Garantizar la accesibilidad de personas con padecimientos mentales al sistema de salud

En horas de la mañana de ayer, en el salón auditorio del Hospital Regional se llevó a cabo una nueva jornada enmarcada en la capacitación que se viene realizando sobre estrategias mhGAP (Programa de Acción para Superar las brechas en Salud Mental).

La propuesta estuvo destinada a los profesionales de salud mental de las catorce localidades de la provincia, y tiene como propósito brindar herramientas a estos profesionales para poder garantizar la accesibilidad de las personas con padecimientos mentales al sistema de salud.

Tras un primer encuentro, ayer se desarrolló una nueva jornada intensiva de capacitación para profesionales de la psicología, psiquiatría y trabajado social, sobre mhGAP teniendo como eje un trabajo de replicación escalonado, en donde en primer lugar se capaciten los especialistas locales y luego éstos transfieran los saberes al primer nivel de atención de la provincia.

Cabe mencionar que previo a esta propuesta, el director nacional de Salud Mental, Luciano Grasso, y la psicóloga Natalia Schmeil tuvieron una primera reunión con la subsecretaria de Salud Colectiva Bárbara Weinzettel y el coordinador provincial de Salud Mental Gonzalo Cabrera, así como también con el órgano de revisión local y referentes de salud mental del segundo nivel del interior de la provincia. Además, se recorrieron los distintos servicios de salud mental locales.

Al respecto, Cabrera enfatizó que la finalidad es formar a formadores en esta guía, que es una estrategia propuesta por la Organización Mundial de la Salud como forma de disminuir la brecha en la accesibilidad de las personas a la salud mental.

Se abocaron puntualmente a formar el personal sanitario que no está específicamente en el área de Salud Mental: "La idea es seguir trabajando en el mes de mayo para completar esta capacitación", dijo, dado que "se debe sensibilizar sobre cuestiones tan sentibles como es la salud mental".

El Coordinador expuso que si bien hace unos años está reglamentada la Ley de Salud Mental y el paradigma en torno a ésta está cambiando, la manera de ver a la salud mental cuesta -opinó- y los estigmas son muchísimos en la sociedad y en el mismo sistema de salud cuando se trata de personal no especializado "y con esta herramienta capacitarlos y sensibilizarlos".

Nuevas herramientas

Luciano Grasso, director nacional de Salud Mental, enfatizó que en esta primera etapa se capacitó a los especialistas de Santa Cruz para que repliquen esa capacitación al primer nivel de atención, dado que se busca disminuir la brecha de atención de la persona que lo necesita.

Remarcó que es la primera vez que vienen a la Provincia y la recepción fue excelente: "Lo que percibimos fue aceptación, y todos tienen muchas ganas de tener información para llevar a sus lugares", expuso, reiterando "esta guía tiene que ver con disminuir la brecha de problemas de salud mental, neurológicos y adicciones, y si bien tarda mucho en llegar hace que la brecha se disminuya, te acerca al paciente y no lo expulsa, es una buena herramienta para acercarse a las demás especializaciones".

La Guía mhGAP para los trastornos mentales, neurológicos y por el consumo de sustancias en el nivel de atención de la salud es una herramienta técnica clave para prestar asistencia a las personas con padecimientos mentales y forma parte en particular de la estrategia de abordaje de la salud mental en el primer nivel de atención.

Este último debe prestar una atención integral, interdisciplinaria e intersectorial; y para ello es necesario formar recursos no especialistas en salud mental para el apropiado abordaje de pacientes que requieran tratamiento en este campo.

La Organización Mundial de la Salud creó el Programa de Acción para Superar las Brechas en Salud Mental con el objetivo de ampliar la atención para los trastornos mentales, neurológicos y por consumo de sustancias.

El enfoque del mhGAP incluye intervenciones para la prevención y el tratamiento de los trastornos MNS prioritarios, que se definen sobre la base de la evidencia acerca de su eficacia y de la factibilidad de incrementar esas intervenciones en los países de ingresos bajos y medianos.

Se determinó cuáles eran los trastornos prioritarios basándose en los siguientes criterios: Si representaban una carga elevada (en cuanto a mortalidad, morbilidad y discapacidad), generaban grandes costos económicos o se asociaban con violaciones de derechos humanos. Estos trastornos prioritarios incluyen depresión, psicosis, lesiones autoinfligidas y suicidio, epilepsia, demencia, trastornos por el consumo de sustancias, y trastornos mentales y conductuales en niños y adolescentes.