“Hay gente que quiere trabajar, pero también muchos que quieren dividir”

Luego de varios meses de acefalía, el área de Juntas Vecinales del Municipio cuenta desde el primer día de julio con la coordinación de Teresa Bertancud, quien aclaró, en primer término y en diálogo con TiempoSur, que “hace mucho tiempo vengo trabajando en distintos barrios de la ciudad con algunos talleres y tratando de acercarme a los referentes”.
En este nuevo desafío se ha encontrado con una grupo de juntas vecinales ya constituidas que llevan adelante diferentes tipos de reclamos, los cuales no son ajenos a la vida cotidiana de los habitantes de la capital y donde la transitabilidad de las calles y los desbordes cloacales se llevan la mayor crítica. “Trabajamos con todas las juntas vecinales y estamos recibiendo todos los reclamos a través del área, desde donde hacemos las gestiones correspondientes”, explicó al mismo tiempo que remarcaba que a raíz del conflicto que atraviesa la comuna con los empleados municipales, no cuenta con personal en el sector. 

En este mes y medio que está a cargo del área, Bertancud comenta que se ha encontrado con juntas vecinales muy bien organizadas y otras que con un poco más de dificultades llevan adelante su trabajo por el barrio, aunque se hace difícil a veces por el contexto que atraviesa la comuna. 

Barrios que quieren su junta vecinal 

Tras la habilitación del área de Juntas Vecinales se ha divisado la gestión realizada por distintos sectores en pos de poder organizarse. En este sentido la Jefa de División de Juntas Vecinales se refirió a situaciones puntuales que se han dado en algunos barrios. 
“En el barrio 366 se organizaron dos asambleas y no convocaron a los vecinos, se ha puesto a disposición el personal y no se acercaron ni siquiera los de la lista que quiere impulsar la junta y ahí te das cuenta del compromiso. Pero después salen a decir que no se les da asamblea”, lamentó. 
Por otro lado se refirió al trabajo realizado en el barrio Arrabales, desde donde también han hecho el pedido al área. “Con estos vecinos nos reunimos, desde el área fuimos en representación de Fabián Pérez que había sido invitado a una reunión. Fuimos con la intención de darles una fecha de asamblea pero debemos seguir un protocolo. En este caso fueron alrededor de 30 personas, incluida la lista interesada. Se le dio la asamblea pero hay muchos vecinos que no tienen la actualización de domicilio en su documento. Ahora estamos esperando porque ellos tienen que cambiar su dominio en esta semana y ya empezamos a empadronar para la semana que viene”, afirmó. 
Otro de los barrios que podría avanzar en la constitución de su junta vecinal es el de La Herradura, “un barrio que está bien organizado, donde los vecinos trabajan en conjunto y lo cuidan entre ellos, por lo que vamos a trabajar en conformar esta junta para trabajar en equipo”.

El Bicentenario recién en enero 

Un párrafo aparte le dedico a la situación que hoy atraviesa el populoso barrio del Bicentenario, ubicado hace varios años ya en la periferia de la ciudad.  
En este punto aclaró que al momento de hacerse cargo del área “nos encontramos con una lista que estaba casi armada, pero en el pasar de los días nos encontramos que hay participantes de la lista que coinciden sus domicilios, nunca terminaron de presentar los papeles y ellos dentro de la conformación de la junta vecinal tienen conflictos personales”, y subrayó: “Yo no puedo ser mediadora de la pelea de vecinos, por lo que decidimos darle de baja porque ellos no cumplen con los requisitos para conformarse. Le pedimos que vuelvan a conformar listas, llamaremos a asamblea nuevamente, armaremos el padrón y haremos la elección”, lo que sería recién en el mes de enero una vez finalizada la tarea iniciada con otros sectores. Sería recién en el mes de enero.

Para cerrar el tema explicó que las juntas intentan “muchas veces toma un cartel netamente político. Hay vecinos que ayudan y otros que quieren dividir, gente violenta que no se acerca a realizar a aporte sino a destruir, y no está bueno en los barrios. La política debe quedar en una unidad básica o un comité, no para una junta vecinal”, y sumó: “Hay un grupo de vecinos que tienen estas prácticas y tenemos muchos vecinos que necesitan una respuesta pero tienen miedo de ser involucrados en cosas que no comparten”.
A modo de autocrítica, pero teniendo en cuenta el poco tiempo a cargo del área, Bertancud manifestó: “Nos falta caminar el barrio. En estos meses que quedan por delante trabajaremos en invitar al vecino al área y que no sea algo político, que sea social y que la gente sepa que tiene un lugar donde participar y ayudar desde adentro”.