Caso Chocobar

Los acusados se contradicen y ahora se busca el teléfono de la víctima

El único que contestó preguntas por el crimen de la joven trans fue Oscar Biott y aseguró que peleó con la víctima y la abandonó. Sospecha que una banda narco la mató. En cambio Ángel Azzolini no declaró y se leyó su declaración indagatoria donde incrimina a su amigo. La querella solicitó que se busque en celular de la muchacha en una laguna y una inspección ocular en el San Benito.

  • 22/05/2019 • 08:33
Con poco público y mucha seguridad se llevó a cabo la primera jornada del juicio. (C.R.)
Con poco público y mucha seguridad se llevó a cabo la primera jornada del juicio. (C.R.)

Con sorpresas comenzó ayer el juicio por la desaparición y crimen de la joven trans Marcela Chocobar (26), ya que el Tribunal ordenó que se efectúe la búsqueda del teléfono celular de la muchacha salteña asesinada en septiembre de 2015 en la laguna Ortiz de Río Gallegos. El procedimiento que lo concretó la policía, fue solicitado por la querella que representa a la familia de la víctima, a pesar que se había pedido durante la instrucción de la causa esta medida, ya que uno de los acusados, Ángel Azzolini, había declarado que el otro imputado, Oscar Biott, le había revelado que allí había arrojado el aparato.

A más de tres años y ocho meses del homicidio que conmocionó a la sociedad santacruceña, se inició en horas de la mañana de ayer el juicio en la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial. Hubo varias revelaciones durante las primeras horas del debate, tanto en los datos aportados en sus acusaciones como en la fiscalía a cargo de Iván Saldivia y la querella encabezada por Carlos Muriete y Gabriel Bertorello.

Además del testimonio de Biott, que fue el único que accedió a hablar ante el tribunal integrado por los jueces Jorge Yance, Joaquín Cabral y Enrique Arenillas, Azzolini solo dijo al micrófono: "Por el momento me abstengo de declarar".

Otro de los puntos importantes de la jornada, fue el pedido de Muriete al Tribunal, de que ambos imputados se sometan a un careo, ya que había serias contradicciones en sus testimonios.         

El juicio comenzó en el horario previsto y entre el público se encontraban integrantes del Partido Obrero y funcionarios de la Secretaría de Estado de Derechos Humanos. En tanto que Karina Chocobar, una de las hermanas de la víctima, permaneció sentada en el sitio de la querella, donde debió escuchar algunas atrocidades sobre su hermana. En un momento, se retiró de la sala sollozando, luego regresó para seguir el proceso.  

Personal del Servicio Penitenciario Provincial (SPP) y la División Infantería custodió a los dos imputados, que según ellos no se veían desde fines de 2015, pero sí se confirmó que mantuvieron una charla telefónica antes de llegar a juicio.

Biott es representado por el defensor oficial Santiago Lozada y Azzolini es defendido por Raúl Guerrero.

Se pudo conocer que en gran parte de la investigación la policía indagó en la red social Facebook de los dos acusados, y pudo establecer su amistad, y comentarios que lo podían relacionar con el caso y tras conocer el crimen, su poca actividad en la misma red social.

También trascendió que el joven empresario Martín Báez era frecuentado por Biott, y hasta llegaron a compartir un almuerzo y compartían la afición de los deportes al aire libre. Es más, en la cabaña donde residía el acusado, en avenida Gobernador Gregores 650 es propiedad de una de las empresas de la familia Báez. Hasta tenían planeado conformar el Club Andino de Río Gallegos. 

Por otra parte, Muriete solicitó al Tribunal que sea citado José Laza, un periodista a cargo de un sitio web de noticias y político de Puerto San Julián, que estuvo con los acusados en la cabaña. El abogado pidió usar la fuerza pública, si el testigo no quiere asistir. El juez Yance aceptó el requerimiento y firmó el oficio para que sea remitido a la policía para que notifiquen a Laza. La querella se mostró sorprendida que no puedan hallar al testigo, quien fue candidato a intendente en esa localidad. Pero fuentes policiales indicaron que hace unos 3 años que no se encuentra en Santa Cruz y que estaría residiendo en Entre Ríos, donde también se había enviando citación.

