7 De mayo

Hace 200 años Beethoven estrenaba la Novena Sinfonía

La “Novena Sinfonía” de Ludwig van Beethoven celebra un nuevo aniversario. El recorrido de una obra que se inició como una “canción para beber” y terminó siendo un himno que atraviesa los tiempos en pos de la unidad y el entendimiento.

  • 07/05/2024 • 11:44

Un día como hoy, en el año 1824, el compositor Ludwig Van Beethoven estrenaba su novena y última sinfonía en el Kärntnertortheater, en Viena, Austria. Esta sinfonía, también conocida como “Coral”, es considerada una de las obras más importantes de la música clásica. Compuesta entre 1818 y 1824, está inspirada en el poema “Oda a la Alegría”, de Friedrich Schiller. La presentación de la Novena Sinfonía fue la última aparición en público del compositor; luego de esta, el frágil estado de salud de Beethoven lo obligó a recluirse en su casa durante tres años, hasta el día de su muerte.

El comienzo: una “canción para beber”

Para la “Novena Sinfonía”, Beethoven se basó en un poema muy conocido en aquella época y al que otros habían puesto música anteriormente. Schiller había escrito “Oda a la Alegría” en 1785, pocos años antes de la Revolución Francesa. El texto original, que comienza con las palabras “Alegría, hermosa chispa de los dioses”, reza: “Los mendigos se convierten en hermanos de los príncipes“.

La canción en ese entonces era una melodía popular antes de que se elevara a través de Beethoven, explica Beate Kraus, investigadora en la Beethoven-Haus de Bonn. No fue solo por el texto revolucionario, dijo a dpa. Este himno a la alegría y la amistad ya era popular en los círculos estudiantiles. “Era simplemente una canción para beber”, dijo Kraus.

 

Bajo el título “Oda a la alegría”, los versos de Schiller se convirtieron en la pieza central de la “Novena Sinfonía”. Desde el estreno, el culto al genio que rodeaba a Beethoven y la complejidad de esta sinfonía hicieron que se cargara de contenidos muy variados, dijo Kraus. “Por eso, cada cual puede elegir lo que más le guste”, afirmó la académica.

De música del cumpleaños de Hitler a himno de la unidad

La música de Beethoven se instrumentalizó durante la época nazi. Por ejemplo, la “Novena Sinfonía” se interpretó en el cumpleaños de Adolf Hitler. En la extinta República Democrática Alemana (RDA), la obra del compositor se interpretó en clave comunista como música de paz y amistad entre naciones. “Solo en paz podemos cultivar nuestro patrimonio cultural nacional”, rezaba un cartel para una representación de la “Novena Sinfonía” en la ciudad sajona de Aue en 1952.

La “Oda a la alegría” acompañó la división y reunificación de Alemania. En las décadas de 1950 y 1960, sirvió de himno alemán para los equipos de atletas de Alemania Occidental y Oriental en los Juegos Olímpicos.

 

Tras la caída del Muro de Berlín, el director de orquesta Leonard Bernstein interpretó la Novena Sinfonía con el texto reescrito “Freiheit, schöner Götterfunken” (Libertad, hermosa chispa de los dioses) en Berlín Oriental y Occidental en diciembre de 1989.

La mayoría de las partituras manuscritas de la “Novena Sinfonía” de Beethoven se conservan en la Biblioteca Estatal de Berlín. Los diferentes lugares de almacenamiento de las distintas piezas durante la Segunda Guerra Mundial dieron lugar a una odisea oeste-este después de la guerra. Las partituras de Beethoven no se reunieron hasta la reunificación.

Beethoven nació en Bonn, Alemania, el 16 de diciembre de 1770. Desarrolló un profundo interés y talento musical a muy temprana edad. Aprendió a tocar el piano, el órgano y el clarinete, y a los 7 años de edad realizó su primera presentación en público. En 1795, en Viena, dio su primer concierto como músico profesional, en el que interpretó obras de su autoría. Compuso numerosas sonatas para piano, cuartetos de cuerda, cinco conciertos para piano, dos misas, la ópera “Fidelio” y sus nueve sinfonías, entre muchas otras obras. Falleció en Viena el 26 de marzo de 1827, a los 56 años de edad.