Caso Chocobar

Testimonios comprometen aún más a Oscar Biott

Su ex pareja y su amigo Adrián Fioramonti lo ligaron aún más en el hecho. El acusado tuvo la oportunidad de que se realice una inspección en el sitio donde abandonó a la víctima. Una escucha al otro acusado dejó más dudas que certezas. Se aguardan nuevas pericias psicológicas. 

  • 24/05/2019 • 08:04

En la tercera jornada del juicio por la desaparición y homicidio de la joven trans Marcela Chocobar (26), se concretaron los testimonios de la ex pareja de uno de los acusados y de Adrián Fioramonti, que estuvo sospechado durante la instrucción de la causa, pero luego quedó libre por falta de mérito. Las declaraciones comprometen aún más a Oscar Biott. También se concretó la inspección ocular del sitio donde el imputado asegura que fue donde se trenzó a golpes con la víctima y la dejó inconsciente. Para sorpresa de muchos, el lugar que señaló es una zona poblada y transitada en el límite de los barrio San Benito y Bicentenario. Se espera para la próxima semana que se concreten nuevas pericias psicológicas solicitadas por las defensas y el testimonio de un profesional médico, para luego conocerse los alegatos y días después el fallo del tribunal, sino surge alguna medida que dilate aún más el juicio.     

Ex y billetera

Una de las testigos, fue la referente feminista Gabriela Macías, que comentó cómo la ex pareja de Biott tenía sospechas de él, y las mismas se incrementaron, cuando se conocieron las características del automóvil (Renault 9 color rojo) en el que ingresó Chocobar tras salir del pub "Russia Bar" la mañana del 6 de septiembre de 2015, cuando fue vista la última vez con vida. Indicó que observó "movimientos raros" con el vehículo, que le pertenecía a Azzolini, pero meses antes le había comprado a Fioramonti, que estuvo sospechado durante la instrucción de la causa, pero luego quedó libre por falta de mérito, así lo resolvió la jueza Rosana Suárez, titular del Juzgado de Instrucción N°3.

En abril de 2016 fue que se comunicó Paola Juárez con Macías a través del Messenger de la red social Facebook, le planteó sus sospechas de su ex pareja, y le comentó sobre el vehículo, habilidades para el uso de armas blancas y despellejar animales, luego la ex novia del acusado ante el tribunal dijo que fue una sola vez que observó cómo carneó una oveja camino a El Chaltén, animal que había sido cazado por un perro que con ellos viajaba.

Luego fue el turno de Juárez, quien señaló que estuvo en relación con Biott desde aproximadamente septiembre de 2012 hasta principios de 2016. Fue un noviazgo de "idas y vueltas", hasta cuando fue detenido, cuando ella decidió asistir a la Comisaría Segunda para informarle que daba por concluida la relación.

Hizo hincapié que su ex novio tenía características de una persona mística, pero a su vez tenía reacciones violentas y la celaba, y puso como ejemplo, que cuando se separaron por un tiempo, ella había conocido a otro hombre, y cuando caminaban por la calle, Biott que transitaba en el Renault 9 se detuvo y agredió físicamente a su nueva pareja. Aseguró que era "extremista" con sus emociones.

No descartó que en la cabaña que ocupaban Biott y Azzolini en la avenida Gobernador Gregores 650, que pertenecía a la empresa constructora Kank y Costilla, se hacían "fiestas o juntadas" y que en una ocasión halló a la una adolescente que aparentemente pasó la noche allí, y le cuestionó que se trataba de una menor de edad. Biott le afirmó que la chica era novia de su amigo.

Reconoció que no fue víctima de violencia física y que él solo consumía bebidas alcohólicas y marihuana.

Por otro lado, se preguntó: ¿Porqué fue a buscarla (a Marcela Chocobar)? Si nunca había pagado por sexo, según le confesó él.      

Reveló que cuando Biott regresó de Caleta Olivia, le regaló una billetera color beige y con la imagen o logo de una carreta. Le había contado que cuando realizaba 'changas' en el barrio San Benito la halló y afirmó: Supongo que debería ser de Marcela. Después de la separación, ella se descartó de la billetera, pero hasta hoy le quedó la duda si era o no de la víctima.  

Amistades y cuestionada hipótesis

Otro de los testigos fue Lucas Moreno, un vecino del barrio San Benito, que a través de Fioramonti, con quien tenía una amistad cuando asistían en su juventud al Industrial N°4, se contactó con Biott para realizar unas labores en su vivienda allá por septiembre de 2015. Cabe recordar que Fioramonti es gasista matriculado y maestro mayor de obras. "Nunca pensé que esté implicado" y "nunca lo relacioné", sostuvo Moreno ante el tribunal integrado por los jueces Jorge Yance (presidente), Joaquín Cabral y Enrique Arenillas.  

Luego fue el turno de Fioramonti -está sindicado en el hecho por la familia de la víctima- quien brindó una declaración extensa y algo confusa por momentos, y según él no recodaba mucho de lo sucedido por el tiempo transcurrido. Aclaró que era amigo de Biott y que éste le comentó que "tuvo un altercado" con una joven que cayó al suelo y quedó inconsciente. "Pensé que era un problema más que tenía". Fue el domingo 6 de septiembre de 2015 que entre las 13:00 y las 14:00 que se comunica Biott con él para que lo remolque, ya que se había quedado varado con el Renault 9 en cercanías a la laguna Ortiz por calle "Lero" Rivera. Le consultó a su amigo -se conocieron realizando deportes como de escalar- qué le había sucedido, ya que apreció que tenía una hematoma en el cuello. Consultado si le vio manchas de sangre en las prendas, aseguró no recodarlo. No obstante, aseguró que le quedaron dudas sobre los dichos de su amigo.