Encuentro y desaparición

A través de los testimonios de los acusados y de testigos, pudieron reconstruir lo que sucedió la madrugada del 6 de septiembre de 2015, días posteriores al macabro hallazgo del cráneo de Chocobar, y los meses posteriores que finalizaron con la detención de implicados y de Adrián Fioramonti, que luego quedó libre por falta de mérito.     

Azzolini era empleado municipal y se desempeñaba como sereno, y convivía con Biott en una cabaña, y se conocían desde 2014. Le compró un Renault 9 a Fioramonti. La noche del 5 de septiembre de ese año era cumpleaños de Biott y decidieron salir a festejar. Cenaron y consumieron bebidas alcohólicas, y hasta marihuana en la cabaña, y decidieron ir al centro. En el local "Bola 8" se encontraron con Laza a quien Biott conocía, y luego de allí volvieron a Gobernador Gregores 650. Le ofrecieron al periodista de Puerto San Julián que se quedara a dormir y así evitaba gasto en hotel. El hombre aceptó y se quedó en la cabaña ubicada frente a las instalaciones de la empresa constructora Kank y Costilla. Luego los acusados salieron y dieron unas vueltas por el centro, llegando a las inmediaciones de pub "Russia Bar". Biott publicó en la red social: "Noche de siluetas", frase de un capítulo de la serie televisiva "Los Simpsons", que se interpreta salida nocturna y de "levante" callejero. 

Allí levantaron a Chocobar, que según ellos, hasta ese momento no pensaban que era una joven trans. Azzolini le dijo que estaban festejando el cumpleaños de su amigo. Aseguran que la muchacha salteña se prostituía, y que le cobraba por sus servicios mil pesos a cada uno. Luego otro dijo que eran dos mil pesos a cada uno, esto y otras evidentes contracciones en el testimonio llevaron a Muriete a solicitar el careo, que fue negado por su colega Guerrero, mientras que la defensa de Biott aclaró que están a favor de la confrontación.

Llegaron a la cabaña en el Renault 9 color rojo, allí descendió Azzolini, y se quedó adentro aparentemente descompuesto por la borrachera. Esta versión coincide entre los sospechosos. Luego entró Biott y aparentemente sacó algo de su habitación y se retiró para subir al automóvil donde lo esperaba la joven, que según el imputado la sorprendió husmeando su billetera que estaba arriba del torpedo. 

Declaró Biott que quiso acercarla a Chocobar al centro, mientras ella le reclama el pago por supuestos servicios sexuales, y en el trayecto consumía cocaína, droga que según él nunca había probado. Además que ella insistía en que la llevase a comprar estupefacientes en el barrio 400 Departamentos. Precisó que al llegar a la rotonda de la avenida San Martín y Autovía, ella cambió de opinión y le exigió que la trasladase al barrio San Benito que allí iban a comprar la droga (luego le comentaron que la chica vendía estupefacientes).

Aparentemente en el viaje iban discutiendo, porque no le pagaron lo que le habían prometido. Llegaron a la primera entrada al barrio San Benito por la Ruta Nacional 3 en cercanías de la laguna Ortiz, y ella le sacó la llave del automóvil y la arrojó por la ventanilla, lo que provocó que se detuviera el vehículo -esto habría sucedido alrededor de las 07:20- y ambos descendieron y se trenzaron en lucha, y allí fue Chocobar golpeó la cabeza contra el piso y quedó inconsciente. Para el acusado "tenía signos vitales" y la abandonó allí.  

Regreso a la cabaña, allí se habría retirado Laza, según él no podía dormir por lo sucedido con la muchacha. Despertó a Azzolini, y le comentó el incidente con la chica. Estaba con lesiones en la boca y tenía un rasguño en el cuello, y sangre en prendas de vestir y las manos.

Entre las contradicciones, Azzolini declaró que le ayudó quemar prendas con manchas de sangre en el predio de la constructora.

Aseguran que regresaron al lugar donde se produjo la pelea y no la hallaron en la mañana de ese domingo. Luego días posteriores regresaron en varias oportunidades y no la encontraron en distintos puntos del barrio San Benito y alrededores. Hasta en bicicleta se trasladaron, ya que el Renault 9 tenía fallas mecánicas y hasta quedaron varados, siendo Fioramonti, quien remolcó el rodado.

