Educación

Grandes filosofías de pequeños pensadores ilustrados

Las reflexiones de los niños sobre su vivir y el mundo, son estimuladas por el Grupo Atrapamundos, el cual trabaja hace 6 años en el Jardín Maternal de la UNPA-UARG. La imaginación, el razonamiento y los grandes dilemas que exteriorizan los jóvenes pensadores. 

  • 16/08/2019 • 10:35

Los chicos, dispersos, se agrupan y escuchan el cuento que les lee la docente. Se trata de "Marisa que borra", de Canela, su autora. Es el año 2006 y ese grupo de niñas y niños entre 5 y 6 años concurre diariamente al Jardín Maternal de la UNPA en Río Gallegos. 

Luego de la lectura la docente escribe en un afiche todo lo que los chicos borrarían si fueran una goma de borrar, igual que el personaje de Marisa, y dicen por qué lo borrarían. Éste fue el diálogo:

Vero: Todo.

Joaquín (a la maestra): Tu pelo.

Nahiara: Las hojas de los árboles.

Vero: El barro.

Nahiara: La tierra. Las plasticolas del jardín, porque quiero.

Joaquín: Pero nos quedamos sin plasticolas para trabajar.

Nahiara: Eso no es lindo, pero lo borramos igual.

Pilar: Mi mochila y mi campera porque no me gustan.

Joaquín: Las novelas de mi mamá, así puede mirar conmigo los dibujos.

Vero: Los tiburones, porque se comen a la gente. Pero las novelas no, porque a mi mamá le gustan las novelas.

Joaquín: Bueno, borramos sólo las de mi mamá.

Nahiara: Borremos el sol.

Docente: Pero vamos a tener frío.

Nahiara: Bueno, lo hago otra vez. Entonces borramos las camionetas. Pero el auto de mi papá, no.

Julián: Mi camioneta no, porque está limpia. Borremos la noche.

Vero: No, borremos el día.

Joaquín: Pero dejá el sol. Porque a mi mamá le gusta el sol.

Docente: ¿Qué pasa si borramos el sol?

Joaquín: No podemos ir a los jardines.

Docente: Y si borramos la noche, ¿cuándo dormimos?

Joaquín: Hacemos la siesta.

Vero: Borremos el viento, porque hace mucho frío.

Nahiara: Yo borro las letras y los números porque me salen mal.

Este fragmento se enmarca en las actividades del taller de Filosofía con niños que se lleva a cabo en el Jardín Infantil de la UARG desde el año 2013. La propuesta es parte dell programa conocido como Filosofía para Niños (Philosophy for children), pensado por Matthew Lipman en la época del ´70.

Su historia cuenta que el objetivo de la primera novela escrita por Lipman era el de acercar a los alumnos preuniversitarios herramientas mínimas de razonamiento lógico y de reflexión filosófica. Con el correr del tiempo, el currículum fue creciendo hasta abarcar la educación formal desde sus primeros años hasta los últimos (esto es, desde preescolar hasta el final de la educación media), y docentes e investigadores de distintas partes del mundo adoptaron el espíritu y adaptaron el programa y el currículum según las características y las necesidades propias de cada país.

En la Argentina, han crecido grupos de trabajo que guardan también contacto con agrupaciones del exterior, aproximadamente desde el año 1993. Uno de ellos, es Grupo Atrapamundos de Investigación en Filosofía y Literatura Infantil, integrado por docentes y alumnos de distintas unidades académicas de la Universidad Nacional de la Patagonia Austral, especializados en Filosofía junto a otras áreas como Letras, Historia, Psicopedagogía y Educación Primaria.

La Dra. en Filosofía, Andrea B. Pac, dialogó con NOS sobre este proyecto que involucra a los niños con la filosofía y los hace reflexionar sobre lo que conocen, como también lo desconocido para su corta vida.

