Piedra Buena

Adolescente murió tras aspirar desodorante de ambiente

El lamentable suceso se registró en la tarde del viernes, cuando el joven de 16 años junto a un amigo, se encontraban inhalando el tóxico producto a la vera del río Santa Cruz. Sufrió convulsiones y ataque cardíaco. No es el primer caso que se registra en la región. 

  • 10/12/2017 • 08:49
La División Criminalística realizó las pericias del caso.
La División Criminalística realizó las pericias del caso.

Un adolescente murió tras inhalar desodorante de ambiente en aerosol. El lamentable suceso se registró en la tarde del viernes, cuando el joven de 16 años fue hallado sin vida a la vera del río Santa Cruz en la localidad de Piedra Buena. 
Un muchacho, de unos 15 años, fue quien alertó una hora después que su amigo se había descompensado y tenía convulsiones mientras se encontraban inhalando desodorante de ambiente en aerosol.
Personal policial de la Comisaría Primera asistió al lugar que indicó el joven, y halló sin vida al menor al final de la calle Leandro Alem, en la costa del río, en la zona centro de la localidad. 
Eran cerca de las 20:00 y un médico certificó el fallecimiento del adolescente identificado con las siglas A.R. 
Las autoridades judiciales del Juzgado de Puerto Santa Cruz, con jurisdicción en Piedra Buena, ordenaron que personal de la División Criminalística de Zona Centro realizaran las pericias en el sitio donde se halló el cadáver. Mientras que efectivos de la Comisaría Primera, ubicada a unas dos cuadras del lugar, comenzó a realizar una investigación preliminar. 
Se supo que A.R. junto a un amigo habían comprado el desodorante de ambiente en un comercio de la zona. No era la primera vez que lo hacían, ya la policía los había demorado cuando se encontraban en la ribera aspirando desodorante de ambiente. La adicción al mismo era evidente y fueron demorados por delinquir. 
Su madre de unos 43 años, fue notificada del deceso de su hijo. Mientras que se ordenó que los restos del muchacho sean trasladados a la morgue judicial de Río Gallegos, donde en la mañana de ayer se efectuó la autopsia que reveló que sufrió “una falla cardíaca”. 

Muerte en Las Heras 
Un adolescente de 13 años fue hallado sin vida en el patio lateral del Complejo “11 de Julio” en Las Heras, a causa de la inhalación reiterada de un desodorante ambiental.
El terrible hecho se registró el 3 de abril de 2015. Trascendió que el adolescente consumía productos inhalantes por lo que contaba con un seguimiento en el colegio al que asistía, lo cual era conocido por su familia.

Droga de inicio
Los solventes son considerados una droga de inicio utilizada por menores de entre 7 y 17 años. Su fácil obtención –se encuentran en todas las casas y se puede conseguir en cualquier negocio- y su bajo costo favorecen su consumo. 
Muchos de los adolescentes que inhalan solventes se colocan bolsas en la cabeza o en todo el cuerpo para aumentar el efecto nocivo. También suelen aspirar en cuartos pequeños y herméticamente cerrados.
Una de las consecuencias que puede provocar este tipo de práctica es la muerte, ya que provoca arritmia cardíaca que puede derivar en un paro cardiorrespiratorio.
Entre los solventes más conocidos se encuentran los pegamentos, los combustibles, las pinturas, los desodorantes, los aerosoles, entre otros.
Los inhalantes son el tercer estupefaciente más consumido luego de la marihuana y la cocaína. Uno de cada cinco menores que se intoxican con este tipo de droga desarrolla la adicción. La raíz del problema se encuentra no sólo en las conductas imitativas o de moda sino en la falta de contención que poseen los chicos.
El licenciado Eduardo Lavorato, experto en Minoridad y Adicciones, explicó que esta forma de drogarse “es muy popular entre los adolescentes de entre 12 y 17 años” y que “está muy asociada a la falta de recursos económicos”. Agregó que el hábito de consumo desciende partir de los 18 años, momento en que los jóvenes, al disponer de más dinero, reemplazan los elementos caseros por otras sustancias como la marihuana o la cocaína.
“Con estos componentes tóxicos que están al alcance de la mano, los jóvenes buscan llegar a un estado de embotamiento psicológico, precisamente a la sensación de estar ausente”, indicó Lavorato para luego aclarar que no sólo eligen los aerosoles (como desodorantes, pinturas pulverizadas o productos de limpieza para computadoras), sino también los disolventes volátiles (esmaltes y quitaesmaltes de uñas, correctores de oficina, pegamentos y gasolina, entre otros) y gases como el natural o de encendedores.
La sustancia tóxica que contienen tanto estos gases como los desodorantes de ambientes es el butano y, según detalló Lavorato, los efectos psicoactivos derivados de su inhalación “son similares a los del alcohol, ya que conllevan a conductas de desinhibición, a la euforia y a la falta de coordinación en los movimientos”. Pero también produce “enajenación de la realidad, mareos, dolores de cabeza, taponamiento de los oídos y hasta aturdimiento”.
El experto en Minoridad y Adicciones indicó que el uso prolongado de estas sustancias “genera alucinaciones, ya que deterioran la mielina”, que es el tejido graso que recubre las neuronas. Otros daños irreversibles de las prácticas inhalatorias a largo plazo son la pérdida de audición, las neuropatías (vislumbradas en espasmos en las extremidades y las convulsiones) y daños en el sistema nervioso central.
“Pero aspirar dosis concentradas de butano puede llevar al síndrome de muerte súbita con una sola toma y ésta puede ocurrir por insuficiencia cardíaca, causada por el abuso de la sustancia; o por asfixia, ya que el componente desplaza el aire de los pulmones”, concluyó Lavorato.