Política

Proyecto Centolla Viva

Un negocio millonario y de gran potencial en Santa Cruz

Bentónicos de Argentina, una de las cinco empresas “centolleras” instaladas en el país, busca avanzar en el proyecto de exportación de centolla viva a Estados Unidos, para lo que invirtió al momento USD 2,5 millones en Puerto Deseado. El transporte es un eslabón clave del proyecto, y desde la compañía trabajan en las cotizaciones de cara a los meses de pesca en noviembre y diciembre.

  • 23/08/2021 • 08:36
Vitalii Bakulin, presidente de Bentónicos de Argentina en Planta de Puerto Deseado.
Vitalii Bakulin, presidente de Bentónicos de Argentina en Planta de Puerto Deseado.

La centolla del Mar Argentino es conocida internacionalmente como “Southern Red King Crab”, algo no menor, es la variedad de cangrejo más grande y puede venderse en más de 600 dólares. Se exporta, cocida y congelada, a EEUU, China y, en menor medida, a Japón, a un promedio en torno de USD 17.000 la tonelada, aunque según señala Vitalii Bakulin, presidente de Bentónicos de Argentina, casi duplicaría el precio al que se vende actualmente si se la exporta viva.

En 2018 Bentónicos compró un predio e inició la construcción de una planta de procesamiento en Puerto Deseado, con una inversión, al día de hoy, de USD 2,5 millones, y la cual también es apta para procesar merluza y langostino. Desde entonces la firma pesquera ha buscado avances, en 2019 expuso su plan de exportar centolla viva a los entonces Ministros de Producción y de Transporte, este último un eslabón clave del proyecto. Además, inició también el procedimiento, ya en la etapa final, para obtener el certificado del Stewardship Marine Council (SMC), un sello internacional de pesca sustentable, clave para mantener el acceso a los mercados de los países desarrollados.

(Barco de Bentónicos de Argentina).

Valor agregado

En centolla, lo que se hace actualmente es el aprovechamiento de patas y pinza (donde está el grueso de la carne), que se cuece y congela a bordo de los buques. Según datos de la Subsecretaría de Pesca de la Nación, en 2019 la Argentina la exportó de ese modo por USD 27,3 millones, a un precio promedio de USD 16.991 la tonelada. En 2020 la exportación fue de USD 21,9 millones, debido a la caída de la demanda. Este año pinta para cerrar por sobre los números de 2020.

Para exportar centolla viva, Bentónicos adquirió un contenedor especial, de fabricación surcoreana, para el traslado por tierra desde Puerto Deseado a Ezeiza, trayecto en el cual la centolla va refrigerada, con agua y oxígeno. Se empaca luego en cajas refrigeradas, con hielo seco y envuelta en tela o material esponjoso embebida en agua de mar. En esas condiciones puede mantenerse viva entre 18 y 24 horas, el tiempo en que debe llegar a su destino final. Bajo este proceso se podría exportar a razón de USD 30.000 por tonelada.

Actualmente Bentónicos está pidiendo cotizaciones de carga aérea. Los barcos saldrán a hacer prospección en octubre y pescarán en noviembre-diciembre. El costo total del transporte de la centolla viva se estima entre 8 y 9 dólares el kilo.

“El negocio es más que conveniente”, subrayó el presidente de la firma, no solo porque el precio de la centolla viva es casi el doble que el de partes congeladas, sino porque también hay mayor aprovechamiento del peso. La exportación de la especie viva sería una parte pequeña de la captura total, pero es “una línea de negocios de gran potencial”. La producción anual de centolla de la Argentina es de entre 1.200 y 1.500 toneladas, de los cuales Bentónicos de Argentina aporta cerca de 500 toneladas.

 

La mirada de Santa Cruz

Santa Cruz cuenta con dos áreas de pesca de centolla. Al sur de Puerto San Julián, donde se realiza entre los meses de noviembre y diciembre, mientras que en el mes de enero a mayo la pesca se traslada a la zona del Golfo San Jorge.

En diálogo con TiempoSur, Lucrecia Bravo, subsecretaria de Pesca de Santa Cruz, manifestó que “la apuesta del Gobierno es el desarrollo de trabajo en tierra y el agregado de valor”, motivo por el cual mantienen buenas expectativas con el desembarco de Bentónicos en Santa Cruz. “La empresa tiene dos barcos y han adquirido una planta que están terminando de operativizar”. A la actualidad emplean a unas 150 personas y “si bien no está operativa la planta, entiendo que a partir de este verano tienen ese compromiso y el de sumar más gente”, y sumó: “Buscan también trabajar con merluza y langostino, ya que en la centolla es muy acotado el volumen y el tiempo de captura, por eso para darle continuidad a la planta trabajan en otros procesos y proyectos”.

(Lucrecia Bravo, subsecretaria de Pesca de Santa Cruz).

Bravo contó que “el gran volumen de sus descargas las hace en Puerto Deseado, es trabajo directo en el puerto y deberán comenzar a calificar mano de obra para el trabajo de la centolla viva”.

La funcionaria aseguró que desde el Estado provincial intentan impulsar estos proyectos “sobre todo desde el Consejo Federal Pesquero”, pero además “participamos de las comisiones de seguimientos”.

Desde Bentónicos observaron que en los puertos “debería haber capacitación al personal sobre la importancia que tiene el producto al momento de ser manipulado en la descarga, dado que, de ello depende mucho el valor final”. Esta es una situación que también identifican desde la Subsecretaría de Pesca provincial, por lo que se está diagramando “un programa de capacitación para cuando no haya entrada de barcos poder aprovechar ese tiempo”.

Tener productos codiciados por el mundo no ubican en un lugar de privilegio, por eso celebramos el trabajo en mejorar, en términos comerciales, un producto que ya es Premium”, sostuvo. (TiempoSur – Infobae)