Comidas típicas

Importante aporte de Santa Cruz al turismo gastronómico de la Patagonia

Las provincias de la Patagonia se destacan por su variedad de tradiciones gastronómicas que van desde los mariscos y pescados de mar hasta los ahumados y repostería de la Cordillera, el cordero de la estepa y las frutas y vinos de los valles. Corderos, mariscos, truchas, chocolates y tortas, el sello culinario de esta región.

  • 28/05/2023 • 21:52

Según dice el informe, basado en las experiencias de turistas, Santa Cruz tiene como principal comida típica al cordero y el capón, en distintas variantes, dado que es la principal producción ganadera. Aunque ahora intenta posicionarse la carne de guanaco también.

El estofado de cordero es la comida más popular, al igual que el asado (al palo, a la parrilla o al horno), mientras la tradición británica del acompañamiento con chutney (sobre todo de ruibarbo) se utiliza menos en las casas.

El locro, traído por los migrantes del norte del país, es la comida típica de cada 2 de abril y las fiestas patrias, mientras los mariscos y pescados son comunes también.

La "niña bonita", sin dudas, es la cereza; y la localidad de Los Antiguos, con su microclima de precordillera, celebra cada enero la Fiesta Nacional de la Cereza con ferias y exposiciones.

 

En Chubut, uno de los productos más típicos y afamados es la "torta negra galesa", cuya receta original remonta a los tiempos duros de la colonización que comenzó en 1865, cuando las cocineras debieron aplicar toda su capacidad creativa para hacer un producto de repostería con lo que tenían a mano.

Así nació la "torta negra", un producto único que no lleva huevos y tiene como base harina, azúcar negra, nueces y otros ingredientes que le otorga una larga posibilidad de conservación.

Por muchos años, la torta negra fue la única presente en las bodas y los novios, durante la fiesta, repartían porciones entre sus invitados y guardaban parte envuelta en fino papel para consumir en los meses siguientes y conmemorar la fecha del enlace.

La repostería galesa se disfruta en las llamadas "casas de té", cita obligada para los turistas, que son muy populares en las localidades donde se asentó la colonia galesa en la que siempre la "torta negra" es "la reina de la mesa".

El producto logró premios internacionales y es comercializado en envases de calidad que se exhiben en terminales y aeropuertos, ya que es el souvenir ideal para quienes visitan la zona y quieren llevarse un recuerdo chubutense.

Río Negro tiene en su extensión una notable variedad de tradiciones y en su costa Las Grutas y La Rinconada se destacan por su pesca del día y los mariscos, que salen con pastas, cazuelas y escabeches, entre los que se destaca el pulpito.

Entre los más pedidos en los restaurantes figuran las "salmoneadas", una combinación de varios platos como cazuela de mariscos, pulpitos en escabeche, rabas y almejas gratinadas, mientras en los lagos de la región cordillerana la trucha es la estrella que encabeza múltiples preparaciones.

También es muy popular el curanto, una preparación de alimentos que llegó desde Oceanía con los pueblos originarios de Chile en la que se coloca bajo tierra y sobre piedras calientes distintos tipos de carnes y vegetales, para luego taparlo y dejar que se cocinen allí.

En San Carlos de Bariloche, además de los emblemáticos chocolates y ahumados, que son compras habituales de los visitantes, Jorge Rubén "el Gringo" Nielsen Goye, de la colonia suiza local, deleita a pobladores y turistas con el curanto, que trajeron sus abuelos suizos tras vivir algunos años en la región chilena de Temuco.

En Neuquén, los restaurantes de los centros turísticos de montaña como Villa La Angostura, San Martín de los Andes y Villa Traful ofrecen platos con productos locales como cordero, trucha, ciervo y frutos del bosque, para la elaboración de recetas típicas de la región, que son el resultado del aporte de los pioneros europeos.

En Aluminé y Villa Pehuenia, la gastronomía se enriquece con la utilización del piñón, fruto de la araucaria o pehuén, el árbol que es uno de los símbolos de la provincia.