' y le digo que sí, pero ya tenía que ir otra nocturna. Fue así que me anoté en la EDJA 10 para hacer el secundario".

En este momento, Blasinda nos cuenta que en Cholila, como estudió "en una escuela rural, sino salías a trabajar, no te daban certificado de estudios".

Blasinda culmina su 7mo grado con 64 años, y la Secundaria con 67 años, se recibió de "Perito Comercial especializado en términos bancarios e impositivos".

Y fue en este momento, en que le preguntamos cómo fue su experiencia en cursar sus estudios "en el secundario, había chicos de 20, 25 años, yo era la única grande, y yo misma me decía la más vieja", se ríe al comentarnos "creía que no me iban a aceptar pero al contrario me ayudaban. Cuando no entendía algo profesores y compañeros lo hacían".

"Cuando salíamos a recreo, ellos me decían quedate Blasinda y me explicaban lo que no entendía" dijo al precisar que "éramos 35 en el curso".

"Con los profesores también siempre tuve una muy buena relación" y hubo "un compañero, que fue el que más me ayudó porque a mí matemáticas fue lo que más me costó. Me decía Blasinda sino lo entendés dejalo, en el recreo te explico".

"Lo que se necesita es esfuerzo y hacerse a la idea que uno puede" afirmó al contarnos "estudiaba sola, acá en mi casa. Me costaba hacer algunas, entonces las hacía despacito y en una hoja aparte anotaba todo lo que no entendía y lo llevaba a la Escuela y mi compañero me corregía lo que estaba mal".

Y continuó "como me costaba mucho escribir, le dije al Profesor Ordoñez y me dejó que diera las lecciones en forma oral y así me saqué un 9.50. Fue mi nota alta mientras que estuve en el Secundario y fue en Lengua".

"Fue el Profesor Ordoñez quien me dijo de seguir y anotarme en la Facultad, y él me iba a ayudar" contó a lo que le preguntamos qué carrera quería cursar en la Universidad y nos contestó "Abogacía".

"Acá no estaba la carrera, y como para rendirla uno tiene que viajar a distintos lugares, nunca hay un lugar fijo. A veces se va a rendir a La Plata, otras a Buenos Aires, otras a Tierra del Fuego, a todas partes en avión y yo en avión no! No me gusta el avión, yo viajo en colectivo (se ríe mientras nos cuenta). Tardo 3 días pero estoy mejor. Y fue así que no la hice", manifestó Blasinda.

"Me faltó eso nada más para cumplir con todo lo que tenía que hacer. No alcancé a estudiar abogacía", dijo.

Blasinda se jubiló y culminó su secundario el mismo año, con 67 años de vida y fue elegida "como la mejor compañera y también me dieron la medalla al esfuerzo. En 7mo fui abanderada".

"Todo fue muy lindo, porque las profesoras, los compañeros fueron muy buenos", afirmó Blasinda.

 

"Dejar un ejemplo que se puede hacer"

"Hice mis estudios para dejar un ejemplo a los chicos que se puede hacer, aunque uno se grande. Estudiar y se puede terminar. No todo brilla, pero con esfuerzo y sacrificio, también se hacen las cosas", recalcó Blasinda quien estaba acompañada por uno de sus nietos, Nicolás, a quien lo "pincha" para que culmine su carrera universitaria.

"No veo la hora que termine, yo le digo que no me quiero morir sin verlo con el título. Entonces, tiene que hacerlo" dijo al reiterarle a Nicolás "hijo, tenés que hacerlo" le insistía mientras que charlaba con nosotros.

 

Su visión de la ciudad

"Cuando llegamos a Río Gallegos, había muchas calles de tierra, poco asfalto. Vivíamos en ese momento en el Barrio APAP, éramos pocos. En ese tiempo había que viajar más en colectivo que en auto, eran pocos los autos que había", recuerda al mencionar "muy pocas personas tenían auto, y los conocíamos".

En cambio, hoy "hay mucha gente. Antes era más seguro, uno salía a cualquier hora, dejaba la puerta de su casa sin llave".

"Me parece que hemos cambiado mucho como sociedad, están todos divididos" dijo y remarcó "a los pobres nadie les hace caso. El pobre es pobre y parece que tiene que quedar así, que no tiene derechos; y eso es lo malo. Porque todas las personas tenemos derechos; hay muchos que no han leído la Constitución y no saben, porque si la leen se van a dar cuenta de muchas cosas".

"Había mucho respeto" dijo y nos ejemplificó "antes uno llegaba a un lugar, saludaba y todos contestaban. Ahora ud. llega a una parte, saluda y no contesta nadie, lo único que hacen es mirarte de arriba abajo para ver qué lleva puesto. Eso se ha perdido mucho, el respeto sobre las personas".

Terminamos la charla y Nicolás nos cuenta que con sus 82 años, Blasinda lee muchísimo; todos los días lee el diario como así también libros que ella se compra o que le regalan. Una de las autoras que más lee es "Isabel Allende".

 

Anécdota

"En el Juzgado siempre tuve muy buena relación con el Juez, con los compañeros e incluso me querían enseñar a que vaya a la mesa de entradas y les dije que no, porque no tenía los estudios terminados" nos contó al afirmar "fui honesta. No puede ser que una persona que no sabe, se ponga tras una computadora".

Otra anécdota que nos contó Blasinda de su trabajo fue "les impuse que cumplieran horario. Si empezábamos a las 7, había que llegar a horario, como que tampoco irse antes. Uno debe cumplir el horario de trabajo".