Condenado a 13 años por homicidio

Aer se dio a conocer la sentencia condenatoria de Miguel Ángel Paredes, quien, durante el debate oral, confesó haber matado a la mujer de 82 años, cuando ingresó a su cuarto para robarle dinero y así seguir de fiesta.

Según sus dichos, Paredes le alquilaba una habitación a Arriagada, con respecto al hecho explicó que había ido al boliche y tipo 06:00 regresó a la casa borracho y drogado, con ganas de buscar una moneda para seguir tomando. Entró por el garaje y fue a su pieza, se sacó las zapatillas, la remera y se puso un pantalón corto y decidió entrar a la casa de Zunilda semidesnudo para que no le reconozca la ropa y buscar plata. Paredes aseguró que ingresó a la casa por una ventana que está al costado y da al comedor de la casa de la víctima, se dirigió al dormitorio donde estaba durmiendo y comenzó a revisar la ropa, luego abrió un cajón y en ese momento se despertó la anciana, abrió los ojos y le conoció la cara, le gritó: “Miguelito”, le tapó la boca y ella lo tomó de la zona del antebrazo derecho tan fuerte que le dejó una marca, se zafó, tomó un cuchillo de unos 30 centímetros que estaba junto a un tenedor y una fruta en un plato apoyado sobre la mesita de luz, y se lo clavó en la zona del cuello, se asustó y salió rápidamente de la casa, puso el cuchillo, el tenedor, el plato, la fruta y las llaves de la puerta por la cual salió en una bolsa y lo arrojó en un tacho municipal dispuesto en la vereda. Luego se fue a su pieza, cerró la puerta y se acostó a dormir.

Luego de la confesión de Paredes, el Fiscal de Cámara solicitó que el juicio fuera abreviado, hecho al que se adhirió la defensa a lo solicitado, pero el Tribunal no aceptó, ya que no estaba claro cuál fue el móvil del homicidio, a lo que sumó una situación curiosa y alarmante que no fue investigada en la instrucción y que se relacionaba con la vestimenta que presentaba el cuerpo sin vida de Zunilda Arriagada, que según consta en las actuaciones, presentaba una herida mortal en el cuello y estaba vestida únicamente con una remera y la bombacha junto a una calza se encontraban en un pie. En el mismo sentido, las lesiones de rasguños que presentaba el cuerpo de Paredes por su ubicación y forma bien podrían corresponderse a reacciones de defensa de ataques sexuales. Se tornaba necesario para definir el móvil delictivo ir descartando distintas hipótesis que surgían de los datos aportados por la investigación y de esta forma alcanzar la verdad real de lo sucedido.

Finalizado el debate, el Tribunal se retiró a deliberar y ayer dieron a conocer el fallo en el cual se condena a Miguel Ángel Paredes a la pena de 13 años de prisión de cumplimiento efectivo, por considerarlo autor penalmente responsable del delito de Homicidio Simple, debiendo permanecer el estado de detención en la dependencia del Servicio Penitenciario Provincial donde se encuentra actualmente.