Santa Cruz

Es adicto en recuperación, lo echaron de YCRT y escribió un libro contando su increíble historia

Dentro de un mes, Lautaro Torres (26) lanzará “Secuelas” en donde relata en primera persona su recuperación. Busca “ayudar a los que pasan por lo mismo”. A los 12 comenzó a consumir marihuana y probó casi todas las drogas. En febrero  fue despedido del yacimiento de Río Turbio. Tenía una banda de rock, pero ahora es intérprete y trabaja en dos libros más.

  • 24/10/2018 • 11:18
“Escribir la forma de desahogarme”.
“Escribir la forma de desahogarme”.

*Por José Antonio Villanueva

Luego de mezclar cocaína con alcohol, Lautaro solo recuerda estar en el brazo de una mujer desconocida, a quien le preguntó  quién era. Se trataba de su madre. Ella rezaba para que se cure. Por la pérdida de memoria que padecía no sabía dónde estaba ni quién era esa mujer. Cuando entró en sus cabales, contó su adicción.

No será plasmado de este modo, pero es un  tramo del libro “Secuelas” que en aproximadamente 30 días Lautaro Torres, con solo 26 años, lanzará en Río Turbio y que detalla en carne viva todo lo que pasó  desde que a los 12 años comenzó a consumir marihuana.

“Cuento lo que fue mi vida con las drogas en mi cuerpo, con distintas drogas, estuve usando poxirrán, marihuana desde los 12 a los 21 años, pero la mayor adición fue la cocaína que tuve de los 14 a los 21 años”, relató Lautaro.

En 2010 viajó a Buenos Aires para terminar la Primaria, pero “con el sueño” de estudiar para ser ”cantautor”. “Me terminé de destruir porque probé paco y éxtasis, y eso aportó a lo que me pasó después”. Fue cuando comenzaron sus episodios de pérdida de memoria, pero además los ataques “como epilépticos, con descargas eléctricas que me hacían caer en todos lados”.

Lautaro entró a una villa, primero le robaron y golpearon. “Cuando entré en confianza me vendían y consumía mucha cocaína y paco”, advirtió. Todo era a escondidas en una casa que compartía con sus primos.

Desde hace tres años no consume drogas, pero tuvo sus recaídas, aunque él aclara   que “no es nada que modifique mi vida”. Su recuperación no fue bajo internación, sino ambulatorio. Sin embargo, estuvo internado un tiempo producto del tratamiento psiquiátrico, psicológico y farmacológico al que debió someterse. Estaba sedado. “He tomado antipsicóticos, porque durante la abstinencia sufría y imaginaba que me quemaba el cuerpo. Veía fuego sobre mí y como podía me tiraba baldes de agua fría”. Al fuego se le sumaban arañas en los techos y sombras que estaban muy cerca.

 

TS: ¿Por qué escribiste el libro?

L:-Con el fin de ayudar a otras personas. Yo tenía ayuda de mi familia que me ayudó salir y de una Doctora de 28 de Noviembre y un Doctor de Buenos Aires. No me interné. Hice tratamiento ambulatorio  porque veían que tenía esa fuerza de voluntad para hacerlo. Iba a charlas en grupo.

Un día de febrero, luego de salir de trabajar encontró una Carta Documento que le habían enviado a la casa de su padre:  Le informaba que ya no disponían de sus servicios. Lautaro no fue la excepción a los “retiros voluntarios” que YCRT implementó. Ingresó a los 19 años a la empresa. “Justo iba a iniciar un negocio familiar, pero lo voy a hacer igual”, afirmó. Hacía dos años que ya me había recuperado, por suerte”, agregó.

En la Cuenca Carbonífera cantaba en una banda llamada “Reflejo Turbio”, que hacía covers de Rock Nacional. Nunca dejó de cantar. Se dedicó a hacer shows en provincias del norte del país. En Tucumán trabajó como chofer en los servicios de cosecha de limón, realizó el curso de camionero y consiguió la Licencia Nacional habilitante. Compró un camión y ahora es transportista. “Pero hago de todo, pinto casas y demás”, aclaró.

Con ese trabajo y los shows (ahora con canciones que compuso), ahorró 20 mil pesos para imprimir con una editorial de Córdoba las primeras 250 copias de su libro. Trabaja además en dos libros más: Una novela dramática y otro libro de “historias que me cuentan”.

“Escribir es la forma de desahogarme. Con “Secuelas” es la mejor forma de llegar a las personas que pasan por lo mismo y que creen que están solas, y así puedan salir adelante. Una cosa es leerlo, pero otra cosa es vivirlo”, advirtió.

Su objetivo ahora es escribir. También analiza volver al Sur. Lautaro ahora está en Córdoba. “No sé por qué me dan ganas de escribir. No sé si seré un gran escritor, pero me gustaría también escribir poemas”, adelantó.

Hasta hoy, el único libro que leyó y lo marcó fue “El Principito”, de Antoine de Saint-Exupéry. En una parte de esta obra maestra de la literatura, el personaje principal le dice al aviador que las personas no saben lo que buscan, pero que en realidad lo que buscan está en una rosa o en un poco de agua, pero que esto no se ve con los ojos, sino que se tiene que buscar con el corazón. Quizás eso hizo Lautaro.

 

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