La vigilia de los mineros

Hoy se cumplirá el segundo día de ocupación pacífica de la Mina 5 en Río Turbio, luego de que la Intervención de YCRT aclaró que los telegramas (más de 400) que pedían acogerse al "retiro voluntario" no se retrotrajeron, sino que están suspendidos hasta las negociaciones que se llevarán el lunes y martes en Buenos Aires.
Hasta que concluyan estos encuentros los mineros permanecerán en su lugar de trabajo. Esto se decidió en la multitudinaria asamblea -de casi mil personas- efectuada ayer a las 14:00 en la Cuenca Carbonífera (casi a la misma hora, en la que llegó la Gobernadora). 
En el medio, ronda el fantasma del desalojo luego de que trascendió el martes, el pedido por parte de la estatal para el envío de fuerzas de Gendarmería Nacional para custodiar la mina.
"Seguiremos con la misma medida, porque eso resolvimos en la asamblea, y esperamos la reunión de nuestros sindicatos hasta el martes, pero seguiremos de vigilia en la boca de mina", dijo Ramón Morales, minero desde hace 12 años, ex delegado de ATE y  quien recibió uno de los 400 telegramas. Morales trabaja en la extracción del carbón. 
"Vamos a seguir peleando porque es injusto este atropello del Gobierno nacional sobre los trabajadores", agregó y destacó que YCRT pide "producir", pero al mismo tiempo "ponen en marcha despidos en áreas que son importantes". "Echan a gente que trabaja en la producción, que son el pulmón y el corazón de la mina", sentenció.

"PLATOS DE COMIDA"
Ayer se viralizó el testimonio de uno de los mineros despedidos de YCRT. Se trata 
de un minero de apellido Díaz, quien conmovido, contó qué sintió al quedarse sin trabajo.
“Es doloroso, pero lamentablemente estoy mal porque nunca pensé que me iba a tocar. Tengo mis años para jubilarme, pero la mala jugada que hacen las autoridades de la empresa, que ni conozco al hombre que viene y firma mi prescindencia de trabajo. Nos están quitando los platos de comida a los hijos, a ellos le están quitando” indicó.
Pidió la unión de la Cuenca. “Que suspendan esto, porque será una masacre social que no quiero ver. Tengo 50 años en Río Turbio y con esto me pagan ahora”.