Policiales

Uno de los tres acusados confesó el homicidio de Jorge Muñoz

Ayer comenzó el juicio contra Brian Barría, Edgard Verón y Florencia Narváez, por el asesinato del adolescente Jorge Muñoz Casas, quien sufriera una brutal golpiza en la madrugada del 1° de febrero de 2015 en el B° Miramar, lo que provocó su deceso tres días después.

  • 25/08/2016 • 08:27
Los jóvenes ya se enfrentan al Tribunal Oral de Caleta Olivia. (Foto: El Patagónico)
Los jóvenes ya se enfrentan al Tribunal Oral de Caleta Olivia. (Foto: El Patagónico)

Los acusados se sentaron frente al Tribunal conformado por Cristina de los Angeles Lembeye, Juan Pablo Olivera y Laura Vallebella para responder cuestiones personales, siendo escuchados atentamente por el fiscal Carlos Rearte y el abogado querellante Ismael Machuca.

Brian Alexis Barría, de 22 años; Edgardo Ezequiel Verón, de 19; y Florencia Aldana Narváez, de 19, son defendidos por los abogados Alberto Luciani, Marcelo Palenque (defensor público) y Marcelo Quinteros, respectivamente.

En el interior de la sala también estuvieron presentes familiares y allegados tanto de los imputados como de la víctima, quienes vivieron momentos de angustia al escuchar el relato de cómo habrían sucedido los hechos, según la elevación a juicio solicitada por la querella.

Tanto Barría como Verón están acusados de ser coautores del delito de homicidio en ocasión de robo doblemente agravado por ser cometido con arma impropia, en poblado y en banda, mientras que sobre Narváez recae la imputación de partícipe necesario.

Según consta en la elevación a juicio, la madrugada del domingo 1° de febrero de 2015 Muñoz se encontraba en la esquina de las calles Castelli y Presidente Perón junto a otras cinco personas y “fue agredido físicamente por Barría y Verón, mientras Narváez en forma agresiva y amenazante mantenía a los amigos de Muñoz alejados para impedir que lo auxilien”.

En la misma consta que “le propinaron golpes en la cabeza con botellas de vidrio, patadas y golpes de puño en forma alevosa que luego le causaron la muerte”, tres días después, es decir en la tarde del 4 de febrero.

“La conducta de los imputados no concluye en la agresión, sino que la misma fue una vía para concluir con el robo de elementos personales de Muñoz, una vez que el mismo yacía desvanecido en el suelo, existiendo un acuerdo previo de los tres para cometer el ataque”, reza el documento.

Asimismo, da cuenta que la víctima -de 17 años- sufrió fuertes golpes causados con al menos tres botellas de cerveza que fueron extraídas de un cajón que él mismo llevaba, teniendo en cuenta que junto a sus amigos habían salido de una fiesta y caminaban en busca de un taxi o remis.

La lectura de la elevación a juicio debió interrumpirse a mediodía por varios minutos, ante la descompensación de la única mujer imputada que ingresó a la sala con un barbijo debido a una afección respiratoria.

 

Confesó el hecho

Ezequiel Verón confesó que antes de ser detenido sí consumía drogas, como marihuana y cocaína, y que cuando cometió el asesinato estaba “muy drogado”.

Y allí dijo: “Yo le pegué el botellazo. Me hago cargo de lo que pasó. Yo fui el responsable de eso. Barría no tuvo nada que ver”. “Creo que no tuve con un proceso justo. Pasaron tres abogados. El primero me dijo que tenía que hacerme cargo. Me dijo que Barría dijo que yo fui y yo de bronca lo metí a él, porque nunca caí preso y no sabía cómo era el tema. La policía me presionó y de bronca, porque me dijeron eso, metí a Barría en este injusto proceso. Pido disculpas a la familia de Barría, él estuvo bastante tiempo en algo que él no tuvo nada que ver. Simplemente quiero pedir disculpas a la familia”, añadió.

También quiso pedirle a la familia de la víctima -que estaba presente- disculpas, y para eso pidió permiso a los jueces para darse vuelta. Pero el Juez al ver que los padres del chico muerto negaban con la cabeza lo paró en seco a Verón y le dijo: “No tienen intenciones de que te des vuelta”. No obstante, Verón continuó: “Quiero pedir disculpas por lo que pasó. Nunca fue mi intención matarlo. Simplemente era robarle nada más. No tenía motivos para matarlo. Simplemente pasó eso de que Narváez se estuvo bardeando y yo fui e hice lo que hice, porque se resistió. Yo estaba alcoholizado, pasado de drogas y no pensé lo que hice, no pensé nada de lo que hice. Simplemente le di un botellazo”, dijo. “Vuelvo a pedir disculpas a la familia. Sé que no hay perdón para esto, porque fue un error que cometí y no estaba consciente de lo que estaba haciendo”, dijo entre llanto.

 

Le robaron sus pertenencias

Según consta en el documento, los individuos le sustrajeron a Muñoz una mochila, una campera, un par de zapatillas marca Nike, un expansor y hasta el cajón de cervezas.

Los amigos de la víctima habrían sido alejados del sitio por Narváez ante el grito de “váyanse de acá porque los voy a cagar a tiros”, por lo que inmediatamente se dirigieron a la vivienda de otro joven, de nombre Pablo, que conocían y que vivía a pocos metros para pedirle ayuda.

En el momento en que iban a regresar para auxiliar a Muñoz, notaron que éste llegaba caminando hacia donde estaban ellos con el rostro cubierto de sangre, diciendo que le habían propinado varios botellazos.

Inmediatamente el padre del joven a quien le habían pedido auxilio lo trasladó hasta el Hospital Zonal de esta ciudad, donde permaneció internado en gravísimo estado en la Unidad de Terapia Intensiva.

Pese a los esfuerzos médicos, el joven no resistió y a las 16:30 del 4 de febrero murió a raíz del fuerte traumatismo de cráneo. (Fuente: TiempoSur, La Vanguardia del Sur y El Patagónico)