Alumnos realizan trabajos para combatir la contaminación ambiental

Si hay un tema que cada vez tiene más repercusión, en cuanto al trabajo, o como así también respecto a las consecuencias que se van agravando con el correr del tiempo, es el cuidado del medio ambiente.

Particularmente en el Instituto Superior de Enseñanza Técnica (InSET), una de sus carreras es Tecnicatura Superior en Gestión y Evaluación Ambiental. Los alumnos de segundo y tercer año realizan prácticas profesionalizantes y las mismas son en pos del cuidado ambiental de Río Gallegos.

Hacer para prevenir- Las pilas y baterías contienen diversos contaminantes considerados peligrosos y cuando éstos se arrojan con el resto de los desechos,  van a parar al vaciadero.

Ante esta situación el mercurio y otros metales pesados tóxicos pueden perjudicar tanto a los animales como al hombre.

Para ejemplificar lo dicho de manera clara, vale destacar que una sola pila de mercurio puede contaminar 600 mil litros de agua y una alcalina 167 mil litros.

Con el fin de evitar esto desarrollan el programa denominado “apilar”, “en el cual los colegios son centro de acopio de pilas y baterías, las cuales son capsuladas dentro de botellas con arcilla y luego metidas dentro de estructuras de hierro y bloques de hormigón, que después terminan siendo parte de esculturas dentro de la ciudad”, indicó Eduardo D´Elía, profesor de dicho Instituto y a su vez presidente de la Asamblea Ambiental Ciudadana.

Hasta el momento se han recuperado cerca de 40 mil pilas, “lo que significa más de 2 millones y medio de metros cúbicos de agua dulce evitado contaminar”, comentó D´Elía, y ejemplifico esto: “Para darse una idea del hecho, son aproximadamente cuatro meses el consumo de la ciudad de Río Gallegos”.

En Río Gallegos hay 42 colegios recolectores de pilas y cerca de diez mil chicos capacitados en las escuelas, tras realizar charlas sobre la temática del cuidado ambiental.

Materia orgánica- Si hay un tema que ha traído preocupación en la ciudad fue el exceso de capacidad de residuos en el vaciadero local. En relación a dicha problemática los alumnos realizan la producción de compost con elementos orgánicos.

El mismo fue comparado con compost comercial y los resultados son superior en calidad a favor del nuestro, más allá de que tenemos algunas cuestiones que ajustar”, manifestó el profesor, y añadió: “Lo hacemos a través de la metamorfosis que generan los hongos y las bacterias, y se produce una segunda etapa, en un tambor, a través de lombrices se le da una terminación final”.

Vale aclarar que el compost constituye un grado medio de descomposición de la materia orgánica, que ya es en sí un magnífico abono orgánico para la tierra, logrando reducir enormemente la basura.

De igual manera han realizado viajes al campo con la intención de trabajar con un feedlot, que es un ciclo de cría intensiva de ganado con el que se busca soluciones y aprovechamientos de los desechos de granjas, aprovechando la gran cantidad de ganado.

Construcciones- Otra de las iniciativas es la construcción del tercer diseño de concentradores solares. Según explicó el ambientalista, mediante el mismo se intenta obtener la eficiencia del sol con distintos tipos de equipos, a pesar de no estar en una altitud muy buena para la eficiencia solar, pero que a pesar de eso se puede llegar a obtener energía solar.

Una de los últimos planes fue el diseñado de un lavarropas accionado a pedal: “En este, estamos en la etapa de determinar la cantidad de energía que estamos precisando para accionarlo a través de una bicicleta, y estamos en la etapa de cálculo”, expuso el profesor.

Por último, Eduardo D´Elía comentó que están armando un digesto legal santacruceño en el cual se accede a una página web, y puede verse las diversas leyes ambientales que existen a nivel país, provincial y municipal.