Alfredo Jaramillo: “Hay que entender que está bien no sentirse bien”

TiempoSur estuvo en diálogo con el técnico en Acompañamiento Terapéutico, Alfredo Jaramillo, por el Día Mundial de la Salud Mental, que fue el pasado 10 de octubre, reflexionando sobre su importancia y la necesidad de sostener un abordaje interdisciplinario.

“Es un día importante para reflexionar, no sólo sobre la importancia de nuestra propia salud mental, sino la de toda la comunidad. Pienso que la salud mental es una acción colectiva, no es un hecho aislado, individual, de una persona. Si consideramos que la salud mental, o la salud en general de las personas, son hechos aislados, tenemos que detenemos a pensar sobre los factores que determinan una situación de salud o una situación de enfermedad, como puede ser la cultura, la comunidad en la que vive, la familia en la que crece, las pautas de crianza que tiene y que han atravesado su historia”, empezó explicando.

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Sobre esta línea, Jaramillo se centró en la comunidad y resaltó que a la salud mental hay que verla desde “un lugar biográfico, ya que todos tienen una historia. Ninguna persona padece o atraviesa una situación de salud mental sola. Siempre implica la familia, la comunidad y la vida cotidiana de las personas; y es lo que la Ley de Salud Mental, la actual ley, nos invita a repensar. Todo esto forma parte de una instancia de abordaje interdisciplinario”.

Agregó que “la ley dice que es importante el abordaje interdisciplinario y comunitario. Cuando habla de interdisciplina, se refiere a algunas disciplinas en particular, con la posibilidad de que se amplíen otras miradas y otros saberes. Se habla, obviamente, de la cuestión médica, pero también se habla de la cuestión de la psicología, se habla del trabajo social como profesiones principales, e inclusive sostiene que es importante ampliar más esa mirada, que puedan ingresar también en ese abordaje los terapistas ocupacionales, los musicoterapeutas, los acompañantes terapéuticos. Entonces, cuanto más amplio es el equipo, cuanto más diversas son esas miradas y los saberes que acompañan a la persona y a su familia, está acreditado que es mucho más efectivo”.

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Cuando se tocó el tema de lo que le hace falta a Río Gallegos y la región, el acompañante terapéutico expresó que en su opinión hace falta “más comunidad, más espacios de escucha, más empatía, que seamos capaces de asumir que hay momentos que no nos va tan bien. Vivimos en una sociedad que exige de nosotros ser exitosos, ser siempre felices, estar siempre bien y a veces está bien no sentirse bien. Y está bueno poder decirlo. Muchas veces, todas estas situaciones que nos pasan, tienen que ver con que no tenemos espacios para poder decir lo que nos ocurre, para poder verbalizar que a veces tenemos situaciones que nos entristecen, tenemos situaciones que sufrimos, y eso creo que es importantísimo. Parece que es algo que no tiene relevancia, pero realmente la tiene”.

Con estos espacios se puede “trabajar lo que se escucha, orientar y derivar también a los servicios que corresponden, poder trabajar en red. Otra cosa importantísima es la escuela, la comunidad, la iglesia, lugares donde transite la vida de las personas. Después, requerimos una plena implementación de la Ley de Salud Mental, con recursos, con presupuestos, con políticas públicas. Y eso va a permitir que el accionar sea más efectivo. No solo en el segundo y tercer nivel de atención, que por ahí es de un tratamiento psicológico o una internación, si es que lo requiere una persona. Sino que en el primer nivel de atención, que es la atención primaria de la salud, y ahí también tiene que estar la salud mental de alguna manera plasmada”.

Para finalizar, dijo que como sociedad tenemos que “asumir que hay personas que no resuelven las cosas como nosotros. Y hay personas que van a otro ritmo que nosotros, digamos. Porque esta idea de que todo el mundo va al mismo ritmo, también eso deja muchas personas atrás”.