Jorge García Cuerva: “El gesto de lavar los pies significa ponerse al servicio de los demás”

Monseñor Jorge García Cuerva, obispo de Santa Cruz, estuvo en diálogo con el programa Cambalache, que se emite por TiempoFM 97.5, hablando sobre las actividades que se realizaran durante Semana Santa.

“Hoy a la mañana estuve en la Unidad Carcelaria 2, donde hay un grupo grande de personas detenidas, junto también con el servicio penitenciario de la provincia. Allí leímos el evangelio que se lee hoy, que es cuando Jesús se reúne con sus discípulos en lo que es la última cena y le lava los pies a los discípulos, y uno dice que loco, Jesús le lava los pies a los discípulos cuando era un trabajo de esclavos, y Jesús, el hijo de Dios, se pone a lavar los pies y dice ‘así como lo hice yo, háganlo ustedes’. Y hoy hicimos ese gesto en la mañana en la cárcel y lo hizo el papa también allá en Roma. El gesto de lavar los pies significa ponerse al servicio de los demás, significa reconocer que el otro es mi hermano. El gesto de lavar los pies para los que tenemos fe es escuchar la voz de Dios que dice no importa tu mugre, no importa los caminos equivocados por los que estuviste, lo que importa es tu persona, te amo por sobre todo”, manifestó el obispo.

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En cuanto a mañana, que es viernes santo, comentó que “conmemoramos a Jesús con la Cruz a cuestas, camino al calvario. Yo pienso en todos los crucificados de hoy, los enfermos; en los que la están pasando mal por angustia, depresión y tristeza; en los pibes adictos; en las personas que tienen muchos problemas y no ven un horizonte de salida; en los presos; en las madres que han perdido a sus hijos; en los que no pueden encontrar trabajos; cuántos crucificados que hay hoy, y en la escena del camino de la Cruz, aparece este personaje que se llama el Cirineo, que es alguien que cruza en el camino y le dicen que cargue la cruz de Cristo, yo creo que en la actualidad lo que más necesitamos es aprender a cargar las cruces de tantos que las están llevando y que no dan más. Los crucificados de hoy. Poder ponernos al lado de los crucificados de hoy, que son personas con nombres y apellidos, con rostros concretos”.

Agregó que “el sábado santo, hacemos una vigilia a la noche donde se llena de signos todo, porque comienza la misa a oscuras y se llena de luz, comienza esa celebración extensa donde se leen muchas lecturas porque pasamos del silencio de la tumba a la palabra viva, que es la palabra de Dios”.