Se debatió sobre el machismo y el ensañamiento en la Dictadura

Al atropello de derechos humanos del proceso más oscuro de la historia argentina, se le sumó aún más violencia para las identidades femeninas y de la comunidad LGTTBIQ+. Ayer se desarrolló una charla debate para discutir al respecto.

La propuesta fue impulsada por el Movimiento Socialista de los Trabajadores y su agrupación feminista Juntas y a la Izquierda.

Se llevó a cabo a las 20:00 en el campus universitario en el marco de las variadas actividades por el mes de la memoria en Río Gallegos.

Resistencia- Tanya García, referente del espacio, explicó que para una lograr una lectura histórica y política del terrorismo de estado es necesario visibilizar con perspectiva de género. “Estamos en el ascenso de la ola feminista y disidencias sexuales, nos pareció importante generar un espacio donde se debatiera el rol de estas identidades. El antes y el después, la resistencia” comentó.

Este encuentro contó con la presencia de Pablo Vasco, referente nacional de Libre Diversidad e integrante del Encuentro por la Memoria, Verdad y Justicia, un sobreviviente del gobierno de facto.

Explicó que el rol de las mujeres y disidencias sufrieron además de la violencia totalitaria militar, violencia machista. Resaltó que recién en 2011 se reconocieron los delitos sexuales como tal en los juicios de genocidio.

“Se empiezan a sistematizar las violencias por la identidad de género cometida por los represores”.

Ensañamiento- “Anteriormente sólo aparecían como casos aislados y estaban subsumidos en la tipificación general de tortura” agregó. El militante enumeró entre estas prácticas violaciones, manoseo, desnudez, abortos forzados, partos en cautiverio y apropiación de bebés, que fueron un componente especial para las identidades que no se encuadran en lo masculino. Además comentó que dentro de los 1000 testimonios que recibió la CONADEP, 400 pertenecen a la diversidad sexual.

La conclusión de ambos expositores fue que si bien se castigaba, asesinaba y desaparecía a las personas por su militancia y activismo, la identidad de género resultó un agravante. Vasco lo califica como ensañamiento, como también señala que sucedió con quienes practican el judaísmo.

Al hablar de democracia, la identificó como un terreno más fértil para adquirir derechos pero indicó que queda un largo camino por recorrer.

“La lucha debe mirar al pasado y saber que fue parte de una tensión. La democracia no garantiza. Si bien hubo logros como el matrimonio igualitario y la identidad de género tiene pasos pendientes como el aborto legal o la aplicación de la educación sexual integral” concluyó.

Tanya García resaltó la necesidad de abrir el abanico y visibilizar no sólo el proceso político y económico, sino también especificar toda la violencia machista.