Compartieron la de Bronce

El efecto Juego Olímpico parece estar todavía en el aire. Y haciendo de las suyas. Ahora, en la vuelta de las actividades locales. Durante el desarrollo de la máxima cita deportiva mundial, que tuvo lugar este año en Tokio luego de lo que fue la suspensión de la temporada pasada como consecuencia del COVID-19, se vieron muchos gestos relacionados con el denominado Juego Limpio.

Algo que no debería llamar la atención. Ni siquiera parecer una excepción.

Aunque otros factores hacen que, en otros momentos y deportes, lo que prime sea el “lo único que importa es ganar”. A cómo dé lugar, claro. 

Es en los Juegos Olímpicos en donde parece renacer el espíritu libre. Lejos de las contaminaciones de estos tiempos. Es en este mega evento que los deportistas parecen recuperar su “amateurismo”. Vuelven, en otras palabras, a disfrutar con el juego. Y lo hacen siguiendo las normas. Las deportivas y las humanas.

El pasado fin de semana se llevó a cabo, en El Calafate, la primera edición de la Copa Santi Nash de la categoría Maxi Femenino. Lo que se vio en esos tres días en que duró la competencia fue más que básquet. A la frutilla que decoró la torta la pusieron Hispano Americano y Las Moras. El Celeste y el equipo de Piedra Buena tenían que jugar, el último día, el partido por el tercer puesto. Esto, después de haber perdido en semifinales. Las riogalleguenses lo hicieron con El Calafate mientras que las del centro provincial con 28 de Noviembre.

Por haber perdido, en esta primera instancia de playoffs, Hispano Americano y Las Moras tenían que enfrentarse en lo que iba a ser el último día de acción. Y lo último de acción, también, para cada uno de estos quintetos. Jugaron en el nuevo Estadio Polideportivo de la Villa Turística. Histórico fue el encuentro, más allá de por cómo terminó por cómo empezó. Es que este se trató del primer cotejo de básquet que se llevó a cabo, en este escenario, desde su inauguración.

Cumplido el tiempo regular, el marcador indicaba un empate en 36 puntos. Había que jugar, entonces, cinco minutos más para romper con esa igualdad. Así, al menos, lo exigía el reglamento. Las jugadoras de ambos equipos se pararon ante este y decidieron resolver de otra manera. Con una forma más salomónica.

Hispano Americano y Las Moras optaron por no seguir jugando. Dejaron entonces todo como estaba. Se dieron la mano y compartieron la medalla de Bronce. En honor al deporte amateur. Al básquet. A los Juegos Olímpicos.

La final tuvo todo de eso. Y más también. El Calafate y 28 de Noviembre compitieron. Venían de ser los mejores equipos de la fase regular y en la definición del torneo se comportaron como tal. Ambos ya se habían enfrentado en la etapa anterior. Había sido con triunfo de las calafateñas. Las locales lo volvieron a hacer. Ganaron 44 a 36 y se consagraron campeones de su propio certamen.

En el primer tiempo, el conjunto de la Villa Turística impuso sus condiciones. Cerró arriba en primer parcial y estiró ventajas en el segundo chico. Para colmo, 28 de Noviembre perdía en ese interín a su mejor jugadora, producto de una lesión. Esta baja hacía presagiar un cómo triunfo de El Calafate. No fue así. Con orgullo y mucho esfuerzo, 28 de Noviembre reaccionó y se llevó los últimos dos cuartos. La remontada fue buena pero no suficiente. Lo hecho por El Calafate en los primeros 20 minutos del partido terminó siendo determinante para el juego. Participaron también de este torneo otros dos equipos de acá como Los Tigres y Boxing Club.