JUEGO Y REFLEXIÓN

"El proyecto surge por varios motivos, tengo una maestría en filosofía para niños y el trabajo que hace es llevar a cabo discusiones filosóficas con niños y adultos, no importa la edad", explica la Dra. Pac, quien entiende que el objetivo de las discusiones y diálogos es "la construcción de conceptos filosóficos que son muy cercanos a nosotros". 

Da cuenta que son "conceptos centrales en nuestras experiencias cotidianas y discutibles porque nunca tienen una definición cerrada o definitiva" como el amor, la amistad, la justicia, el odio, el bien, la verdad, lo lindo y lo feo, entre otros. "Atraviesan nuestras experiencias que son centrales para la vida", agrega. 

En los diálogos se trata de construir esos conceptos y, el docente, no tiene una función de decirle a los demás que es el amor, el yo o la verdad, sino que pide definiciones, ejemplos, razones para ver si están diciendo lo mismo o algo diferente, ver dónde está la diferencia. Pac advierte que "con los niños la dinámica del diálogo es distinta".  

"Pensar que significa y enfrentarse con esas situaciones y ver los límites para darle sentido, para no hacer nada automáticamente sin ver el sentido de lo que estoy haciendo", remarca la docente que lleva adelante el Taller, para insistir en que el objetivo es poner en práctica habilidades lingüísticas y habilidades de razonamiento/pensamiento, dar ejemplos, definiciones y encontrar un contra ejemplo.

"Se trata de estimular ese tipo de habilidades congnitivas, lingüísticas y actitudinales para escuchar al otro y ver lo que dice", subraya Pac.

RAYUELAS

En 2015 se organizó el equipo de investigación con profesionales de otras áreas, como Letras y Psicopedagogía, con quienes buscamos textos con algunas características especiales. "Le damos importancia al uso del lenguaje metafórico y poético, que tenga valor estético el uso del lenguaje", afirma Pac.

Para los niños las ilustraciones son muy importantes y el texto dialoga con la ilustración permanentemente en muchos cuentos que utilizan, por lo cual destaca el "valor estético en la ilustración".

"Preferimos textos que no tengan moraleja o textos que ellos provoquen la conclusión", explica la docente de Filosofía, haciendo hincapié en los textos con "aspecto subversivo", es decir, que llaman la atención sobre aspectos de la realidad que damos por sentado. Es entender que "la literatura puede provocar sentidos nuevos en la realidad, sin hadas ni duendes". 

Uno de los temas que trabajan es el cuerpo y el yo. Hay ideas cartesianas como un poema de Jorge Luján, con dibujos de Isol, que se llama "Ser y Parecer". Una invitación a la reflexión sobre lo que soy y lo que puedo hacer.

"Siempre pensamos que contribuye a la formación general y sería fantástico que eso tenga una continuidad", resalta Pac, al señalar que dan capacitaciones para docentes de todos los niveles y muchísima convocatoria en cada curso. Eso, motivó a que armaran "equipitos de trabajo" para que los docentes puedan trabajar y volcar el conocimiento en sus escuelas.

INFATIGABLE

Pac deja en claro que la filosofía no distingue edades, es tan importante para los niños como para los adultos y los jóvenes también.

"Los grandes nos hacemos una pregunta filosófica pero nos cansamos enseguida, eso se ve cuando trabajo con gente grande", advierte la docente, remarcando que su rol es "insistir e insistir". 

Pone en el tapete que lo importante es "tomar distancia", al señalar que la inmediatez que nos atraviesa nos lleva a no tomar distancia. La filosofía, en tal caso, es uno de los momentos fundamentales para encontrar sentido en la reflexión. 

"Con los chicos también cuesta porque los chicos viven igual que los padres -afirma Pac- pero si uno construye ese hábito de la reflexión, ahí es otra cosa".

La incansable docencia en la filosofía le permitió encontrar estrategias de trabajo. Las que se proyectan en cada diálogo y respuesta de los niños. Que se manifiestan en las ideas y conceptos que vierten los infantes. Ese mundo que develan en el juego de preguntas y respuestas infinitas que ninguna goma podría borrar.