También afirmó que la esposa de Moreno, contó que la abogada Natalia Ávalos le había comentado que a Chocobar la habían asesinado integrantes de la UOCRA por "un ajuste de cuentas". Esto molestó a las hermanas  de la víctima, quienes consideran que la letrada que las representaba (hoy lo hace Carlos Muriete), solo dilató la instrucción.

Luego recordó y ante la insistencia de la querella y el fiscal Iván Saldivia, que Biott le confesó que "había tenido un problema con un travesti".      

También por la tarde, se iba a concretar una videoconferencia con otro de los testigos que se encontraba en la provincia de Entre Ríos. Se trata de José Ramón Lazza, quien es periodista en un medio digital y fue intendente por el PRO en Puerto San Julián. Estuvo en la cabaña de Biott la mañana en que desapareció la joven trans.

Se espera que la próxima semana se efectúen las nuevas pericias psicológicas a los acusados,  que solicitaron las defensas. Además que preste testimonio el doctor Francisco Echandi, quien lo iba hacer por videoconferencia porque se encontraba en España, pero como ya estará en la ciudad en los próximos días, podrá hacerlo en la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial.   

Luego de ello, se podrían conocer los alegatos de las partes, y cinco días hábiles después, la sentencia.  

 

El acusado reveló que la abandonó entre los barrios San Benito y Bicentenario

En la tarde de ayer, se realizó el recorrido que según Oscar Biott hicieron junto a Marcela Chocobar en el Renault 9 hasta la zona entre los barrios San Benito y Bicentenario aquella mañana del domingo 6 de septiembre de 2015.

La inspección fue solicitada en un principio por la querella, representada por el abogado Carlos Muriete con la adhesión del fiscal Iván Saldivia. Esta medida también tuvo el consentimiento del defensor oficial Santiago Lozada, quien representa a Biott. Luego la parte acusadora desistió y Lozada solicitó al tribunal que se concrete.

Se inició desde la cabaña que ocupaban los dos implicados, en avenida Gobernador Gregores 650, la cual está cerrada, luego que tiempo atrás ingresaran jóvenes a consumir bebidas alcohólicas y fueran demorados por la policía.   

Desde allí la caravana partió al barrio San Benito y se detuvo en la intersección de las calles 13 y 22. Allí descendió Biott, fuertemente custodiado por efectivos del Servicio Penitenciario Provincial y División Infantería. Según el relato del imputado, trasladó a la joven hasta un refugio de colectivos. Pero para sorpresa de todos, ese refugio sería el que está ubicado en el cruce de las calles 13 y 38 en una zona poblada de esa barriada, en el límite entre San Benito y Bicentenario. 

Rodeado por los policías, funcionarios judiciales y la prensa, Biott explicó cómo fue el incidente con Chocobar, donde según él quedó inconsciente en ese lugar tras golpearse la cabeza en el piso, y luego se retiró aparentemente antes de las 08:00. Se mostró sollozando en momentos y dispuesto a colaborar y explicar según él cómo fueron los hechos. 

El cráneo (según peritos, una cabeza porque tenía tejidos) de la víctima fue hallado el 14 de septiembre entre las calles 22 y 25 del mismo barrio donde 8 días antes Biott tuvo la pelea y luego la abandonó supuestamente a su suerte a Chocobar.  

 

Escucha que dejó más dudas que certezas

Luego de los testimonios, y a pedido de la querella se reprodujo el audio de una conversación telefónica entre Angel Azzolini y un sujeto que no fue identificado en la causa, aparentemente por decisión de la jueza Rosana Suárez. En el audio, (el teléfono de Azzolini ya estaba intervenido antes de su detención) el individuo, que parece conocer al implicado, le solicita que tenga confianza en él y que le indique qué hicieron con el cuerpo de Marcela Chocobar y dónde lo ocultaron. En un comienzo lo trata de asustar, ya que le menciona que en el video que tiene la policía sobre los movimientos del Renault 9 se lo observa sentado al lado de la joven trans. También le comenta que el vehículo había sido secuestrado, y que si quería podía ordenar medidas como allanamientos y la intervención de su amigo Oscar Biott. Le recomendaba que no se comunique con él. Con un lenguaje coloquial trata el interlocutor que le confiese datos del hecho y poniendo dudas sobre Biott. Lo llamativo, es que el sujeto no está identificado, y muchos menos está citado en la causa. Aparentemente se trataría de una persona que sería efectivo policial o colaborador de la Justicia, y trataba a través de la charla grabada obtener un testimonio clave para resolver el caso. Fue allí que Azzolini confiesa que Biott le refirió que habían arrojado un teléfono celular en la laguna Ortiz. Además quería ganarse la confianza y que le revelara información, le pedía permitirle sustraer autopartes en el corralón de secuestros de la Municipalidad de Río Gallegos, donde Azzolini era sereno.      

El audio causó indignación y pesar entre las hermanas de Chocobar, ya que en un momento se refieren al hecho, pero en otra utilizan la palabra "descuartizar", pero en referencia a vehículos, para sustraer las autopartes, ya que se proponían llevar herramientas para concretar ese robo.