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El uso del celular en el aula, enemigo de los profesores y de las notas

Estudio inglés arrojó que de 130 mil estudiantes, el 14,23% de quienes poseen notas bajas repuntaron tras prohibir los móviles en el aula. En Río Gallegos, profesores, uno de nivel primario y otro de secundaria, comentaron que influye y perjudica al alumno. Lo utilizan para copiarse, o padres los apañan ante la quita del mismo; por parte de directivos, habría que apoyar más al docente.

  • 28/05/2015 • 00:00
Cambiando actitudes y usos, el celular puede resultar efectivo en el desarrollo. (Web)
Cambiando actitudes y usos, el celular puede resultar efectivo en el desarrollo. (Web)

Un estudio realizado en Inglaterra, donde se analizó las notas durante 2013 y 2015 de 130 mil estudiantes, arrojó una mejora de 6,41% en las calificaciones de aquellos jóvenes que concurrían a cuyas instituciones prohibieron el uso de teléfonos o los obligaran a entregarlos antes de entrar al aula.

Vale destacar que las notas de los chicos más aplicados no presentaron mejoras visibles a partir de la prohibición, mientras que los alumnos con calificaciones más bajas registraron un notable repunte de 14,23% en sus calificaciones.

La tecnología y los teléfonos celulares sin dudas que con el correr del tiempo han ido ganando terreno, acusando usos positivos como así también negativos en la sociedad.

En el ámbito educacional, como en este caso, demuestra quizás uno de los aspectos negativos, más allá de que algunos especialistas encuentran en los celulares una herramienta de trabajo en el futuro.

En este contexto, TiempoSur consultó a profesionales que viven cotidianamente en el aula. Teniendo en cuenta que, en muchos casos, ya desde niños adquieren un celular y adolescentes no evaden esto, expusieron su visión y experiencias docentes, uno de primaria y otro de secundaria.

 

Desde el interior-En relación a la educación primaria, el profesor Martínez, de esta ciudad capital, comentó que “a esta edad no se percibe en gran cantidad el uso de celular”, argumentando que “son chicos todavía”, pero destacó que “sin dudas hay un cambio, lo notamos.

“Diez años atrás de causalidad yo tenía uno, y hoy ves como algunos jovencitos traen a la escuela. Hoy es más universal, por decir de alguna forma, su uso”, contó.

Haciendo mención a la injerencia en el desarrollo escolar, Martínez expresó: “Dentro del aula, yo personalmente no dejo que lo utilicen y lo entienden, pero sí es una distracción a edades más altas”, siendo que “en primaria se ve cómo el que trae un celular llama la atención de los demás, juntándose a ver un video o jugar algún jueguito”.  

 

Culpas compartidas-Por otra parte, Rodríguez, profesora de nivel secundario, presentó una posición con más antecedentes sobre la causa: “En secundaria es más masivo, y no caben dudas de que distrae”.

Al indagar más sobre lo dicho, resaltó que “son culpas compartidas, un rejunte de varios factores: los docentes tenemos nuestra cuota, por no proceder muchas veces; pero a su vez, de los padres que cuando llaman las autoridades para que vengan a retirar el celular se exaltan, llegando a decir que es pertenencia del joven, o que lo hacen ir por una tontera, como ha sucedido”, sumado a “que ellos mismos los llaman en horario de clases”.

En tanto, añadió que “influye en las calificaciones, el que presta atención en clase va a hacer la tarea más rápidamente, mientras que aquel que usa el celular durante la explicación, se va a copiar o no va a sacar sus dudas que pueden surgir en el examen”.

Asimismo, Rodríguez señaló que “cambió mucho, estoy de acuerdo que puede resultar beneficioso como herramienta, pero dándole uso íntegro”, los docentes “sabemos, y descubrimos a alumnos ´macheteando´ con un celular, pasándole una respuesta a otro, o que tienen fotos de los libros en el móvil”.

Finalmente, indicó que “debería tener mayor rigurosidad desde lo directivo, tener más apoyo si un padre reclama a nosotros, y a su vez, un trabajo desde la casa, donde sepan cuándo y cómo usarlo”, sentenció.