Caleta Olivia

Comerciante salvó su vida de milagro al desviarse el balazo de los asaltantes

La providencia hizo que el sexto asalto a mano armada que se contabiliza en un multi-rubro de esta ciudad, ubicado en el barrio 132 Viviendas, no se convirtiera en una tragedia. Ocurrió alrededor de las 22:00 del domingo cuando una pareja de comerciantes procuraba impedir el ingreso de dos encapuchados y uno ellos les disparó un balazo.

  • 05/02/2019 • 09:51
El proyectil que se desvió luego de atravesar un vidrio de la puerta e impactar contra un teléfono celular rozó el estómago del comerciante.
El proyectil que se desvió luego de atravesar un vidrio de la puerta e impactar contra un teléfono celular rozó el estómago del comerciante.

Agencia Caleta Olivia

El proyectil rozó el estómago de Carlos Carpio y le causó un hematoma, pero puede decirse que fue más que afortunado porque, antes de alcanzarlo, atravesó un grueso vidrio de la puerta de entrada y se desvió al impactar contra el teléfono celular marca Motorola de su esposa, Estela, quien era el blanco inicial.

Los Carpio son propietarios del multi-rubro “Lucar” en la calle Las Margaritas, frente a la denominada Segunda Laguna y, aunque resulte irónico, dijeron que están prácticamente acostumbrados a ser constantes víctimas de hechos delictivos.

Ello a tal punto que solo tienen en cuenta la cantidad de asaltos a mano armada que sufrieron desde hace unos catorce años, cuando habilitaron el pequeño comercio en el frente de una de las 132 viviendas donde residen.

De los casos de robos simples ya no llevan la cuenta e incluso, durante la informal charla que mantuvieron ayer con este medio, casi se habían olvidado de comentar que el mismo domingo, horas antes del hecho que pudo haberles costado la vida, ingresaron otros dos individuos jóvenes que arrebataron algunas botellas de vino en contados segundos y luego escaparon a pie.

Forcejeo en puerta

Estela dijo que antes de producirse la situación límite, ella había visto en la vereda, a pocos metros del comercio, a dos sujetos en actitud sospechosa y le dijo a su marido que estuviera alerta.

Luego volvió a mirar y observó que ya estaban encapuchados y venían hacia el multi-rubro por lo cual le gritó a Carlos y ambos intentaron cerrar la puerta con pasador, justo cuando los delincuentes trataban de ingresar.

La pareja hizo un tremendo esfuerzo porque a duras penas lograban contenerlos puerta mediante y notaron que uno tenía un arma de fuego y el otro un cuchillo de grandes dimensiones.

El primero, desde afuera, le gritó a Estela que le entregara el celular pero como la mujer se negó, le disparó un balazo que atravesó el grueso vidrio de la puerta y luego impactó en su teléfono celular  motivando que el proyectil, ya con menos potencia, rozara el estómago de su marido, en  tanto que los vidrios y la deflagración lesionaron levemente el brazo derecho de la mujer.

Fue en ese momento en que los asaltantes, al ver frustradas sus intenciones y previendo que la detonación del arma alertaría lo vecinos, decidieron escapar.

 

Se guardó el plomo

Carlos Carpio mostró ayer a algunos medios periodísticos el plomo deformado del proyectil que quedó en el suelo y cuando se le preguntó porque no se lo había llevado la policía dijo que, a pesar que se presentó una comisión de la Comisaría Segunda alertada por vecinos, con su esposa decidieron no realizar la denuncia ya que descreían que pudiera hallarse a los malvivientes como ocurrió en anteriores ocasiones.

Su respuesta tiene visos de ironía ya que él (Carpio) es un suboficial retirado de la fuerza de seguridad provincial, aunque admitió que ya no confía en la misma sobre todo porque en la zona donde reside casi nunca ve un patrullero en ronda de prevención.

“Como yo fui policía sé a qué arma pertenece el proyectil con el que nos dispararon, que era una 38 milímetros y también tengo la mía propia pero si la uso me traerá serias consecuencias” relató.

Finalmente, al ser consultado sobre cómo reaccionó en cada uno de los asaltos que sufriera a mano armada, dijo que “son circunstancias en las que uno actúa de manera diferente, es complicado estar en el momento”.

“En definitiva estamos bien pero queremos dar a conocer a nuestro pueblo estas situaciones de inseguridad que vivimos todos los días” y “le pido por favor a la policía que trabaje sobre el mapa del delito” puntualizó.

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