Test psicológico: la primer forma que veas en la imagen revelará tus deseos más ocultos

Los test psicológicos suelen “atraparnos” y por ello buscamos siempre que el resultado sea acorde a lo que creemos que somos ante los demás. Lo primero que ves revelará lo que es realmente importante para vos en el amor

¿Qué fue lo primero que viste en esta imagen?

La cara de un hombre

Si ves primero la cara del hombre en el árbol, significa que sos muy artístico y creativo, y tu vida se trata de una aventura constante. En cuanto a tu posición ante una relación, creés que no estás realmente preparado para una relación seria.

El rostro de una mujer

Esta parte de la imagen revela que la maternidad o la paternidad son tu universo. Estás listo para ayudar a cualquier persona en cualquier momento y todos tus amigos saben que con solo una llamada te tendrán siempre a disposición. En tus relaciones románticas, sos una persona cálida y cariñosa. En caso de querer tener hijos, seguramente la crianza, la sofisticación y el equilibrio serán rasgos que tendrás muy en cuenta a la hora de avanzar.

La cara de un niño

Si lo primero que viste es al niño, entonces sos alguien que precisa que lo cuiden. En tu vida amorosa, no te gusta dar el primer paso, y siempre debe primar la honestidad, espiritualidad y armonía. Con tus parejas sos una persona leal y siempre comprometida.

Una cara en el agua

Revela tu necesidad de libertad tu vida amorosa. Podría decirse que sos alguien que puede vivir en el poliamor. Te gusta vivir tu vida y lográs hacerte amigos a cada momento, pero no creés en los sentimientos profundos.

La figura de una mujer

En este caso la figura de una mujer indica que te gusta ser el centro de atención. La gente te admira por tu inteligencia, pero también querés atraerlos por tu apariencia exterior. A las personas les encanta estar cerca de ti porque parecería que siempre estás de bueno humor y sonriendo. Internamente, podría decirse que sos alguien que teme a las relaciones serias y al compromiso, por lo que intentás alejarte cada vez que creés que estás empezando a amar a otra persona.