Entre los dichos de los acusados surgen contradicciones, ya que según Azzolini, cuando fueron en búsqueda de la chica, Biott llevaba una mochila con un cuchillo y líquidos inflamables aparentemente para deshacer del cuerpo. Mientras que éste afirmó que en la mochila lleva una botella con agua. Otro de los argumentos que fueron remarcados, es que el teléfono celular fue arrojado a la laguna Ortiz por Biott, según su amigo por trascendidos. En tanto que el incriminado remarcó que nunca vio el aparato de la joven.

Viajes y desencuentros

En el juicio se hizo referencia al testimonio de Paola Juárez, ex pareja de Biott, y resaltó sus habilidades para la faena de animales, como fue el caso de un cordero cuando residían en El Chaltén. Más teniendo en cuenta que el cadáver de Chocobar fue supuestamente descuartizado y sólo apareció el cráneo a 8 días de la desaparición en el barrio San Benito. Luego Biott aclaró que tenía destrezas para despellejar liebres, por su conocimiento en montañismo y supervivencia.

El viaje de Biott a Caleta Olivia días después del hecho, también fue tenido en cuenta en debate. Tuvo recomendaciones de Azzolini para abandonar Río Gallegos. Pero según él, viajó a cuidar a su madre de unos 81 años que se encontraba muy enferma. Se pudo establecer que cuando intercambiaban mensajes telefónicos los acusados se referían a la desaparición de la víctima como: "Ya apareció el perro". Pero aclaró Biott que tenía un cachorro de raza Dogo, y que se lo había dejado al cuidado de su amigo, y se había retirado de la casa.  

Cuando su madre debió mudarse a Trelew, solicitaron a un amigo de Azzolini un camión para poder concretar el trasladados de la pertenencias de la mujer. En ese camión viajaron los dos acusados y el conductor identificado como Martín Heit. Fue allí que Azzolini le comentó al camionero que 'habían matado a una persona', esto generó malestar y quedó varado en Chubut, y según Biott esa fue la última vez que vería a su amigo hasta ayer en el juicio. 

Por otra parte, se hizo referencia a la katana ("espada japonesa") que tenía uno de los implicados en la cabaña y las habilidades de Biott en artes marciales y armas blancas. Pero los análisis practicados a la katana, revelaron que no tenia vestigios humanos.    

El abogado Muriete pidió al Tribunal que se realice una inspección en el sitio donde Biott aseguró que tuvo el incidente con la víctima. El juez Yance accedió a la solicitud y la misma se concretará cuando finalice la ronda de testigos que seguirán presentándose este miércoles en la sala de la Cámara en lo Criminal de la Primera Circunscripción Judicial. 

 

"Nadie merece terminar así"

Oscar Biott aceptó ser indagado, y afirmó que no tuvo una defensa óptima y acceso a información luego que fuera detenido. Denunció que fue víctima de golpeado en la Comisaría Cuarta para adjudicarse la autoría del hecho. Además en un interrogatorio fue filmado. "Me presionaron para que diga cosas que no fueron así. Recibí golpes".

Por otro lado, en todo momento se refirió a la joven trans por su nombre. Aseguró que luego que tuviera la pelea con Chocobar, y regresara a buscarla en el sitio donde quedó inconsciente, y no la encontró "se me vino el mundo abajo, porque no saben sinceramente ... ", afirmó sollozo. Remarcó que fue "capacitado para salvar vidas y no para quitarlas".  "Nadie merece terminar así", agregó en referencia a la muerte de la muchacha. "No le quité la vida, fue una pelea", aclaró mirando al Tribunal.

Comentó que cuando tuvo acceso al expediente, comenzó a pensar que Chocobar fue víctima de personas que comercializan drogas.

Sostuvo que su amigo Angel Azzolini es de "decir una cosa por otra por su personalidad". También narró cómo lo conoció y cuáles fueron sus problemas, y que pudieron superarlo con su apoyo.

Aclaró ante la consulta del fiscal, que a Chocobar "nunca la vi en mi vida" y que "la empujé, se cayó y se golpeó en el piso".

Por otro lado, indicó que supieron de la condición de género de la víctima cuando leyeron en la prensa que era trans, pero cuando peleó con ella notó que tenía más fuerza que una mujer.

Además señaló que no conoce el barrio San Benito y que fue asistido por psicólogos porque "para nadie es sano" por la situación que esta atravesando. 

El juez Yance le preguntó si pensó llevar a la joven al hospital tras el incidente o llamar a emergencia y aseguró que "no tenía cobertura" en su teléfono.