En medio de los despidos en YCRT

Fanático religioso irrumpió en casa de Reyes y Cambiemos pidió protección para la oposición

En medio de los despidos de YCRT que tienen al FUPVM en la mira, la diputada nacional, Roxana Reyes, denunció ayer un ataque mafioso en su vivienda y responsabilizó al gobierno de Alicia Kirchner. Sin embargo, más tarde se supo que el intruso tiene problemas mentales y que la denuncia por amenazas nunca se radicó. 

  • 01/02/2018 • 09:59

Es un día de semana, pleno mediodía de enero, y afuera de la Municipalidad de Río Gallegos, un hombre de traje gris, vocifera una prédica espesa. El varón, levanta los brazos, los empuña contra el aire y desde el boulevard donde hasta hace poco estuvo el árbol de Navidad, dirige todas sus energías al palacio:  
“Contra ti, oh príncipe de la gloria, espíritu de gracia. Contra los ñoquis, estafadores… (que están) contra el Gobierno de Cristina Kirchner y de Alicia Kirchner. Porque yo las protejo, yo las cubro como una gallina que cuida a sus polluelos…”
El que grita es Jason A.M, de 35 años. Un muchacho de nacionalidad colombiana que está hace siete meses en Santa Cruz y que, según se supo, sólo tenía un permiso de residencia precario, por noventa días.
Fue él, quien durante la madrugada de ayer entró a la casa de la diputada nacional, Roxana Reyes, en donde provocó algunos destrozos, como fotos familiares, ingresó a su computadora portátil y hasta le tendió la cama. ¿El móvil? Aún no está claro.
Temprano en la mañana de ayer, la legisladora de Cambiemos dio noticia, en exclusiva, en una entrevista con el programa de Jorge Lanata en Radio Mitre.  

"Entré a la casa y vi que no había intención de robo. No se había tocado nada, solamente rompió mis fotos, tendió mi cama en forma particular e hizo posteos contra Mauricio Macri y Eduardo Costa, con quien trabajo", dijo.
El documento policial dice que, para cuando llegó el Comando Radioeléctrico, a las 00:33, en su casa ya estaban los policías de la jurisdicción demorando a Jason.
Reyes dijo en la entrevista radial saber de quién se trataba; "una persona colombiana…que tenía entre sus pertenencias un papel que decía 'Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Cruz'" y que entró a su vivienda con "un teléfono celular limpio, que no tiene nada, ningún contacto". En efecto, nada sobre el desequilibrio mental que padece, lo cual hubiese dado al caso otro cariz, quizás menos temerario.
La cosa no quedó ahí, la Diputada santacruceña también le dijo a la agencia oficial Télam que lo que pasó fue "un claro mensaje mafioso" y que mientras la policía se llevaba detenido al joven, éste le aseguró que “un día iba a estar afuera". 
Esa amenaza de muerte, cierra para la legisladora con la teoría de que a Jason, "lo plantaron en mi casa porque me están siguiendo y lo que me están diciendo es estás sola, tené cuidado porque vas a ser boleta".
Fuentes de la investigación aseguraron que lo que se vivió durante la madrugada de ayer, fue una suerte de escena de posesión religiosa. Es que, según dijeron, el joven trataba de “exorcizar” a Reyes para entonces “convertirla” al kirchnerismo.
Más tarde, un comunicado del interbloque de Cambiemos terminó de plantar bandera a la persecución política, pidiendo por la seguridad de Reyes y de todo el frente electoral, y el propio Eduardo Costa sostuvo: que “los santacruceños no podemos acostumbrarnos a vivir con miedo, ni a naturalizar este tipo de hechos. Por eso decimos basta y juntos vamos a seguir trabajando para transformar Santa Cruz. Vamos a cambiar Santa Cruz”.
Las palabras del Senador expresando su apoyo irrestricto a la parlamentaria macrista tuvieron eco en redes sociales, donde por estas horas le recriminan al brazo político de Cambiemos en la Provincia, que no se solidarice ni hable sobre los 400 despidos que pusieron en vilo a la Cuenca Carbonífera. Para algunos, fue lamentable la oportunidad en la que se dieron los hechos, y para otros, lo fue el sentido del oportunismo que cargan sobre la oposición, aunque tampoco faltaron quienes aseguraban que el gobierno de Alicia Kirchner le pagó a Jason para actuar. 
“Ni las amenazas ni las intimidaciones van a frenar nuestro trabajo y los esfuerzos de miles de santacruceños que no se resignan a vivir mal, sin oportunidades ni esperanza...” concluyó.
En horas de la tarde, el secretario de Seguridad, Lisandro De la Torre, salió a hablar del tema en nombre del Gobierno, y se ocupó –por Tiempo FM- de bajarle el tono a las acusaciones.
Sorprendido “porque no es algo común”, el funcionario descartó de plano que fuese un hecho de inseguridad y confirmó que Jason no estaba armado.
“Estaba vinculado a un hecho religioso porque tenía una biblia en su poder y mucho material relacionado a la religión” dijo, marcando que la Diputada se había quejado de que no le pusieron consigna policial. 
Para el Gobierno, las amenazas no existieron. Al menos no técnicamente porque Reyes no las habría denunciado, salvo en medios de comunicación. “Cuando la Diputada se presente seguramente hará una ampliación para ver si entra dentro de la penalidad. Creemos que los dichos de la diputada son un acting o algo así, porque la policía de Santa Cruz viene trabajando correctamente en cualquier hecho de inseguridad”.
Lo cierto es que Jason permanece desde entonces detenido a disposición de la Justicia, que aún no lo indagó. En este punto fue consultado el Órgano de Revisión de Salud Mental, quienes no tienen un seguimiento del joven, y por lo tanto, habrá que aguardar las pericias para conocer si es inimputable, o acaso conocía la gravedad de lo que hizo.
Por último, hay que mencionar que, como la víctima es en este caso una legisladora nacional, el caso pasa al fuero Federal, y no se descarta que pueda establecerse protección hacia Reyes y su familia, por parte de fuerzas nacionales.