Fue internado por Covid el 3 de junio

No alcanzó a vacunarse, lleva más de 100 días internado, murió su hermano y sigue en recuperación

El concejal Juan Carlos Juárez se recupera en una clínica de Córdoba. Su hermano, quien lo había llevado al nosocomio, ingresó a terapia intensiva, pero falleció días después. "Los médicos me dijeron que solo podría aguantar dos días y nada más", contó. El mensaje a los que dudan en vacunarse. 

  • 10/09/2021 • 11:00
No hay otra alternativa que la vacuna.
No hay otra alternativa que la vacuna.

El 3 de junio, Juan Carlos Juárez, acompañado de su hermano, ingresó al Hospital "Pedro Tardivo" luego de haber dado positivo por COVID-19 a 15 meses del inicio de la pandemia. Sigue internado hace más de 100 días pero en recuperación.

El Concejal de Caleta Olivia de 35 años no había alcanzado a vacunarse y padeció una neumonía bilateral severa que cada vez se complicaba más y que le produjo una fribrosis pulmonar severa.

Su hermano de 43 años -a quien le habían aplicado una dosis de la vacuna- fue internado dos semanas después. Falleció a los 12 días.  

"Hubo semanas en que el desenlace era inevitable", contó desde una clínica de Córdoba capital, a donde fue derivado el 11 de agosto.  

"Tuve complicados los dos pulmones", recordó el edil que nunca dejó que lo intuben. "Fue una decisión personal mía, porque si lo hacían, pensaba que no me despertaba más", relató.

Cuando ingresó al hospital le realizaron una placa radiográfica que mostraba a sus pulmones muy comprometidos. Le colocaron una máscara de oxígeno -no invasiva- y quedó en terapia Intensiva.

A los pocos días de haber sido internado -con respiración mecánica- los médicos "me dijeron que solo podría aguantar dos días y nada más".

"El daño que sufrí fue muy grande y realizo rehabilitación constante todos los días", dijo.

Actualmente depende del oxígeno, pero puede caminar, hablar, cosas que hacía de manera natural antes del 3 de junio.

"Es de a poco. A veces dos y un paso, otras veces doy dos pasos y otras retrocedo, pero lo bueno es que puedo caminar y hablar, porque dentro de todo soy joven".

Juárez no padece ninguna enfermedad crónica. "Eso ayudó, me dijeron los médicos. No soy diabético, hipertenso, no fumo. La recuperación será muy lenta porque estamos hablando de meses y un poco más y es hasta que el pulmón se termine de sanar", explicó.

El dolor físico no se comparó con el dolor emocional. En un momento compartió terapia intensiva con su hermano, pero Juárez mejoró y lo trasladaron a sala. "Preguntaba mucho por él y nadie me decía nada. Me sacaron el celular y no me podía comunicar con él", contó.

Cuando Juárez vio ingresar a la Psicóloga y Psiquiatra sospechó que le iba a dar una "mala noticia". "Me dijeron que no había aguantado y que había entrado en un paro, sus pulmones y órganos fallaron. Fue un golpe muy duro", dijo conmovido.  

Esa noche Juárez lloró y se secó las lágrimas. "Me dije que tenía que tener la cabeza fría. Él no tenía hijos, era joven deportista. Macanudo, muy recto. Yo tengo tres hijas, así que tenía que seguir viviendo sí o sí".

Con falta de aire y la pérdida de un familiar "fue una tortura". "Cuando el COVID te ataca es lo peor. Pero tuve que tener la cabeza fría y eso me mantuvo vivo, también las oraciones de mis seres queridos y los vecinos. Eso hizo que me recupere. Si ves una placa mía, te preguntan si estoy intubado y no lo estoy".

Juárez llegó a saturar 40 y 50 (lo normal es 98) pero seguía respirando. "Eso es un milagro, porque cuando entrás en hipoxia te desmayás, pero a mí, gracias a Dios, no me pasó nada. Solo sufrí físicamente y me mantuve vivo y más cuando me enteré que mi hermano había partido. Hay que secarse las lágrimas y pensar que nos encontraremos de vuelta y listo. Respirar y seguir respirando", remarcó.

 

TS: Todavía hay gente que duda en vacunarse.

Estuve dos meses con pañales. Donde veía que los que estaban vacunados, estaban dos o tres días internados y los que no lo estaban, terminaban lamentablemente en terapia intensiva. No puedo garantizar la presencialidad de toda mi familia completa. No puedo hacerlo. Entonces no hay otra alternativa que la vacuna. Lo vi con los compañeros de habitación que tenía, porque se iban a su casa a los tres o cuatro días los que estaban vacunados y los que no, terminaban como yo. No alcancé a vacunarme, pero me hubiese gustado estar vacunado para no sufrir. Pero bueno, me tocó esto y lo acepto. Y le doy gracias a Dios por la experiencia. Tengo una compañera de vida que no duda ni un minuto. A ella le tocó recibir los partes médicos... Los partes son crudos "¿Cómo esta?" Preguntaba ella y le decían "está". Hubo días que llamaron y le decían que no pasaba esa anoche, que me despida y ella, Cristel Leonor, estuvo ahí firme.

Hay que disfrutar la familia, abrazarla, el resto pasará a un segundo plano. Hace más de 100 días que no veo a mis hijos. Es doloroso, pero hay que seguir.

 

Qué es la neumonía bilateral

La neumonía es una inflamación de los pulmones que suele generarse por un agente patógeno, en este caso por el virus SARS-Cov-2, que ingresa por las vías respiratorias y afecta los pulmones. Se da con más frecuencia en forma bilateral, es decir, afecta a ambos pulmones, y su magnitud depende de la respuesta del paciente: Puede presentarse de manera asintomática, con síntomas leves, moderados o generar cuadros graves en los cuales se requiere asistencia respiratoria.

Los pequeños sacos de los pulmones, que se llaman alvéolos, se llenan de pus y líquido, y esto limita la absorción de oxígeno y dificulta la respiración. Esta inflamación puede predisponer a una infección con algún otro agente patógeno, por ejemplo, con una bacteria, y por esta razón, en muchos casos se agregan antibióticos al tratamiento. Sin embargo, el riesgo más importante tiene que ver con la pérdida progresiva y, a veces, muy rápida de la capacidad pulmonar. En los casos más difíciles, cuando el oxígeno no es suficiente, es necesario intubar al paciente hasta que logre superar la neumonía.

Afecta más a personas que tienen patologías respiratorias preexistentes como asma grave y enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC). También puede manifestarse con más frecuencia en fumadores, pacientes diabéticos y personas con obesidad. En tanto, las personas inmunosuprimidas son más propensas a tener una sobreinfección bacteriana, es decir, a que la neumonía por COVID se dé conjuntamente con una neumonía bacteriana.

Los síntomas más comunes que deben tomarse como señales de alerta son: Fiebre, tos o falta de aire. Como signos indirectos también se puede tener en cuenta el dolor de espalda cuando se manifiesta en forma de puntada. También puede desarrollarse sin síntomas, por eso se recomienda usar un oxímetro para medir la saturación en reposo y en movimiento cada 6 horas. En caso de tener 95% o menos hay que avisar al médico porque son cuadros que suelen requerir oxígeno administrado por mascarilla o cánula nasal, también llamada bigotera.

La neumonía bilateral se diagnostica mediante una tomografía computada, aunque también se puede detectar con una radiografía de tórax.