No está vacunado contra el Covid-19, puede asistir a clases pero no residir en el albergue

Cristian German Khunle Jenkins, joven de 18 años, no podía asistir a las clases de 6to año en el colegio Agrotécnico de Gobernador Gregores, y le impedían su estadía en el albergue de esta institución por no estar vacunado contra el COVID-19.

Pero desde hace poco más de una semana, Cristina asiste a clases, aunque se encuentra alojado en un hotel que proporcionó el municipio de Gregores, que además se hace cargo del costo de la comida.

El caso que publicó TiempoSur en su edición del 10 de abril, fue en realidad expuesto el 7 de abril en sesión ordinaria

por parte del diputado por el Pueblo de Puerto Deseado, Carlos Santi, quien pidió el “acompañamiento” de sus pares para poder “destrabar” la situación del estudiante.

Cristian retornó a clases hace poco más de una semana, pero no puede, por ahora, vivir en el albergue. “Podía ir a clases, pero no tenía donde quedarme y hace pocos días comencé a asistir a clases”, dijo el joven a TiempoSur, quien luego de finalizar sus estudios, pretende continuar la universidad para convertirse en Veterinario.

Recordó que estuvo ayudando a su padre en el campo, en Puerto Deseado, y que durante la primera semana de marzo

-las clases iniciaron el 2 de dicho mes- le informaron que “no podía ingresar” a la escuela. “Me quedé en Deseado y le avisaron a mis padres y también hablaron con directivos para ver qué solución se podía tomar, pero me quedé en Deseado”, contó.

En total, Cristian perdió un mes de clases.

Antes de la pandemia, cuya cuarentena comenzó el 20 de marzo de 2020, en el albergue había entre 60 y 70 chicos alojados.

Actualmente el joven dijo que  hay entre tres o cuatro chicos, lo cual le parece “contradictorio” que no lo dejen instalarse.

“No tenía donde quedarme y el municipio desde el jueves de la semana pasada (7 de abril) me facilitó una habitación”  expuso, al referirse a la habitación del hotel.

A la fecha, Cristian no sabe cuándo podrá ingresar al albergue.

POR QUÉ NO SE VACUNÓ

“No le veo utilidad”, contestó cuando se le preguntó por qué no se vacunó contra el coronavirus. “El año pasado eran los mismo en el albergue y no pasó nada y ahora que está más controlada la situación… igual creo que tengo derecho a que no me obliguen a vacunarme”, sostuvo.

Agregó que “a muchos les cayó mal la vacuna” y que “es un experimento todavía”.

 El estudiante señaló que tiene dudas sobre la efectividad de las vacunas, que en Santa Cruz llevan aplicadas 686.698 dosis entre primera, segunda y dosis de refuerzo y/o tercera dosis.

“No digo (que la vacuna) sea mala o buena, no lo sé, no tengo conocimiento de eso. Yo paso, no quiero tenerla”, abundó.

Al consultarle si se vacunaría en el hipotético caso de que la vacunación sea obligatoria en el fututo, contestó: “¿Por qué seria obligatorio? ¿Qué hace la vacuna? Yo sigo viendo gente que la pasa mal con la vacuna y sin la vacuna lo mismo, no veo la diferencia de unos u otros”. Destacó que “el funcionamiento que tiene (la vacuna) no se lo vi, pero sí mucha gente que anda con tos y cansados después de estar vacunados”.

Mientras tanto, señaló que desde el albergue “quieren que vaya”.

Cristian argumento también que en ningún lado” solicitan las vacunas como requisito. “Vas a cualquier lado y hay amontonamiento, entonces no lo entiendo”, marcó. 

Andrés Khunle, padre de Cristian, había dicho a TiempoSur que su máxima preocupación no era la pérdida de días de clases, sino que “pierda contacto con sus compañeros y todo lo que acontece porque es una etapa de estudio, la más linda de la vida en donde vas aprendiendo, pero eso no quiere decir que deba vacunarse”.