HAP

Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar

Cada 5 de mayo se celebra el Día Mundial de la Hipertensión Pulmonar, con la finalidad de concienciar a la población acerca de esta patología progresiva e incurable que afecta a más de 25 millones de personas en todo el mundo.

  • 05/05/2022 • 07:05

La Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) es una enfermedad rara, crónica y progresiva que afecta entre 15 y 50 personas, por cada millón de habitantes.

Puede ser hereditaria o relacionada con alguna otra enfermedad del corazón o pulmón.

Suele ser más frecuente en las mujeres, con edades comprendidas entre los 30 y 50 años de edad.

La Hipertensión Arterial Pulmonar (HAP) es una enfermedad multifactorial, de baja incidencia y prevalencia, carácter clínico progresivo y elevada morbimortalidad. En las últimas décadas hemos asistido a un intenso y continuo crecimiento en la educación médica, el conocimiento fisiopatológico, las herramientas diagnósticas y la disponibilidad de diversos esquemas farmacológicos, que nos permiten una visión más optimista sobre la evolución.

El prolongado tiempo transcurrido entre el diagnóstico de certeza y el comienzo de los síntomas (promedio 24 meses) pone en evidencia una falla en la sospecha clínica de esta entidad. Habitualmente al inicio del cuadro, los pacientes no presentan signos y síntomas evidentes, cursan en forma oligosintomática y persisten con una evolución insidiosa. Estos aspectos, entre otros, explican la presentación clínica avanzada al momento del diagnóstico (CF III-IV en el 60-70% de las diferentes series) e indican la necesidad de trabajar en forma interdisciplinaria en la educación del sistema de salud y la población.

Como observamos, el elevado índice de sospecha clínica representa un punto clave  para su detección precoz, más aún en la población de riesgo (esclerodermia, heredaría, HIV, cardiopatías congénitas, entre otras) y el ecocardiograma Doppler una herramienta indispensable de screening y pronóstico. Asimismo, debemos reforzar que el cateterismo cardíaco derecho es el método de confirmación, con un valor de presión pulmonar media (PAPm) > 20 mm Hg, resistencia vasculares pulmonares ≥ 3 UI Wood y presión de oclusión pulmonar < 15 mm Hg; por otro lado, permite discriminar la etiología hemodinámica (componente pre-capilar y post-Capilar).

El primer registro para evaluar la sobrevida y desarrollo de un modelo pronóstico en HAP fue dirigido por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH), en 1981. Desde esa década, surgieron múltiples registros modernos y de factores pronósticos identificados, como al papel de la etiología, el sexo, los parámetros hemodinámicos, los biomarcadores, la capacidad funcional  y la presencia de insuficiencia cardíaca o síncope que actúan como variables asociadas en forma independiente a la mortalidad. 

La historia natural de esta enfermedad librada a su evolución desde el diagnóstico, presentaba una sobrevida de 2.8 años en la década del 80, en estrecha relación con la sintomatología de los pacientes. Desde la era de los tratamientos específicos y a través de los primeros estudios prospectivos se observó una evolución más favorable y una expectativa de vida promedio del 68-77%, del 40-56% y del 22-38% al 1º, 3º y 5º años respectivamente. En la actualidad, disponemos de datos más alentadores con una sobrevida que alcanza al 95% y 90% en el primer y segundo año, en subgrupos específicos de HP.

El enfoque terapéutico basado en la estratificación de riesgo y los diferentes esquemas farmacológicos combinados han logrado disminuir la morbi-mortalidad a largo plazo y en conjunto con una mejoría en la calidad de vida de los pacientes.

A pesar de ser incurable, la Hipertensión Pulmonar es tratable si se detecta a tiempo y se administra el tratamiento respectivo.

Algunos de los síntomas característicos de esta patología son los siguientes, los cuales deben ser verificados por un especialista, mediante evaluación médica:

 

*Dificultad para respirar.

*Dolor o presión en el pecho.

*Aceleración en la frecuencia cardíaca.

*Fatiga.

*Cansancio.

*Mareos.

*Desmayos.

*Cianosis o coloración azul en labios y piel.

*Inflamación en tobillos y piernas.

 

La Hipertensión Pulmonar puede generar las siguientes complicaciones:

 

*Sangrado.

*Arritmias.

*Insuficiencia cardíaca, debido al agrandamiento del lado derecho del corazón.

*Coágulos sanguíneos.

 

¿Cómo podemos prevenir la Hipertensión Pulmonar?

A continuación mencionamos algunas recomendaciones que pueden ayudar a prevenir los factores de riesgo de esta enfermedad:

 

*Mantener una dieta alimenticia balanceada.

*Evitar el sobrepeso.

*Hacer actividad física (ejercicios).

*Si existen antecedentes familiares sobre esta enfermedad, acudir a un médico especialista.

*Evitar el consumo de sustancias estupefacientes.

*Evitar la ingesta de medicamentos inhibidores del apetito.