Jorge Guzmán se refirió al anuncio argentino de instalar una base EE.UU. en Ushuaia

El reciente anuncio del Presidente argentino Javier Milei de instalar próximamente una base militar estadounidense en Ushuaia, preocupó a muchos en Chile. 

Sin embargo, para el analista internacional magallánico Jorge Guzmán, no hay que sobredimensionar las declaraciones del mandatario trasandino. En momentos que una serie de comités discuten la formulación de los reglamentos del nuevo Estatuto Antártico, Guzmán alerta que la Cancillería ha poblado estas instancias “con ONG’s que no aportan nada a la región” y en cambio ha excluido al sector privado de Magallanes, por ejemplo, a los pescadores de Bacalao hoy marginados de tal instancia. “Hay que preocuparse que ellos vuelvan a incorporarse a estos comités”, dijo. 

Sobre las declaraciones de Javier Milei “en lo práctico, son expresiones de deseo en el contexto de, primero, el patriotismo asociado a la conmemoración de 2 de abril, y la derrota militar argentina que siguió”, dijo en alusión a la guerra de las Malvinas. 

Un segundo factor, sostuvo, “son las actividades auspiciadas por el embajador norteamericano en Buenos Aires, muy activo en promover la presencia de su país en la Patagonia y Tierra del Fuego. Creo que en ese marco también se inscribe también la presencia en Ushuaia de la jefa del Comando Sur de Estados Unidos y las declaraciones sobre una base compartida en Ushuaia”. 

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Guzmán, expresó que “por razones jurídicas, políticas y geográficas, la posibilidad de establecer una base militar conjunta en el “sector compartido del canal Beagle” me parece mucho más que compleja. Ese canal no es, como el Estrecho de Magallanes, un “estrecho internacional”. En lo fundamental, son aguas interiores chilenas que, en lo sustantivo, están gobernadas por el Anexo sobre Navegación del Tratado de Paz y Amistad de 1984”. 

Agregó que “no es secreto para nadie que Estados Unidos viene, desde años, expresando preocupación por la base militar china en Neuquén, y el interés de ese mismo país en un puerto (y base) en la parte argentina de Tierra del Fuego. Ello es consistente con la presencia china en esta parte del mundo que, entre otras cosas, explica por qué China es el principal usuario del estrecho de Magallanes”. 

Afirmó que la reciente autorización estadounidense para la venta de 30 aviones F 16 a Argentina, es un claro gesto a las fuerzas armadas de ese país, postergadas por décadas. 

Asimismo, sostuvo que si bien es cierto que Argentina aspira, como Chile, a fortalecer su presencia en la Antártica, “por ahora parece no solo limitada en sus recursos financieros, sino que en los hechos políticamente focalizada en asuntos internos. Se conoce del proyecto Base Petrel, pero no está claro que la Argentina de Javier Milei cuente con los fondos para materializarla”. 

Prioridades invertidas 

Guzmán añadió que mientras la agenda bilateral con Chile se ha reducido al mínimo (tráfico transfronterizo de solución más técnica que política), “el gobierno de Milei puede estar observando las debilidades de la agenda antártica chilena, que incluye la marginación de los actores privados en la redacción de los reglamentos del Estatuto Antártico (ley).  

Desde el exterior esta marginación podría leerse como un guiño al ambientalismo que propone transformar a la geografía austral en una sola gran área protegida y, por extensión, avanzar hacia una “Antártica patrimonio común de la humanidad”. El gobierno de Javier Milei parece ser “alérgico” a esas fórmulas hoy muy populares en Chile”.

Fuente: El Pingüino