Santa Cruz

La policía que no puede portar armas y cuya pareja, según la Justicia, se suicidó

Jessica Di Piero vive ahora en Caleta  Olivia. En 2016, en Las Heras, en una discusión con su pareja Fabricio Sánchez, el joven se habría disparado usando el arma reglamentaria de la mujer. La Justicia dictó la falta de mérito, pero la  familia del agente apeló.

  • 07/02/2020 • 08:34
La familia continúa el reclamo e insiste en que a Fabricio lo mataron.
La familia continúa el reclamo e insiste en que a Fabricio lo mataron.

La muerte del agente de policía Fabricio Sánchez fue un homicidio para su familia.

Sin embargo, el juez Guillermo Ghio de Las Heras resolvió dictar la falta de mérito   el 3 de junio del año pasado a Jessica Di Piero, la pareja del joven que estuvo presente ese 15 de julio cuando, de acuerdo a lo dictaminado, Fabricio se quitó la vida con el arma de Di Piero ya que él no utilizaba arma, en medio de una fuerte discusión que mantenía la pareja.

El 20 de mayo del año pasado, luego de tres años de atraso en la causa, el Juez la había imputado y la citó a declarar.

Di Piero asistió pero alegó su derecho de no hablar.

La mujer se mudó a Río Gallegos en donde estuvo poco más de dos años, pero el año pasado pidió el traslado a Caleta Olivia en donde se encuentra su hermana, quien también es oficial de policía. Su hermana menor de 17 años, también podría seguir el camino de pertenecer a las fuerzas.

“Desde chiquitas nos gustaba. Yo tenía  igual intención de estudiar otra cosa, pero se me dio la posibilidad de entrar y me fue bien”, contó Jessica que comenzó a trabajar en 2011 luego de tres años en la Escuela de Oficiales.

En 2014 obtuvo la beca para estudiar Licenciatura en Seguridad Ciudadana en la Universidad Nacional de Lanús.

Ahora se encarga sólo de tareas administrativas en la Comisaría Primera de Caleta Olivia. No puede portar armas desde 2016.

Jessica no rehízo su vida. No espera retronar nunca a Las Heras.

-¿Cómo lo ha podido sobrellevar?

Hay proyectos que tuve que dejar de lado para seguir adelante. No fue nada fácil para mí. Mi carrera, por ejemplo, que estaba estudiando Licenciatura en Seguridad Ciudadana en la Universidad Nacional de Lanús, no pude terminarla. Me quedaba cursar unas materias, rendir finales y presentar mi tesis. Pero con todo lo que pasó se me atrasó y las materias que debía cursar en el cuatrimestre no pude. Después seguí intentando pero no pude. Me quedaba el último año, el último cuatrimestre. Intenté retomar pero me bajoneé y cada tanto terminaba yendo al psicólogo y tenía recaídas.

-¿Sigue siendo asistida psicológicamente?

No. Después de lo que pasó en el juzgado me llamaron para ir al psicólogo. Pero fui además al psiquiatra y pedí el traslado  para estar cerca de mi familia y tener  contención familiar. Estuve mal, por eso hice el tratamiento psicológico y psiquiátrico, después lo dejé. Tenía bajones y momentos de llanto que no paraban. Los primeros meses después de que falleció, fueron muy difíciles para mí.

 

-Después de lo sucedido se fue a Río Gallegos y ahora en Caleta Olivia. Sus colegas, ¿sabían lo que le pasó? 

Algunos me dijeron que sí, otros que no sabían. Pero hubo muchos casos así en la policía, no solo en Las Heras, sino en la provincia. Es una problemática que lleva muchos años sobre todo en Zona Norte, Pico Truncado, Deseado, Caleta, que tiene los índices más altos.

-¿Se sintió observada o fue tratada de forma diferente?

Al principio notaba algo y fue una de las cosas que lo hablé con mi psicóloga. Pero después como uno empieza a conocer y se ve cómo es realmente, porque quizás una ve algo de afuera pero primero hay que conocer a la persona para juzgarla y ver realmente cómo es.

Desde que pasó eso no tengo arma por la causa, ya que él utilizó mi arma para quitarse la vida, él no tenía arma. Además para que me entreguen un arma me deben evaluar nuevamente psicológicamente.

 

-¿Siente que podría portar un arma?

No tendría problemas porque es parte de mi función, que es proteger la vida. En este caso, estoy en comisaría pero no salgo de forma operativa porque no tengo arma.

 

-La última entrevista que le hice dijo que fue víctima de violencia de género, pero nunca lo denunció.

Nunca lo quise denunciar y es una de las cosas que también cuando uno está en ese ambiente es difícil aceptar y superar la realidad. Uno lo ve como el resto, que no quiere o no quería y era la misma persona que me hacía daño. Tenía miedo de que él me hiciera algo, así que ocultaba el arma, no la dejaba a mano.

 

-Sigue sin abogado particular, solo el defensor oficial. ¿Por qué?

Confío en la Justicia más allá de los comentarios que se hicieron o lo que la madre quiere llevar a la Justicia... Me genera angustia, quiero que todo se termine.

 

LA AUTOPSIA PSICOLÓGICA

Como publicó este medio en 2018, el suicidio de Sánchez tenía  “incongruencias”, como el hecho de que para haberse disparado, debería haber utilizado las dos manos ya que de acuerdo  al barrido electrónico, Fabricio no tenía restos de pólvora, pero sí Jessica en sus dos manos.

La familia de Fabricio recién pudo acceder a los resultados de la autopsia psicológica postmortem, luego de dos años del hecho, en diciembre de 2018.

La autopsia buscaba “esclarecer las circunstancias y estado psicológico de la de muerte de Fabricio Sánchez” y determinar si “tenía o no motivaciones para suicidarse o si existían conflictos interpersonales que pudieran suponer un grado de riesgo que atentaran contra su vida”.

El resultado: Los profesionales determinaron “que no existió una planificación suicida por parte de Fabricio y que en caso que existiera una conducta autoagresiva solo puede considerarse como una acción extrema, desesperada para librarse de la tensión afectiva vincular que lo unía con la concubina y dado que la agresión fue una constante en esta relación afectiva en particular, tampoco puede descartarse que la agresión provino de un agente externo”.

Para arribar a las conclusiones, los profesionales analizaron: El perfil de personalidad, factores de riesgo suicida /victimal; homicida; planes de vida; estado mental al momento de la muerte; estilo de vida; modelo vincular; historia familiar y de muertes familiares; áreas de conflicto y de crisis. Realizaron una “reconstrucción retrospectiva de su vida” y entrevistaron a familiares y amigos (siete en total) lo que incluyó a su ex concubina.