Francia

Maurice, el gallo demandado por cantar demasiado temprano

La justicia francesa determina por estas horas si el cacareo del gallo Maurice debe ser considerado como un sonido molesto, en un caso paradigmático de las nuevas disputas entre vecinos en el mundo rural. Ante este insólito caso, un alcalde de un pequeño pueblo francés quiere que los sonidos rurales sean reconocidos como patrimonio nacional.

  • 05/07/2019 • 10:13

Maurice, un gallo de la isla de Oleron, en el suroeste francés, fue acusado de cantar demasiado temprano por sus vecinos. Por eso ayer lo sentaron en un tribunal de Rochefort (Charente-Maritime), tras aplazarse el juicio durante un mes para intentar que los demandantes, una pareja de jubilados y la dueña del gallo, Corine Fesseau, llegasen a un acuerdo.

Los demandantes son dos jubilados que viven en un entorno urbano y que solo van ocasionalmente a la residencia que compraron en 2005 en Saint-Pierre d’Oléron. Fesseaun aclaraba a la cadena de televisiónFrance 3 que sus vecinos “vienen solo dos veces al año a la isla”.

En respuesta a la demanda recibida, la propietaria de Maurice, lanzó una petición “Debemos salvar a Maurice, el gallo de la isla de Oléron”, que al día de hoy reúne 80.000 firmas. “¿Qué debemos prohibir? ¿El canto de las palomas, el grito de las gaviotas, los pájaros que cantan cada mañana?“, decía molesta la dueña.

En su lucha, Corinne Fesseau cuenta con el apoyo del alcalde de la comunidad, Christophe Sueur. En junio de 2018, éste tomó un decreto para recordar el “carácter rural” del pueblo indignado por la historia de Maurice. Son muchas las quejas que reciben cada verano incluso por el sonido de las campanas. Sueur aseguraba que no tiene suficientes palabras para “aquellos que quieren imponer su forma de vida a quienes les rodean”.

Por ello, esta larga polémica del gallo ocasionó un debate en Francia sobre qué es el mundo rural y qué se busca en lo que se ha denominado turismo rural. 

El abogado de los demandantes, Vincent Huberdeau, aseguró que sus “clientes escribieron al alcalde de Saint-Pierre-d’Oléron, Christophe Sueur, para encontrar un arreglo amistoso. Buscaron una conciliación. Piden paz y tranquilidad [...] Solo quieren que encierren al gallo durante la noche. Es una urbanización, no estamos en medio del campo”. Pero los intentos de mediación finalmente no han tenido éxito.

“No son habitantes de la ciudad decididos a luchar contra la ruralidad, solo jubilados que quieren dormir por la mañana”, añadió. (Telefe Noticias)

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