Coronavirus

Hospital Regional: Terapia saturada con internados que no son grupos de riesgo

“Hay gente completamente sana, de 30, 35, 40 y 50 años, y el promedio de internación está por debajo de los 65 años”, advirtió el Dr. Rolando Nervi, médico terapista. Las presunciones de por qué el virus es más potente en Río Gallegos. Bajan los casos, pero no la ocupación de camas de UTI.

  • 13/12/2020 • 08:53

La cantidad de casos por COVID-19 bajaron durante el mes de noviembre en Río Gallegos, pero nunca disminuyó la ocupación de camas del Hospital Regional desde el brote de casos que oficialmente fue el 14 de julio.

Además, aunque se testea menos, el porcentaje de positividad no disminuyó, e incluso aumentó, según marco el Dr. Rolando Nervi, médico terapista de UTI.

Este índice, que surge de acuerdo al porcentaje de positivos en relación a los hisopados, había llegado al 20%, una cifra buena en relación al 40 y 50% de los meses de septiembre y octubre, aunque no representa una cifra baja, como debe ser del 8%.

“Son 19 los pacientes que hay hoy en terapia y estamos con falta de personal para atender a los pacientes. Esos días hubo apoyo de profesionales que vinieron de Rosario, pero se fueron el viernes y volvimos a tener el faltante de personal que tuvimos al inicio de la pandemia para cubrir sectores”, advirtió el profesional de la salud.

Nervi espera que no aumente la cantidad de personas que necesitan internación en terapia. Es que estos pacientes no logran el alta médica luego de cuatro o cinco días, sino al contrario, sus internaciones son “prolongadas”.

“Hay gente que ha estado más de 30 días y esto va saturando y colapsando al hospital porque no hay rotación de camas de manera rápida”, mencionó.

Cuando no hubo lugar, se derivó a los pacientes a El Calafate o “se ha improvisado hasta que pudimos hacer lugar”.

Al carecer de personal la carga horaria recae en trabajadores que colaboran “más de lo que les corresponde”, aseguró Nervi.

“Se cubre, pero para tener una buena atención, una calidad adecuada para las 24 camas, no alcanza, ni la gente de limpieza, ni de enfermería que también tuvo bastantes bajas o gente con licencia por enfermedad que no se han llegado a cubrir”, marcó.

Los estudiantes de enfermería de la UNPA a los que les restaba realizar las horas de práctica -serán solo 9- recién se incorporarán al nosocomio en enero, debido a la tardanza de trámites por sus matrículas.

Hubo días en los que el porcentaje de positividad bajó, pero de acuerdo al médico “en los últimos días comenzó a subir”.

“Hubo una baja hace unas semanas pero volvió a aumentar. Las estimaciones que hacemos siempre es que por ejemplo, de 100 casos positivos, habrá entre tres a cinco personas que necesitarán internarse en terapia, si hay 10 personas, al menos uno de ellos necesitará internación”, resaltó.

 

COMO SI NO HUBIERA VACUNA

Por lo menos recién en la segunda quincena de enero comenzará a vacunarse, pero sólo a la población de riesgo, trabajadores de la salud y fuerzas de seguridad. Para alcanzar una vacunación equivalente a la mitad población de la ciudad, restarán varios meses.

“La vacunación es progresiva y llegada la vacuna no va a implicar que hay dejar de cuidarse. Habrá que seguir con el uso del barbijo y el distanciamiento seguirá siendo necesario”.

Nervi está a favor de la vacunación al grupo de adultos mayores (mayores de 65 años) y con enfermedades preexistentes, aunque resaltó un dato que también les llamó la atención a los médicos que provenían desde otras provincias a Río Gallegos: El promedio de internación en terapia es menor que el de otros distritos. “La población en terapia es más joven y sin factores de riesgo. Hay gente completamente sana, de 30, 35, 40 y 50 años, y el promedio de internación está por debajo de los 65 años”, advirtió y sostuvo que “los médicos de Rosario, tenían algún joven internado, pero no la cantidad de gente joven que vieron acá”.

No se sabe a ciencia cierta el motivo de esto. Se presume que es por el déficit de Vitamina D, que en la Patagonia es bajo en sus habitantes por la carencia de los rayos del sol; y otra teoría es que en el Sur Argentino, como en Chile, el virus mutó y es “más potente”. 

“Son teorías que habrá que estudiar, porque la población de jóvenes es mucho más susceptible que la población de jóvenes de otras ciudades”, alertó.